Los dramas de Raquel Morillas: un accidente automovilístico, apuestas, divorcio y desempleo
Raquel Morillas no ha vivido una vida fácil. Ha pasado por experiencias que podrían resultar difíciles para una persona común, pero las ha sabido sobrellevar con fuerza y entereza.
Raquel Morillas, exconcursante de la tercera edición de Gran Hermano, pasó a ser una de las colaboradoras de Telecinco más queridas a una persona prácticamente anónima.
Luego de ser parte del mencionado programa, Morillas vivió un infierno que la hizo perder todo; su familia, su dinero, su trabajo y su dignidad.
EL ACCIDENTE QUE LE DESTROZÓ LA CARA
En 2003, Morillas vivió un terrible accidente de tránsito junto a su entonces pareja, Noemí Ungría, que le destruyó el rostro y la mantuvo recuperándose durante muchos años.
La pareja viajaba en un descapotable por una comarcal de Barcelona cuando el coche se precipitó por un terraplén de siete metros.
Un testigo del accidente aseguró a los agentes de tráfico que el vehículo de la pareja se vio obligado a esquivar a otro coche que realizó una maniobra indebida, lo que casi les costó la vida.
Raquel resultó con secuelas de por vida, teniendo que ser operada en diez ocasiones. Si bien su rostro fue reconstruido, jamás volvió a lucir igual, y le costó mucho tiempo recuperar la confianza en sí.
AMOR PARA TODAS
Durante una década, la mujer de 43 años compartió su vida con Ungría antes de casarse con ella. Pero dentro del primer año de unión matrimonial, Raquel puso sus ojos sobre otra mujer, Noah, por quien dejó a Noemí en 2018.
La separación fue completamente escandalosa, y Morillas terminó perdiendo la mayoría de sus pertenencias. Su exmujer se quedó con todo, según ella contó a Jaleos.
Desde entonces, la nueva pareja se ha mantenido unida en las buenas y en las malas.
LA LUDOPATÍA DE RAQUEL
En 2014, la exconcursante de Gran Hermano reveló que era adicta a los juegos de azar desde los 18 años, pero que estaba buscando ayuda. Pese a sus esfuerzos en grupos de apoyo, Morillo recayó en varias oportunidades, perdiendo mucho dinero y perjudicando su vida familiar.
Los ingresos que hacía, tanto dentro como fuera de la televisión, se los gastaba en juegos. Su adicción incluso la llevó a pedir créditos bancarios y, una vez más, a gastárselos. En un momento, su saldo bancario llegó a ser de -175 euros.
Para 2017, Morillas ya había superado su problema, pero la vida le seguiría dando más golpes.
EN BÚSQUEDA DE TRABAJO
En marzo de 2019, mientras Noah superaba una mortal infección bucal en el hospital, Morillas fue despedida de su trabajo como teleoperadora. Ahora debía patear la calle para buscar otro empleo.
Aunque para entonces trabajaba puntualmente en Sálvame y Sábado Deluxe, era una labor inestable que no le proporcionaba nada de seguridad económica, por lo que se vio obligada a ir por otro que le permitiera ocuparse de sus gastos.
En julio, Morillas dio una actualización sobre su vida a Jaleos:
“Yo estaba trabajando de comercial, pero lo dejé porque estaba cansada de ir con el coche para arriba y para abajo. Vuelvo a estar en el paro y buscando trabajo."
¿Habrá conseguido lo que buscaba? ¡Esperamos que sí! Deseamos lo mejor a Raquel y a su pareja.