Enfermo terminal cumplió su sueño de ir a la boda de su hijo en Cartagena

Un hombre con una terrible enfermedad terminal tenía el único sueño de poder asistir a la boda de su hijo antes de morir, y una fundación consiguió que lo hiciera a pesar de las dificultades.

Hay veces que la realidad supera la ficción, y esas historias sin duda alguna merecen ser contadas. Este es el caso de un padre que se encontraba ingresado en un hospital, y cuyo último sueño era poder ver a su hijo casarse.

Rafael estaba ingresado en un hospital por una enfermedad crónica y progresiva, y a pesar de que parecía imposible, su único deseo era poder asistir a la boda de su hijo en Cartagena, Murcia.

Gemma, la doctora en la Unidad de Cuidados Paliativos del hombre, fue la primera persona que hizo que su sueño se hiciera realidad, puesto a que ella fue quien lo puso en con contacto con una fundación que se encarga de hacer los sueños o deseos de pacientes que tengan una enfermedad importante o incurable.

La Fundación Ambulancia del Deseo, al atender la solicitud de Gemma, se puso a trabajar en complicidad con su familia, para poder atender el deseo, y entonces empezó a armar el equipo de médicos, y materiales necesarios para llevar a cabo el traslado.

Cuando el día llegó, todos los voluntarios se encontraban sumamente entusiasmado, pero la alegría de Rafael estaba en su máximo esplendor. Fue ayudado a vestirse para la ocasión, y hasta se le colocó su colonia favorita.

El hombre fue llevado hacia la ambulancia en camilla y con el oxígeno necesario, pero cuando llegaron al juzgado que se encargaría de oficiar la boda, las energías de Rafael empezaron a disminuir, incluso parecía que no podría ni salir del vehículo.

En un momento todo parecía desmoronarse, habían llegado tan lejos para no conseguir nada. Sin embargo, las ganas de la gente de hacer cumplir tan inspirador deseo, hizo que lo imposible se hiciera realidad.

La jueza se llenó de esa energía solidaria y accedió a salir de los juzgados, para oficiar la ceremonia dentro de la ambulancia donde se encontraba el hombre, y los familiares y otros invitados que se encontraban allí, también colaboraron para que la boda se pudiese llevar a cabo dentro del auto.

"Fue un momento muy emotivo. Rafael cumplió su deseo, fue el padrino en la boda de su hijo, poco después nos dejó", contó la fundación a través de un escrito, en el que señalan que si bien es cierto que todos los deseos son importantes, hay unos que “arañan el alma”.

Casos como este son pocos, pero cuando se lee alguno como este, o como el del niño con enfermedad terminal que pudo cumplir el sueño de conocer a su héroe favorito, se demuestra que los seres humanos somos capaces de hacer cosas increíbles por amor.