Miguel Ángel Silvestre recuerda a su padre en los Premios GQ: 'Le echo mucho de menos, mucho'

Aunque el actor se encuentra en uno de los mejores momentos de su vida, no deja de pensar en su difunto padre.

Hace casi un año Miguel Ángel Silvestre Vara, padre del protagonista de "Velvet", murió tras luchar durante mucho tiempo contra una enfermedad que pudo más que su voluntad. Desde entonces Miguel Ángel Hijo no ha dejado ni de brillar, ni de recordarlo.

El histrión español ha sido merecedor de varios galardones, entre ellos el premio a Mejor Actor Nacional, entregado por la revista GQ, el cual recibió en una gala donde hizo referencia a la memoria de su progenitor.

SIEMPRE LO LLEVA PRESENTE

"Le he echo mucho de menos, mucho. Es una sensación muy rara la pérdida de un tótem en tu vida tan especial. Pasas de ser adolescente a mayor", aseguró Miguel Ángel minutos antes de tener entre sus manos el reconocimiento de GQ.

En los últimos años el actor de "Sense 8" se ha labrado un nombre en el mundo de la actuación gracias a las sentidas interpretaciones en shows y películas que lo han puesto en la cima de su carrera.

Y es que días antes el galán también ganó el Premio Ondas por haber protagonizado la serie "En el corredor de la muerte", encarnado a Pablo Ibar. Irónicamente la ocasión se celebró en el día de cumpleaños de su padre.

EL MOMENTO IDEAL PARA DEDICARLE SU PREMIO

"Ese día era el cumpleaños de mi padre y tengo la sensación de que él, de alguna manera, está convenciendo a todo el mundo como para que me dieran ese premio y para que ahora me den este. Nunca le pude dedicar nada... pero bueno, hoy ya veré, improvisaré algo", expresó Silvestre.

A pesar de la nostalgia, el actor continúa su camino de logros trabajando en producciones que, según dijo, representan desafíos que está listo para superar.

"Estoy trabajando mucho en España y estoy haciendo proyectos que suponen un reto. España es uno de los pioneros, donde se produce mejor ficción, hay gente arriesgando mucho", apuntó el artista que a día a día extraña a su padre, desde la alegría y la tranquilidad de quien sabe soltar.