María Bonita: el amor fugaz e intenso de María Félix y Agustín Lara
La clásica canción fue compuesta por el icónico cantante en honor a su amada María Félix con motivo de sus nupcias. Pero la historia de su amor estaba muy lejos de haber terminado.
María Félix fue siempre conocida como una de las mujeres más fieras y fogosas del mundo del entretenimiento, "echada para adelante"; como quien dice. Jamás reparó en las críticas ni en el qué dirán. Y vivió uno de los romances más controvertidos de la historia de la farándula mexicana.
María Félix parte de Southampton, Reino Unido, vía a los Estados Unidos, en el SS Queen Elizabeth, en marzo de 1949. | Foto: Getty Images
TORMENTOSA RELACIÓN
Con 17 alños de diferencia, la pareja sostuvo una relación que los medios de la época caracterizaron como tormentosa. Llegaron incluso al altar, estando casados entre 1945 y 1948, aunque hoy en día no sobreviven registros del enlace.
La escritora mexicana Guadalupe Loaeza afirma en su libro "Mi novia, la tristeza" que María Félix, a los 20 años de edad (en 1934) disfrutaba de escuchar la estación de radio AM XEW. Un cierto día escuchó la inconfundible voz de Agustín Lara y dijo simplemente que ella conquistaría al cantante..
María Félix saluda desde el SS Queen Elizabeth en su partida del Reino Unido en vía a los Estados Unidos en marzo de 1949. | Foto: Getty Images
PRIMER ENCUENTRO
Curiosamente, la primera vez que Lara y Félix cruzaron sus caminos, él estaba dentro de una caseta telefónica. Se estaba demorando mucho, por lo que María le tocó el vidrio para pedirle que se apresurara. Agustín salió muy molesto, preguntándole quién era ella, y María Félix le contestó:
"Y a usted, qué le importa. Soy quien soy, y qué."
Muchos años después de este conflicto primer encuentro, en 1943, María estaba ganando prominencia como actriz, con éxito en numerosas cintas. Entonces, rodando "La China Poblana" con Tito Novaro, María le pidió a Tito que le presentara a Agustín. Lara estuvo de acuerdo, y fueron juntos a tomar un trago y conocerse mejor.
EL CORTEJO
María Félix decidió que conquistaría a Agustín Lara en ese primer encuentro, y ya la semana siguiente lo había invitado a cenar, floreciendo poco a poco una amistad entre ellos. Poco tiempo después, María Félix frecuentemente era avistada saliendo de la casa de Agustín en la calle Galileo de Polanco, en Ciudad de México.
La pareja llamaba mucho la atención de los medios de la época, pues Agustín era el compositor de mayor renombre en México, y María Félix era conocida como una de las mujeres más hermosas del mundo del cine, dentro y fuera de México. Sus frecuentes salidas y paseos eran siempre una sensación. Solían visitar corridas de toros y cabarets.
María Félix a su llegada a París en noviembre de 1949. | Foto: Getty Images
MATRIMONIO Y CANCIÓN
Para 1945, la pareja llegó al altar, en una ceremonia privada en una mansión de Polanco. María Fëlix reveló en cierta ocasión que hubo tanta champaña de sobra que Agustín la usó para regar el jardín y 'embriagar a las rosas'.
El matrimonio ha generado muchas dudas a través de los años, y algunos personas cuestionan su legitimidad y veracidad. Lo que sí se sabe con certeza es que pasaron su luna de miel en Acapulco, en el famoso hotel El Papagayo. Habría sido en este recinto turístico donde Agustín compuso una de las más románticas baladas mexicanas, "María Bonita".
AMOR CON OJOS ABIERTOS
Supuestamente, Agustín habría escrito la canción poco después de haber tenido un fuerte intercambio de palabras con su amada María Félix. Para ayudar a salir del conflicto, Agustín se inspiró a compuso líneas como "habrás tenido muchos amores, María bonita, María del alma. Pero ninguno tan bueno ni tan honrado como el que hiciste que en mí brotara".
En cierta ocasión, María Félix reveló que si bien amó a Agustín, nunca fue cegada por el amor, pues ella no se permitía abandonarse totalmente a ningún hombre. Por otra parte, Agustín no era como lo pintan sus canciones, triste y melancólico.
María Félix en París en 1960. | Foto: Getty Images
PERSONALIDAD DIFÍCIL
Agustín tenía una personalidad compleja. Tenía una prepotencia justificada por su gran talento, del cual estaba muy conciente. Le gustaba hablar en francés para llamar la atención de las mujeres, y coqueteaba a sus anchas ante la mirada de María, quien solía decir que prefería simplemente irse con la frente en alto el día que él ya no la quisiera.
Pero Agustín se hacía cada vez más difícil de tratar. Celaba mucho a María Félix, lo cual no es cosa fácil, estando casado con la mujer más bella de México. Su belleza le valía infinitos cumplidos, elogios y obsequios, y Lara se moría de celos una y otra vez.
VIOLENCIA Y SEPARACIÓN
Los celos de Agustín cansaban a María, quien cada vez se sentía más asfixiada en la relación. Hasta que en cierta oportunidad, en un ataque de celos, Lara llamó a Félix, y cuando ella lo miró, vio cómo sacaba una pistola. Se echó al piso rápidamente, y su rostro fue rozado por un disparo. El segundo disparo sólo fue prevenido por la entrada de una maquillista.
Al poco tiempo, María Félix partió rumbo a España, y el matrimonio llegó a su fin. Agustín le envió numerosas cartas de amor suplicando su regreso y pidiéndole perdón.
María Félix con body de encaje en la película italiana de 1947, "La diosa arrodillada". | Foto: Wikimedia Commons
NUEVA VIDA
Pero María Félix no miró hacia atrás, y ya tenía la misión de proyectar su carrera a través de toda Europa. De hecho, hasta recibió una propuesta de matrimonio del magnate Jorge Pasquel en México, pero prefirió cruzar el Atlántico y probar suerte.
Su vida fue todo un éxito en Europa, filmando muchas cintas en varios países y siendo muy celebrada. Su relación con Agustín Lara jamás volvería a ser lo que fue, pero llegaron a ser grandes amigos con el pasar de los años, aunque siempre con algo de tensión.
En cierta ocasión, "La Doña" llegó a compartir un poco de la sabiduría que acumuló en sus años de experiencia con los hombres con Verónica Castro, la actriz y madre del cantante Cristian Castro.