Acusan a dos hermanas de casarse con ancianos por su herencia millonaria

De telenovela: Dos hermanas cordobenses que se casaron con dos hermanos ancianos fueron acusadas de oportunistas al recibir herencia millonaria.

Se trata de Liliana y Nilda Basualdo, de La Para, quienes contrajeron matrimonio con dos hombres décadas mayores que ellas y heredaron un extenso campo en la localidad de Córdoba, Argentina.

No obstante, la hija extramatrimonial de uno de los ancianos denunció a las Basualdo alegando que "se aprovecharon de ellos", relató Infobae.

La enredada historia que ha resonado en los oídos de los residentes de La Para se podría sintetizar de esta manera: Tres hermanos muertos poseían amplios terrenos de mucho valor, pero sus herederas -dos esposas y una hija no reconocida- se están enfrentando en un proceso legal sobre su posesión.

Hace casi quince años, Normi Titti se enteró -y supuestamente comprobó- que su verdadero padre era un hombre llamado Pedro Titti. Él no era un completo extraño para él, pues el hombre era amigo de la familia de la mujer.

Pedro Titti era dueño de una extensión de terreno de 362 hectáreas junto a sus dos hermanos, Isidro y Ciriaco, un pedazo de tierra muy valorado por lo que contenía.

Al fallecer los tres hermanos, Normi entraría en el panorama para heredar la parte de su padre, ya que él no tenía más descendencia. Pero en este punto es donde aparecen los otros actores de la actual contienda judicial.

Las hermanas Liliana y Nilda, de 35 y 30 años respectivamente, solían laborar en un tambo ubicado en el mismo predio. Conocían a los hermanos Titti desde que eran jovencitas y trabajaron para ellos por bastante tiempo.

En 2008, Liliana -entonces de 22 años- contrajo matrimonio con Isidro Titti -de 80 en ese momento-, y tuvieron una hija. Dos años después, el hombre murió y, por ende, Liliana se quedó con su porción del campo.

En el 2010, también murió Ciriaco, quien previamente había firmado un documento cediéndole a Liliana su parte del terreno. Ahora ella era la administradora de dos tercios del total de las tierras.

Normi, por su parte, afirmó querer mantener una relación con su verdadero padre una vez se enteró del vínculo de sangre, pero que no lo logró por impedimento de las Basualdo.

Con el tiempo las rispideces entre las mujeres se fueron acrecentando.

"Tenía cero relación con mis tíos, porque desde que ella (Liliana) entró a la vida de ellos era imposible acercarme a mi papá. Cuando me lo cruzaba acá en el pueblo yo notaba que él se ponía muy nervioso", confesó Normi en su momento a ElDoce.

En el año 2016, la situación entre las mujeres se puso más tensa, luego de que un tribunal declaró inhábil a Pedro Titti por una "afectación psicocognitiva" y restringió su capacidad de administrar y disponer de sus bienes.

En aquel momento, Pedro tenía 84 años y, pocos meses después, Nilda Basualdo se casó con él.

Sin poder soportarlo, Normi pidió la nulidad del matrimonio, alegando que su progenitor nunca prestó consentimiento. Con el proceso judicial en trámite, Pedro falleció en junio del 2018.

Un par de meses después, un juez de familia le dio la razón a Normi y anuló la unión matrimonial. La resolución entonces fue apelada por el equipo legal de Nilda, por lo que se espera que una Cámara de Familia se expida al respecto. Según Infobae, una resolución debe ser emitida en las próximas semanas.

Normi también emprendió acciones legales contra las hermanas Basualdo y el exabogado de ellas por el delito de circunvención de incapaces, alegando que su plan era quedarse con los bienes de Pedro contra su voluntad.

Hablando con el medio, Liliana dijo que los hermanos ancianos “tomaron la decisión de casarse, nadie los obligó".

Asimismo, acusó a Normi de estar desesperada por cobrar una herencia.

“El campo no lo voy a vender, no lo voy a tocar porque es mío y de mi hija, y de eso vivo. Si ella el día de mañana quiere vender, bueno, se venderá o se irá a remate judicial porque nadie le va a comprar una quinta parte porque ese lote está indiviso", explicó.

Sin embargo, Nilda sí confesó que su matrimonio no era convencional y que solo se basaba en el cuidado del anciano.

"Para mí el matrimonio fue simplemente un trámite con una persona mayor a la que cuidás, le das el desayuno, la llevás al médico, lo higienizás, la acompañás. No había intimidad. Hasta el último día cuidamos de Pedro con mucha honra y cariño", explicó la otra hermana.

Del total de las tierras, a Pedro Titti le pertenecían 41 hectáreas. Ese número se desprende de su testamento. El problema de la disputa judicial, según contó la mujer, yace en que Normi anhela quedarse con una tercera parte del total del campo, es decir, 120 hectáreas.

Por otra parte, Liliana también explicó que ni siquiera sabían si Normi era realmente hija de Pedro, porque que el proceso para extraer la muestra de ADN del hombre estuvo plagado de irregularidades, contó.

Agregó que lo que Normi dice de que no le permitían verse con su padre es completamente mentira.

“A la hora que a él había que cuidarlo nadie apareció. Ella nunca lo vio porque no lo quiso", concluyó Liliana.

A esta historia todavía le quedan varios capítulos más. Hay que esperar para saber qué pasará y cómo se terminarán distribuyendo los terrenos de los hermanos Titti.