Adolescente entrega a su bebé al orfanato y años después lo conoce accidentalmente - Historia del día
Amber quedó embarazada a los 17 y el papá del bebé no quiso hacerse responsable del niño. Sus padres se sintieron avergonzados y la obligaron a dar a su hijo en adopción. Pero el niño apareció en su vida de la manera más inesperada.
"¡No puedo creer que hayas hecho esto!", gritó Nadia, la madre de Amber, cuando ella le habló de su embarazo.
"Tienes 17 años, jovencita. ¿Qué vas a hacer con un bebé? ¡Tu vida está arruinada!", expresó su padre, Nicolás. "¡Esto va a arruinar nuestra reputación!".
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Los papás de Amber eran miembros de la alta sociedad de su ciudad. Eran ricos y solo se vinculaban con gente adinerada. También asistían constantemente a eventos benéficos y tenían conexiones con políticos.
Pero, además, su familia también era religiosa y creían que todos los juzgarían por tener una hija adolescente que estaba embarazada sin estar casada.
"¡¿Quién es el padre?!", preguntó Nicolás bastante molesto.
"Es Brian Carrasco", respondió Amber.
“Bueno, los Carrasco son una gran familia. Tal vez podría funcionar...", pensó Nadia.
“No, Nadia. ¿De qué estás hablando? Los Carrasco harían cualquier cosa para mantener su reputación. Negarían cualquier asociación con este niño. Amber tiene que abortar inmediatamente”, precisó Nicolás.
"¡No!", exclamó la jovencita embarazada.
"¡No tienes muchas opciones!", refutó su padre.
"No me importa. Es mi cuerpo, mi elección", razonó Amber.
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“Entonces será mejor que convenzas a Brian de que se case contigo de inmediato”, insistió el progenitor antes de encerrarse en su oficina.
"Amber, te criamos para que creyeras que los abortos están mal, pero tener un bebé a tu edad y sin esposo... no es la mejor opción", dijo su madre, tratando de persuadirla.
La adolescente decidió hablar con Brian al día siguiente, pero él negó todo. Además de insultarla, también le dijo que abortara, pero ella no estaba dispuesta a hacer eso.
“Brian no asumirá la responsabilidad, pero tú todavía no quieres un aborto. Podemos ocultar tu embarazo y luego dar al bebé en adopción. Es la única forma, cariño. Fuiste irresponsable y no te apoyaremos si decides quedártelo”, expresó Nadia.
"Pero mama…"
"Lo siento. Sé que esto es duro, y técnicamente es mi nieto. Pero tu padre y yo no cederemos en esto. Espero que hagas la elección correcta para ese bebé”, finalizó su madre y la dejó reflexionando.
Amber pensó toda la noche. Calculó el costo de vida en su ciudad y lo que se necesitaría para criar a un hijo, y no podía hacerlo a su edad y sin ningún apoyo. No era factible, por lo que aceptó la idea de sus padres.
Ella ocultó todo su embarazo y dio a luz en una parte privada del hospital. Inmediatamente se enamoró del chico y de sus ojos verde esmeralda.
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"Siento no poder retenerte, bebé. Espero que tengas una vida maravillosa”, le dijo Amber a su hijo antes de que la señora de la agencia de adopción se lo llevara.
"Te recuperarás de esto, y en el futuro, verás cómo fue la elección correcta, Amber", dijo su madre en el camino de regreso a casa desde el hospital.
Pero Amber estaba resentida con ellos, así que dejó su casa después de cumplir 18 años y nunca volvió a hablar con sus padres.
Se instaló en un pequeño pueblo y se inscribió en la universidad local antes de transferirse a otro centro de estudios donde se formó como profesional en cuatro años.
Después de graduarse, Amber comenzó a trabajar y a desarrollar una gran carrera docente. Finalmente consiguió un trabajo fantástico en una destacada escuela privada.
Conoció a un hombre llamado Jaime con el que se casó después de salir durante algunos años. Acordaron esperar un poco antes de tener hijos, pero Amber no se había olvidado de su niño después de todos estos años.
Un día, un estudiante nuevo fue transferido a su clase de tercer grado. Su nombre era Adrián Lima y tenía los mismos ojos esmeralda que ella había visto en el hospital. Amber lo miró disimuladamente durante su clase, preguntándose si sería su hijo.
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Cuando terminó la escuela, vio que la madre de Adrián lo recogió. Estaba claro que era adoptado porque ella era de piel oscura, mientras que el niño era blanco como la nieve. Esa noche, se lo contó a Jaime y él sugirió que hablara con los padres.
Sorprendentemente, acordaron reunirse con ellos. El Sr. y la Sra. Lima eran las personas más amables del mundo. Amber les contó todo sobre su pasado y cómo se vio obligada a renunciar a su hijo.
Anna Lima le mostró el papeleo de la agencia de adopción, que incluía la fecha y el lugar de nacimiento de Adrián.
"Sí, es su cumpleaños y es el mismo hospital", confirmó Amber.
“Nunca le hemos mentido a Adrián sobre ser adoptado. No sabíamos nada sobre sus padres biológicos, pero seguro estaba destinado a conocerse", comentó Anna. Hablaron un poco más y Amber finalmente pidió ver a su hijo.
"Me alegro de que seas tan comprensiva. ¿Existe la posibilidad de que pueda compartir con Adrián?", preguntó Amber.
Afortunadamente, la madre adoptiva entendió y estuvo de acuerdo después de pensarlo un poco. Planearon una cita de juegos en un parque unos días después, y Anna llevó a Adrián al encuentro.
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"Entonces, ¿eres mi madre biológica?", preguntó después de saludar a la educadora.
"Sí lo soy. Pero puedes llamarme Sra. Amber porque también soy tu maestra", respondió.
"Me parezco a ti", agregó el niño.
"Sí, nos parecemos mucho", estuvo de acuerdo Amber.
"Pero ¿qué hay de mi mamá?", expresó Adrián preocupado mientras miraba a Anna.
"Oh, Adrián. Ella siempre será tu madre y no estoy tratando de reemplazarla. ¿Pero crees que yo también podría tener un lugar en tu corazón? Si está bien con tu mamá", consultó Amber.
El niño estuvo de acuerdo y le sonrió por primera vez a su maestra. Luego jugaron un rato en el parque hasta que se fue a divertir con otros niños y Anna y Amber se quedaron solas.
"No puedo agradecerte lo suficiente por esto, Anna. Sé que fue mucho pedir”, dijo Amber agradecida.
“Oh, Amber. He criado a ese niño desde que era un bebé y tú me diste ese regalo. Siempre quise conocerte”, respondió la madre adoptiva. Se miraron con sonrisas llorosas y se tomaron de las manos durante unos segundos.
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¿Qué podemos aprender de esta historia?
- Lucha por lo que crees que es correcto: Nadie tiene derecho a decidir sobre tu cuerpo. Es tu elección y debes hacer lo que pienses que es correcto.
- La adopción puede ser una bendición: Si bien Amber no quería dar a su hijo en adopción, fue una bendición que la familia Lima adoptara a Adrián. Anna estaba muy agradecida por haberse convertido en la madre del niño.
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Este relato está inspirado en la historia de un lector y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.