La trágica muerte del "Capitán Optimista", el pediatra que recetaba sonrisas
Antonio Javier Cepillo, mejor conocido como “Capitán Optimista” falleció de cáncer y dejó un gran legado de sonrisas.
El pediatra oncólogo español de 36 años dedicaba su servicio a niños con enfermedades terminales o de difícil recuperación.
La atención que les brindaba a los niños era muy especial, recetaba medicamentos y sonrisas. Solicitó que las habitaciones de sus pacientes debían ser pintadas con colores llamativos, para que los niños sintieran más amena su estadía en el hospital.
Antonio Javier solía ver a sus pacientes con una nariz de payaso y jugaba con ellos usando la risa, la diversión y altas dosis de optimismo como terapia para curar el cáncer.
El médico confesó que su idea de tratar el cáncer con risas, optimismo y diversión surgió a través de su experiencia personal.
En abril de 2019, Los Guachis Del Hospital De Albacete publicaron un sentido escrito para recordar la memoria de este querido doctor:
Cepillo también era paciente de cáncer, un bulto que no le dolía apareció en su cuerpo cuando llevaba tres años de residente.
Debido a la experiencia que vivió en el hospital, confesó que aprendió cómo un médico nunca debe tratar a sus pacientes.
Desde ese momento y hasta su muerte, entregó su vida a divertir a los niños con cáncer en el hospital de Albacete.
Su caso se hizo conocido por el mundo y sus obras lo hicieron merecedor de múltiples premios, incluido uno por responsabilidad social en su país.
El Capitán Optimista no pudo superar su enfermedad y muchas personas lamentaron su muerte, incluyendo al famoso futbolista Andrés Iniesta, quien era amigo de Cepillo desde hace varios años.
En España se han recogido hasta el momento más de 5000 firmas, para cambiar el nombre del hospital de Albacete a Hospital Universitario Antonio Cepillo, en honor a este noble doctor que le brindó mucho amor y atención a sus niños.