Corren a salvar a un perro de un lago helado sólo para descubrir que en realidad no era un perro

El agua estaba helada y su pelaje lleno de menudos trozos de hielo. Si los hombres no lo hubieran visto, la criatura hubiera muerto de frío.

Muchos animales tienen tristes destinos, pero hay algunos que con mucha más suerte consiguen en sus caminos a personas que hacen lo que sea por salvarlos.

Eso muestra que todavía se debe tener fe en la humanidad, pues a diario se conocen noticias que así lo ratifican, como la del rescate de este "perro" de aguas gélidas.

LOS HÉROES

Esta historia transcurrió en la presa de Sindi, cerca del río Pärnu, en Estonia. Cuatro hombres estaban trabajando en el lugar cuando vieron al animal luchando por su vida, mientras estaba atrapado en el hielo.

Rando Kartsepp, Robin Sillamäe y Erki Väli vieron al "perro” y de inmediato corrieron en su ayuda para sacarlo de las aguas heladas.

El pobre animal tenía sus extremidades cubiertas por el hielo y los héroes se abrieron camino en las aguas congeladas para liberarlo.

LA LUCHA DEL ANIMAL

Las ganas de vivir del animal lo ayudó a luchar por mantenerse a flote. Los hombres lo empujaban para sacarlo del hielo y él usaba todas sus fuerzas para llegar a la orilla.

Una vez allí, se sintió salvado a pesar de que estaba rígido por el frío. Sus héroes lo envolvieron en una toalla y lo llevaron a un auto para calentarlo.

ALGO EXTRAÑO

Pero de pronto, los hombres si dieron cuenta de que la actitud del animal no era el típico comportamiento de un perro.

Lo miraron y supieron que algo era diferente y comenzaron las dudas de si se trataba de un can.

Sin embargo, lo llevaran de inmediato a la Clínica Terveks, en Pärnu, para que pudiera ser atendido de urgencia.

Los veterinarios también dudaron y cuando llamaron a un cazador, sus sospechas fueron confirmadas. No era un perro, se trataba de un lobo.

“El afortunado peludo era un lobo macho y tenía poco menos de un año-”

Fue en ese momento cuando los hombres se dieron cuenta del alcance de su rescate. “Durante todo el viaje a la clínica, durmió sobre mis piernas. Cuando quise estirarlas, levantó la cabeza sólo un momento”, comentó Rando Kartsepp.

Entonces informaron a la Unión de Protección Animal de Estonia del hallazgo, quienes acudieron de inmediato a la clínica prometiendo pagar todas las facturas médicas que hicieran falta para salvaguardar la vida del pequeño lobo salvaje.

LO QUE DESCUBRIERON

Al ser examinado, los médicos descubrieron que tenía la presión sanguínea muy baja y por eso tuvo una conducta dócil al ser rescatado.

Los hombres que lo sacaron del hielo no podían procesar que se tratara de un lobo al que luego pusieron en una jaula con un bozal para evitar cualquier accidente.

La Unión de Protección Animal de Estonia, por su parte publicó sobre el grandioso rescate en Facebook, acumulando miles de comentarios en línea.

Por fortuna, el lobo se recuperó muy bien y después de colocarle un collar GPS por parte de investigadores de la agencia ambiental nacional, fue liberado de nuevo en su hábitat natural.

Estonia tiene un estimado de 200 lobos. El lobo gris fue votado como la organización nacional de animales por naturaleza de Estonia en 2018.

En otra historia similar, cabe destacar la de este rescate en un lago seco en la isla de Bananal, Tocantins, Brasil.

A los rescatistas se les dijo que un becerro hambriento quedó atrapado en el lodo seco del lecho del lago y necesitaba ayuda.

Cuando llegaron, encontraron que la situación era mucho más compleja y peligrosa. La cría estaba rodeada de silbidos de cocodrilos revolcándose en el lodo. Conoce el resto de la noticia aquí.