Enrique Espinosa, el niño de "Hola, soy Edu. ¡Feliz Navidad!", sorprende con su cambio físico
El regreso del joven actor sorprendió a sus fanáticos, quienes lo llevan en el corazón desde que protagonizó el comercial de Airtel.
Enrique Espinosa entró en los hogares españoles con el famoso comercial de televisión en el que aparecía llamando por teléfono y diciendo: "Hola, soy Edu. ¡Feliz Navidad!".
Su regreso a la pantalla chica fue en el programa 'Obrim Fil' de Xavier Sardá y Ana Boadas para hablar sobre su vida después del exitoso comercial que lo lanzó al estrellato.
Enrique Espinosa en el famoso comercial. | Foto: Captura de Youtube/ TV3
En 2018, el joven rodó otro anuncio auspiciado por Volkswagen. En el comercial, Edu ya era adulto. Sentado en el sofá de su casa estaba llamando a su familia para desearles una Feliz Navidad. Sin embargo, se arrepiente y decide viajar para verlos personalmente.
En aquel momento, Espinosa tenía un poco de sobrepeso. El saco color mostaza y las gafas le daban un toque formal. Esa fue la última imagen que los televidentes conservaban de él.
Dos años después, Enrique reaparece con un notorio cambio físico. Ahora, tiene un aspecto delgado, atlético y su look es más juvenil, pero acertado para un empresario.
Y es que en la actualidad, "Edu" o mejor dicho Enrique Espinosa, es especialista en desarrollo web y marketing online. Se desempeña como consultor y CEO de empresas enfocadas en servicios digitales junto a su pareja Ariadna, de quien presume en sus redes sociales.
Según el portal 20 minutos, la interpretación de Edu a sus 6 años le generó algunos episodios de acoso a Espinosa, quien optó por negar su personaje infantil.
No obstante, esa misma actuación ha sido rescatada como herramienta publicitaria para su agencia de marketing. Como un hombre de negocios sabe que el público lo sigue asociando a aquel comercial de telefonía móvil.
Por eso, durante una entrevista con Telemadrid afirmó, en tono de broma, que estaba haciendo algunas diligencias para cambiarse su nombre a "Edu" y de esa manera unirse a todos los Eduardos de su país que han sentido el impacto de su famosa frase navideña.
Enrique reconoce que la fama cuando llega de golpe es difícil para un niño. Sin embargo, ha sabido sacarle provecho a la viralización de su personaje que siempre vuelve al recuerdo de las familias españolas por la época de Navidad.