Hombre de 21 años sacrifica su vida tratando de salvar a una niña de morir ahogada

Las señales de advertencia alrededor del embalse Chasewater, en Burntwood (Inglaterra), no fueron suficientes para evitar una desgracia el pasado domingo, justo antes de las 6:00 de la tarde, cuando un joven dio la vida por rescatar del ahogamiento a una niña de 9 años.

El chico se llamaba Carl Storer (21), y su cuerpo se quedó varias horas en el reservorio de aguas abiertas hasta que las autoridades lograron sacarlo. Los equipos de rescate creen que sufrió algún percance y no pudo nadar para ponerse a salvo.

Su familia, sorprendida, contó ese día que Storer había notado que la pequeña, cuyo nombre no fue dado a los medios, se encontraba a 30 o 40 metros de la orilla cuando empezó a ahogarse. Él no dudó y se lanzó al agua para ayudarla.

La niña logró salir a salvo, pero el Storer, de Tamworth, no lo logró. Su familia expresó que lo “extrañarán profundamente”.

"Eras un muy buen hermano y serás profundamente extrañado por la familia y los amigos. Descansa en paz y vuela con las águilas. Siempre serás amado", decía el tributo familiar dedicado al héroe.

Los servicios de emergencia, incluidos el Servicio de Ambulancia de West Midlands, el Servicio de Bomberos y Rescate de Staffordshire y la Ambulancia Aérea de Staffordshire, asistieron a la escena, pero ya no había nada que hacer más que apoyar a los parientes del joven.

El sargento Fay Mills, del equipo de vigilancia del vecindario de Lichfield, dijo: "La familia de Carl está recibiendo apoyo de oficiales especialmente entrenados y nuestros pensamientos están con ellos en este momento".

Por su parte, los oficiales han estado "alentando a todos a evitar nadar en aguas abiertas por su propia seguridad", agregó el sargento.

El diario británico Mirror reseñó que los baños en el estanque, ubicado en una zona boscosa al norte de Birmingham, están prohibidos, pero las personas, ante la ola de calor que se ha registrado en los últimos días, hacen caso omiso a las advertencias y se bañan en el lugar.

Una historia similar ocurrió en noviembre de 2018, cuando un chico de 16 años dio su vida por salvar a su primo de 13 años del ataque de un oso, al este de Rusia.

Los medios reseñaron que el joven de 13 años logró salir de la escena casi ileso, pero el de 16 no corrió con la misma suerte, ya que fue devorado por la enorme bestia. Conoce aquí los detalles de este trágico caso.