Lloró inconsolable por su perro ahogado, pero una mujer logró salvarlo en conmovedora historia

Para quienes tienen una mascota y la considera como un miembro más de la familia, saben lo difícil y doloroso que es perderla.

El dueño de un Pit bull de color marrón pasó por un momento muy difícil y pensó que había perdido a su fiel amigo.

Se encontraban en un río, cuando un terrible accidente ocurrió. Al parecer el can se estaba ahogando y a pesar de que la aspiración de agua dulce es menos grave que la salada, no deja de ser un riesgo muy grave.

Un testigo capturó el desgarrador momento con su móvil y muestra al dueño del Pit bull desesperado después de haber sacado a su perro del río. Todo parece apuntar a que el perro perdió el control.

El dueño, bastante conmovido, mantiene la esperanza y se niega a aceptar que ha perdido a su perro, llora y grita para pedir ayuda.

Muchas personas se acercan a tratar de ayudarlo, pero nadie sabe qué hacer en una situación así. Mientras tanto, el dueño lo abraza desconsolado y no puede parar de llorar.

Afortunadamente, una mujer tomó la iniciativa de aplicarle reanimación cardiopulmonar. El Pit bull estaba completamente desmayado, así que el dueño lo mantiene patas arriba mientras la mujer le realiza compresiones sobre el pecho.

La reanimación cardiopulmonar permite que los órganos del animal se mantengan oxigenados, pero luego de todo el esfuerzo por varios minutos parecía que no estaba teniendo efecto.

Cada vez más personas se sumaban para ayudar y a mantener al perro en la posición correcta para que las presiones puedan resultar más eficaces. Siguiendo las indicaciones de la mujer, el dueño comienza a darle respiración artificial a su perro.

Sin embargo, mantenía el color pálido en las encías del perro, lo cual es un síntoma de falta de oxígeno.

En el video se puede ver la tensión del momento. El dueño no parece dispuesto a afrontar la pérdida de su mejor amigo y no deja de hablarle y pedirle que regrese.

La incansable mujer de rodillas en el suelo no para de realizar las compresiones y darle palabras de ánimo a todos los que se encuentran allí.

Si la reanimación cardiopulmonar no muestra efectos en unos 10 minutos entonces ya no queda nada que hacer.

Después de muchos intentos, el perro vuelve en sí y abre los ojos. El enorme trabajo de todos los que estuvieron allí presentes, valió la pena y lograron salvar la vida del hermoso canino.

Si se practica correctamente la reanimación cardiopulmonar puede devolver el pulso y la respiración a quien había perdido sus signos vitales.

La reacción del dueño demuestra el inigualable vínculo que tiene con su perro. Por suerte, solo afrontó esa pesadilla por unos minutos, aunque probablemente parecieron una eternidad.

Lamentablemente para Leewen Zhang, su historia no tuvo un final feliz, porque mientras viajaba a Europa, sus vecinos envenenaron a su perrita con pollo.

Julie murió después de comer veneno para ratas escondido en la carne, lo que según la señora Zhang fue un ataque premeditado.