Esposo hace todo lo posible para poner a prueba a su esposa y a su novia, luego se enfrenta a la dura verdad - Historia del día

Un hombre fue demasiado lejos para poner a prueba a su esposa y a su novia. Pero las cosas no salieron como él esperaba, y se enfrentó a la dura verdad.

"¿No crees que es demasiado, Carla?", Dilan, el esposo de Carla, casi le gritó. "Es la tercera vez esta semana que llegas a casa tan tarde".

"Podemos discutir eso más tarde, Dilan", dijo ella en voz baja. "Estoy muy cansada".

Dilan la miró con seriedad. "¿Pero qué pasa con la cena? No voy a pedir comida otra vez".

En este punto, Carla perdió la calma. "¡¿Hablas en serio, Dilan?! ¿No puedes arreglártelas tú solo?"

"¡Claro que no!", respondió él. "¡Sabes que no sé cocinar! Por cierto ¿qué es tan importante en el trabajo estos días que siempre llegas tan tarde?".

"No quiero discutir contigo, Dilan. Me voy a dormir", dijo la mujer mientras se dirigía al dormitorio.

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Conversaciones como estas se habían convertido en una rutina diaria para Carla. Si todo hubiera sido como antes, al menos se habría molestado en explicarle a Dilan por qué solía llegar tarde a casa.

Pero desde que había descubierto que Dilan tenía una aventura con su colega, apenas le importaba. Sabía que un día estaría sentada en el despacho del abogado firmando los papeles del divorcio y poniendo fin a su relación con el hombre que había amado.

Dilan, en cambio, solo se preocupaba de sí mismo. Aunque era consciente de que Carla estaba desbordada en el trabajo, nunca hacía su parte con las tareas domésticas. Solo le preocupaba su propia comodidad.

En cuanto a sus peleas diarias, se habían hecho demasiado frecuentes para el gusto de Dilan. Estaba deseando tener la oportunidad de demostrarle a Carla que tenía a alguien en su vida que era mucho mejor que ella. Y tuvo la oportunidad de hacerlo.

Un día, Dilan se dirigía a encontrarse con su novia Ana cuando fue testigo de un horrible accidente. Vio a un hombre en una ambulancia, al que le faltaba una pierna.

De repente, Dilan tuvo una idea. Decidió visitar a su amigo que trabajaba como traumatólogo. Se llamaba Roberto. Le dijo que llamara a Ana y a Carla, y les dijera que había tenido un terrible accidente, por lo que debían acudir al hospital lo antes posible.

Roberto estaba perplejo. "¿Estás bien, Dilan?", preguntó, desconcertado. "¿Por qué se te ocurre hacer algo así?".

"Bueno, quiero poner a prueba a mi mujer y a mi novia. Quiero demostrarle a mi esposa que hay alguien en mi vida que es mejor que ella y que se preocupa por mí. Estoy seguro de que Ana pasará la prueba. Al fin y al cabo, ella me quiere", respondió Dilan.

"¡Estás loco, hombre! ¿Cómo puedes pensar así?", Roberto estaba sorprendido.

"Haz lo que te digo, Rob. Vamos", respondió Dilan alegremente.

Roberto no quería escuchar a Dilan, pero seguía insistiendo, así que finalmente, Roberto hizo la llamada. Primero llamó a Ana.

"Hola, ¿habla Ana González?", preguntó Robert en la llamada.

"Sí, ¿quién es? ¿Y de dónde has sacado mi número?", inquirió ella.

"Siento decirle esto, señora, pero el señor Dilan Martínez ha sufrido un terrible accidente. La hemos llamado a usted porque su número estaba en su lista de contactos de emergencia", explicó Roberto.

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"¡Oh, Dios!", respondió Ana tras una pausa. "Me gustaría poder ayudar, pero solo soy su colega y actualmente estoy fuera de la ciudad. Creo que deberías ponerte en contacto con alguien de la oficina principal y conseguir el número de su mujer", añadió y desconectó la llamada.

Dilan se sorprendió. No podía creer que Ana hubiera mentido en la llamada. "¡No puedo creerlo, Rob! No sabía que Ana fuera así. Ni siquiera parecía preocupada", dijo el abatido Dilan.

"Bueno, entonces ya es hora de que dejes de menospreciar a tu mujer, Dilan", sugirió Roberto.

"Estoy muy sorprendido, Rob. Hoy iba a casa de Ana. Incluso le he comprado sus flores favoritas, ¡y pensaba proponerle matrimonio pronto!", comentó Dilan.

"Bueno, es bueno que te hayas dado cuenta de que estabas confiando en la mujer equivocada", explicó Roberto.

"Pero...". Antes de que Dilan pudiera terminar, su amigo lo interrumpió.

"Ahora, vamos a llamar a tu esposa. Sé que estará preocupada por ti. Ella te quiere, Dilan, y esta llamada lo demostrará", dijo Roberto con seguridad y marcó el número de Carla.

Sucedió lo que Roberto había predicho. La esposa se quedó sorprendida al recibir la devastadora noticia. Se puso a llorar en la llamada y dijo que estaría en el hospital en 20 minutos.

Pero Dilan quería poner a prueba a su mujer aún más, así que le pidió a su amigo que le llevara a una sala e informara a Carla de que estaba en coma. Robert hizo lo que Dilan había sugerido. Cuando ella entró en la sala, empezó a llorar y a hablar con Dilan, que estaba tumbado con los ojos cerrados.

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"Lo siento, cariño. No debería haberme peleado contigo, pero no tenía otra opción. Quería evitarte todo lo posible porque pensé que me facilitaría las cosas si me dejabas. Sé que ya no me quieres y que estás saliendo con otra persona".

Dilan abrió los ojos y abrazó a su esposa. Sus ojos se llenaron de lágrimas. "Lo siento mucho, Carla. No me di cuenta de lo equivocado que estaba. Créeme. Nunca volveré a engañarte".

"Espera un minuto, Dilan. ¿Estás bien?". La mujer estaba sorprendida. "Entonces, ¿todo esto fue una broma?".

"No quiero hablar de eso. ¿Podemos quedarnos así un rato? ¿Por favor?", dijo Dilan.

Carla lo abrazó con fuerza y permanecieron en esa postura durante diez minutos. Dilan se lo confesó todo a su esposa de camino a casa, prometiéndole que no volvería a mirar a otras mujeres.

Dilan hizo lo que había prometido. Después de ese día, no volvieron a discutir y, un año después, dieron la bienvenida al mundo a una preciosa niña.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

Nunca engañes a tu pareja: La forma en que Dilan engañaba a Carla con Ana no era en absoluto correcta.

A veces las cosas equivocadas conducen a algo correcto: Aunque el hecho de que Dilan pusiera a prueba a su mujer y a su novia de esa manera no estaba bien, le hizo darse cuenta de que su mujer era la única que se preocupaba de verdad por él.

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Esta es una obra de ficción inspirada en la historia de un suscriptor y escrita por un redactor profesional. Los nombres, personajes, negocios, eventos e incidentes son productos de la imaginación del autor. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, o hechos reales que hayan ocurrido es pura coincidencia. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.