A un cachorro de 7 semanas le ataron las patas con bandas de goma, pero aún así logró sobrevivir
Las colitas suelen ser utilizadas para atar el cabello, pero jamás se habría pensado que podría ser un instrumento de tortura para los animales.
Para nadie es un secreto que el elástico hace presión y comprime partes del cuerpo. Por desgracia, hay quienes también utilizan este método para evitar que un perro muerda o ladre y en lugar de entrenarlos, realizan estas acciones salvajes y con consecuencias.
Las heridas que pueden ocasionar son tan profundas que hay perros que requieren de cirugía de reconstrucción otros se les forman heridas como de quemadura.
Un cachorro de 7 semanas de vida fue encontrado con estos elásticos en sus patas cuando llegó a la Arizona Humane Society.
“Little foot llegó acá hace nueve días traído por un buen samaritano que lo encontró con elásticos atados a sus tobillos. Sus patas estaban hinchadas, no podía caminar y no tenía circulación de sangre”, escribió en Facebook la organización.
El tratamiento para el cachorro de siete semanas incluyó terapia laser y masajes con compresas de calor para ayudar a la sangre fluir y mejorar la circulación.
Afortunadamente, muchas personas han ayudado a Little Foot y por ello seguirán compartiendo el estado de salud y mejoría. Ahora que ya goza de buena salud, este cachorrito está en búsqueda de una familia adoptiva para llenarlos de amor.
Little Foot jugando. Fuente: Arizona Humane Society
Otro caso de una perra embarazada que fue sacada del refugio justo a tiempo para poder salvar a sus bebés. Kathryn Sinske se encontró con la foto de Claire en Facebook y vio algo en los ojos de la Chihuahua que inmediatamente llamó su atención.
El control animal había recogido a Claire en San Bernardino, California, y su barriga hinchada dejó en claro que los oficiales la habían encontrado justo a tiempo. Días después de su llegada al refugio, Claire comenzó a trabajar sola a primeras horas de la mañana.
El perrito Little Foot, recuperado. Fuente: Arizona Humane Society
"La pusieron en aislamiento y le dieron una manta para tener a sus bebés. Ella tuvo cuatro cachorros, pero, lamentablemente, uno no lo logró", dijo Sinske.
Cuando Kathryn llegó al refugio para sacar a la pequeña familia pudo ver que la nueva madre nerviosa estaba sucia y cubierta de garrapatas, pero nada impidió que fuera amor a primera vista.