Trabajadores médicos bloquean sin miedo el tráfico durante protesta contra el confinamiento
Trabajadores de la salud salieron a las calles en contra-protesta ante las cientos de personas que se reunieron en el Capitolio Estatal para exigir que se levante la orden de permanecer en casa en Denver, Estados Unidos, el domingo pasado.
Trabajadores sanitarios con máscaras N95 y uniformes azules se enfrentaron a los automóviles de los manifestantes que se concentraron en masa para instar al gobernador Jared Polis a levantar las órdenes de quedarse en casa por la pandemia de COVID-19.
La fotógrafa Alyson McClaran compartió imágenes el día de la protesta que muestran a los trabajadores de la salud parados en medio de la calle, bloqueando autos llenos de manifestantes. Se mantuvieron así hasta que finalmente intervino la policía.
La protesta llamada Operation Gridlock nace del descontento por las restricciones que han afectado la economía del país, argumentando que el daño económico causado "no valía las pocas vidas que podrían salvarse".
Las protestas contra el confinamiento implementado para combatir el nuevo brote de coronavirus se extendieron por los Estados Unidos, pero en Denver cientos de manifestantes ignoraron las pautas de distanciamiento social para reunirse en el Capitolio estatal.
Los manifestantes, sin mascarillas ni guantes, agitaban carteles con lemas como 'Tu salud no reemplaza mis derechos' y 'Libertad sobre el miedo'.
Ante estas acciones, trabajadores de la salud se pararon en la calle, vestidos con sus uniformes médicos y mascarillas, para contrarrestar las llamadas al fin del confinamiento, obstruyendo el paso de los autos que conducían hacia el Capitolio.
Enfermeras y médicos se paraban frente a los vehículos, mientras miraban a los conductores con los brazos cruzados, negándose a moverse a pesar de los gritos y el sonido de las cornetas, y permaneciendo impasibles ante agresiones directas de los conductores enardecidos.
"No todos los héroes usan capas", escribió un usuario en apoyo a los trabajadores de la salud.
El gobernador Polis reconoció la semana pasada que el nivel actual de distanciamiento social y otras restricciones no es sostenible a largo plazo, pero dijo que cualquier reapertura tendría que ocurrir gradualmente, con algunas precauciones vigentes durante varios meses.