Luis F. Montoya: los últimos días del actor que fue vetado por sus excesos
Los reflectores sobre quienes viven la fama causan brillo pero también estragos. No todos saben aprovecharla de buena manera y suelen llenar sus días de excesos que generan fatales consecuencias.
Luis F. Montoya falleció después de que le diagnosticaran cáncer de garganta. Sus días de gloria fueron seguidos de excesos que le costaron caro. “Creyó que sería joven y millonario toda la vida”, aseguró Diva Jessurum en su programa 'Expediente Final'.
El mismo Montoya confesó en una entrevista en una ocasión que todo el dinero que había ganado le permitió llevar una vida de lujos en la que despilfarraba dinero sin pensar en que podía “ser castigado por el medio y su irresponsabilidad”, recuerda Pulzo.
Sus amigos serían testigos de cómo las fiestas constantes comenzaban a perjudicar su carrera actoral, al punto de tener que ir a buscarlo y llevarlo casi obligado al set para cumplir con sus horas de grabación.
La situación llegó al límite de tener que buscarlo en su casa, llevarlo a la ducha, vestirle y así llevarlo hasta el trabajo. Carlos Congote Gómez recuerda que Montoya “era un pájaro libre que hizo lo que quiso hacer en su vida”.
Cuentan que a veces solía desaparecerse de las producciones que hacía. Gustavo Bolívar quien era libretista, reflexionaba sobre esa generación de actores que descuidó la profesión.
“Si el actor no ahorra su tiempo, si no considera que ese último papel es el último en su vida, sino que creen que van a venir más y esos más nunca vienen, pues ahí es donde vienen todos esos desequilibrios económicos”, aseguró, cita Pulzo.
Apartando sus excesos, el actor fue tan talentoso para la interpretación que lo comparaban con el ícono de Hollywood, Robert De Niro. El galán de los 90 era señalado como “uno de los actores más grandes e importantes que ha tenido Colombia”.
Sus difíciles días incluyeron una detención en Estados Unidos por tráfico de estupefacientes. Era algo que había hecho en dos ocasiones más antes de que la policía lo descubriera.
Luis Fernando Montoya murió el 26 de junio de 2018. Tenía 61 años de edad y había batallado con el cáncer de garganta. Carlos Congote era uno de sus amigos más cercanos y reveló que lo más difícil fue verle sufrir. “Lo que más me impactó es que a pesar de su enfermedad nunca perdió su estampa ni su espíritu”, declaró Congote, según recoge Diario del Cauca.
La dura enfermedad le había quitado capacidades como la del habla y el comer, reseñó la prensa en ese entonces. Algunas de las producciones en las que actuó en sus días de gloria fueron 'Pero sigo siendo el rey', 'Los cuervos' y 'Sin senos no hay paraíso'.
Pese a las dificultades, él agradecía estar rodeado de amor en la hora tan cercana a la muerte. Pues es sabido que en sus últimos días de vida le acompañaron Manuela y Rossana, sus hijas. Ambas lo recuerdan como un hombre que sentía una gran pasión por la actuación. Después de todo, se ganó la vida interpretando grandes personajes.