Conoce a "la mujer más feliz del mundo" que no siente dolor debido a una mutación poco común
Fracturarse un brazo o sufrir una quemadura, son lesiones que causan mucho malestar, pero esta dama asegura no sentir nada.
Jo Cameron, una británica de 71 años, reveló que no sufre ningún tipo de dolor debido a una mutación genética recién descubierta.
Esta especie de superpoder que está en sus genes, tampoco le permite experimentar situaciones de ansiedad o miedo.
Cameron tomó conciencia de que había algo diferente en su percepción del dolor a los 65 años, cuando se sometió a una delicada y dolorosa cirugía en una mano. Los doctores no podían creer que no necesitará analgésicos.
Su anestesiólogo, Devjit Srivastava, la refirió a especialistas en genética del University College London (UCL) y de la Universidad de Oxford, quienes observaron una mutación genética que le impide sentir dolor, publicó Clarín.
El equipo encontró en el ADN, dos mutaciones notables que suprimen el dolor y la ansiedad, mientras aumentan la felicidad y, aparentemente, el olvido y la curación de heridas.
“Al principio pensé: esto resuelve muchas dudas, porque se llama el gen feliz y yo siempre estoy contenta. Y el otro, es el gen olvidadizo, y yo soy terriblemente despistada y dije genial.”
Pero luego recordó que siempre está cortándose, quemándose, cayéndose, y pensó que poseer ese gen no implica nada bueno en su vida, ya que debe cuidarse mucho porque puede sufrir una lesión grave y no darse cuenta.
También relató que nunca tiene miedo, ni siquiera en situaciones peligrosas como un accidente de tránsito. "No tenía idea de que hubiera algo inusual. Yo pensaba que era normal", declaró.
"Simplemente era un alma feliz que no se daba cuenta de que hubiera algo distinto en mí", agregó la británica.
El portal de noticias BBC reseñó que los investigadores piensan que es posible que haya más personas como Jo.
Uno de cada dos pacientes después de la cirugía todavía experimenta dolor moderado a intenso, a pesar de todos los avances en los medicamentos analgésicos.
El doctor Srivastava dijo que aún queda por ver si se pueden desarrollar nuevos tratamientos basados en sus hallazgos.