Perro rescatado de un río helado por valientes trabajadores resultó ser un cachorro de lobo
En Estonia un grupo de trabajadores de la construcción salvaron a un animal que se encontraba atrapado en el hielo de la presa de Sindi.
Inicialmente creyeron que se trataba de un perro, pero resultó ser un lobo, ¡qué sorpresa más aterradora!
Rando Kartsepp, Robin Sillamäe y Erki Väli estaban realizado labores de dragado en la represa cuando se percataron del animal atrapado.
Los protagonistas del acto heroico dijeron que tomó 100 metros de nadar en el agua helada.
"Estaba nadando por su cuenta, despejamos un camino para él a través del hielo", detalló Kartsepp.
Sacaron al animal del agua rígido por el frío y con hielo en su pelaje. De inmediato, lo envolvieron en una toalla y lo llevaron al automóvil para darle calor.
Después de unos minutos, empezaron a sospechar sobre la raza del animal. Así que llamaron al equipo de rescate y les sugirieron que lo llevaran a la clínica Terveks en Pärnu.
Kartsepp describió que el viaje transcurrió sin incidentes y el lobo permaneció dormido pacíficamente con la cabeza apoyada en sus piernas.
Al llegar al centro de salud, los especialistas le hicieron un chequeo. Incluso los veterinarios no reconocieron inicialmente a quién estaban tratando. Posteriormente, las dudas fueron aclaradas por un cazador.
El jefe de la clínica, Tarvo Markson, dijo que el lobo sufrió de hipotermia severa y shock cuando llegó a la clínica. Se trataba de un macho, de aproximadamente de un año de edad.
En vista de que el animal ya mejoró -y se encuentra en buenas condiciones- será liberado nuevamente a su hábitat natural muy pronto.
Y así como estos rescatistas tuvieron un encuentro cercano con un lobo, otra mujer deja que una manada coma carne de su mano para crear ‘una conexión’ con ellos.
Zhou Xinyue, de la ciudad de Chifeng, en Mongolia Interior, trabajó como entrenadora de lobos en una empresa de fotografía turística.
Ella crio ocho lobos y para realzar sus sentimientos y relación con los animales, Zhou Xinyue los alimentaba con su boca. Zhou Xinyue dijo que, aunque su salario mensual era inferior a los 3.000 yuanes, comenzó a hacer esto a la edad de 16 años y está muy feliz de estar con los animales que le gustan.
La mujer, ahora de 20 años, alimenta a los lobos hambrientos con cerca de 25 kg (55 lb) de carne cada día y les permite comer de su boca para vincularse con las hermosas criaturas.