El cambio de vida de Stella Goñi: de colaboradora de 'El programa de Ana Rosa' a cantante

La colaboradora que creció como comunicadora al lado de grandes presentadoras como María Teresa Campos y Ana Rosa Quintana, cambió su vida en la televisión por otras pasiones.

El nombre de Stella Goñi saltó a la pantalla en los últimos días, tras la polémica suscitada por Lydia Lozano y la información que entregó sobre la relación entre Rocío Flores y su madre, Rocío Carrasco.

Lydia Lozano afirmó que madre e hija habían retomado el contacto, sin embargo, todo indica que fue engañada por su fuente, José María Franco, quien hace unos años habría sido el responsable de la salida de Goñi de la televisión.

En la tormenta suscitada en ‘Sálvame’, Kiko Hernández sacó a relucir la historia de Stella, que le costó la pérdida de su trabajo. Ahora la periodista visitó el programa para aclarar el tema.

En aquel tiempo, Goñi entregó una información que afectó al piloto de Fórmula 1 Fernando Alonso, con datos entregados por el mismo Franco. Al día siguiente, el programa hizo una rectificación y despidieron a Stella.

Por fortuna, en el ámbito legal tanto el piloto como los abogados se dieron cuenta de que no hubo mala fe o una praxis equivocada por parte de la comunicadora. No obstante, eso le costó su trabajo.

"La cadena, que no era esta, llegó a un acuerdo. El caso no llegó a judicializarse y le dio una cantidad como indemnización que la pareja donó a una ONG", relató Goñi citada por El Español.

Fue así como Goñi decidió dedicarse a otros ámbitos laborales. En la actualidad está a la cabeza de una agencia de comunicaciones y se decantó por la música como vocalista del grupo 3Blue.

Asimismo, se ha centrado en un proyecto mediático enfocado a la psicología familiar, mostrando su capacidad para reinventarse y dejando claro que por ahora no planea volver a la televisión.

De hecho, la periodista tiene claro los cambios que han surgido en la manera de hacer comunicación desde que ella participó en la prensa del corazón.

"Entonces la relación con el famoso era más cercana y nos conocíamos todos. Ser paparazzi era todo un arte. No existía el acoso porque el lema era que el famoso se enterara del reportaje cuando lo viera publicado”, dijo.

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