Comenzó en un taller eléctrico, a los 99 años su compañía gana más de $800 billones de pesos al año
A sus 99 años, este hombre es la prueba viviente de que nunca es demasiado tarde para cumplir tus sueños y hacer lo que te apasiona.
El dueño de la empresa de electrodomésticos más importante de Colombia sigue trabajando a sus casi 100 años. Don José María Acevedo nunca terminó la escuela y trabajaba como mensajero de un taller eléctrico en Medellín, pero eso no le impidió crear una compañía que factura más de 900 mil millones de pesos al año: Industrias Haceb.
En octubre de 2018 recibió el título "honoris causa" en ingeniería por dedicar su vida a la invención.
Lavadora, uno de los productos estrella de Industrias Haceb. Fuente: Freepik
Este gran hombre fundó su empresa en 1940, cada día trabajaba duro y daba lo mejor de sí mismo. Hoy en día supervisa las instalaciones de Haceb en un Renault 4.
Durante su niñez, vivió en una pequeña casa de 25 metros o 30 metros cuadrados que compartía la familia de seis. Fue así como empezó a aaborrecer la pobreza. Acevedo todavía recuerda bien como era su vida hace más de 80 años:
“Mi papá era carpintero, él se formó para hacer puertas y ventanas. Éramos obreros y pobres y casi trabajábamos el día para ganar con qué alimentarnos”, cuenta.
Josema empezó a trabajar como mensajero en un almacén eléctrico los 15 años: “Empecé a trabajar haciendo mandados en un tallercito de reparaciones eléctricas. Miré como lo hacía el ingeniero, el que hacía las reparaciones”.
Acevedo aprendió tanto observando, que cuando el técnico enfermó, pudo reemplazarlo y se dio cuenta de que se le daba bien la ingeniería eléctrica. Al desarmar las partes de los aparatos descubrió dónde estaban sus fallas y decidió especializarse en reparaciones eléctricas
“Empecé a tener una fama de lo que yo hacía no tenía que volverse a arreglar”, señala.
A sus 21 años apostó por abrir un negocio de reparaciones eléctricas en Medellín. Se llamaba Taller Eléctrico Medellín y fue ahí donde, en medio de la Segunda Guerra Mundial y ante la escasez de parrillas eléctricas importadas, y de buena calidad, decidió fabricar las suyas. Allí radicó su éxito: diseñar productos propios, dejar de reparar otros y ofrecer un servicio óptimo.
“En la década de los cuarenta no se podía importar nada por la guerra que se vivía en Europa y acá muchos seguíamos cocinando con leña, por eso decidí fabricar una parrilla eléctrica sencilla, que solucionara el problema en la cocina”, contó Josema a la revista Cromos en 2012.
"Don Josema" inició fabricando parrillas eléctricas pero luego, se dedicó a aprender de forma autodidacta a fabricar todo tipo de electrodomésticos: estufas, neveras, calentadores de agua, lavadoras. lámparas fluorescentes, etc.
Hoy en día, este centenario emprendedor lleva una vida tranquila. Mantiene una dieta saludable, se abstiene de beber alcohol y fumar. Disfruta escuchar ópera y es apasionado del ajedrez. A Acevedo le gusta sentirse útil a su edad y dice que no le gusta quedarse quieto.
“Ser útil da más placer que estar quieto y sin hacer nada”, sentenció el día de su conmemoración. “Si no trabajara, ya estaría muerto”.
La inspiradora historia de Don Josema nos recuerda a la de Chauncy Jones, un estudiante de 16 años. El adolescente hambriento pedía comida a extraños en Kroger, pero su vida dio un gran cambio gracias a un extraño llamado Matt White. Descubre como lograron recaudar más de 300 mil dólares.