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twitter.com/DanHillHistory
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Abren la maleta de un soldado de la Primera Guerra mundial a 90 años de su muerte

Mayra Pérez
11 may 2020
14:40

Una maleta llena de las pertenencias de un soldado de la Primera Guerra Mundial fue descubierta intacta 90 años después de que su dueño fue herido de muerte en la batalla de Somme.

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Para el historiador Dan Hill, el hallazgo ha sido equivalente a encontrar una cápsula del tiempo, y en su cuenta de Twitter compartió su contenido y contó la historia a través de los objetos que encontró en su interior.

“Este es Ted. Por más de 90 años fue uno de los miles de caídos de la Primera Guerra Mundial. Hace unos años, su sobrino encontró su maleta al limpiar su desván. Me llamó y me preguntó si quería verla. Lo que encontré fue simplemente increíble”, dice el historiador.

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El joven de 18 años Ted Ambrose, nativo del tranquilo pueblo de Herfordshire, era el mayor de seis hermanos y a esa corta edad decidió unirse al ejército de los Estados Unidos. Su padre le escribió una emotiva carta que siempre llevó consigo.

Pasó nueve meses entrenándose para la dura labor que muy pronto tendría que afrontar, y luego fue asignado como primera línea con el sexto regimiento de Bedfordshire.

Los británicos lanzaron su primera ofensiva en El Somme, y la explosión de un artefacto provocó la ruptura del tímpano de Ted, en cual fue recluido en el hospital, desde donde le escribiría una dulce carta a su novia Gladys.

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A poco de regresar al campo de batalla, Ted cayó contagiado con sarampión alemán, del cual se recuperó sin contratiempos, y se incorporaría por última vez a la guerra el 1 de julio de 1916.

El 7 de julio de ese mismo año, el soldado Ambrose fue gravemente herido en la cabeza, el brazo y la pierna en un bombardeo de artillería en la brutal batalla del Somme, donde alrededor de 100 hombres de su regimiento fueron heridos y asesinados.

Fue trasladado de urgencia al hospital en Etaples, a 40 millas de Calais, para recibir tratamiento urgente, y su madre intentó visitarlo pero el ejército no se lo permitió, pues ya el soldado había fallecido. Posteriormente, le enviaron las pertenencias de Ted en una maleta de cuero marrón hasta Hertfordshire.

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En medio de su dolor, al saber de la muerte de su hijo del cual no pudo despedirse, la madre puso la maleta en un rincón del desván, donde jamás revisó su contenido, y solo la abrió por un instante para guardar las medallas que recibió póstumamente el mismo año de su muerte.

“Su pipa con tabaco quemado desde la última vez que la fumó, una caja que aún contenía sus cigarrillos sin fumar, un con la foto de su novia Gladys, una foto de su madre, las medallas que nunca usó y, por supuesto, una carta del papá”, describe Dan sobre el contenido.

El cuerpo del soldado fue enterrado en un cementerio fuera del hospital Etaples. A la muerte de su madre, la maleta fue heredada por su hermana Margaret, quien luego se la pasó a los hijos de ella, John y David.

Un militar sentado y rodeado de armas. | Foto: Pexels/Mike

Un militar sentado y rodeado de armas. | Foto: Pexels/Mike

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En 2014, John, el sobrino nieto del soldado, quiso revisar los tesoros del desván y se encontró con la maleta. De inmediato decidió contactar al historiador Hill y preguntarle si estaría interesado en el contenido de una maleta que llevaba más de nueve décadas sellada y que hoy nos cuenta su historia.

"Ted no era un soldado famoso. No realizó ningún acto poco común de gallardía que hoy se recuerde. Era un muchacho ordinario de un pueblo tranquilo en Hertfordshie que simplemente cumplió con su deber”, dice Dan Hill.

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