Hombre deja a su esposa embarazada porque dice que quiere disfrutar la vida - Historia del día

Un hombre dejó a su esposa embarazada porque no quería “desperdiciar su vida” cuidando a un niño. Pero la vida le enseñó una lección vital y rápidamente se arrepintió de sus acciones.

Brandon y María estaban perdidamente enamorados y se casaron poco después de graduarse de la universidad. Durante los primeros años de su matrimonio, todo parecía funcionar a la perfección.

Él adoraba a su esposa y nunca le decía que no a su amada. Pasó poco tiempo antes de que ella anunciara que estaba embarazada y la felicidad del hombre no conocía límites.

Sin embargo, con el tiempo, comenzó a pensar demasiado en las cosas. Sus compañeros bromeaban diciéndole que se despidiera de su vida, pues tendría que cuidar al bebé constantemente.

Pero también le contaban que la apariencia de sus esposas se había deteriorado después de tener bebés. Frases como “Mi esposa engordó mucho”, y “Me espera la elefanta en casa” se hicieron parte usual de su conversación.

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Todas estas discusiones le echaban leña al fuego, y Brandon comenzó a pensar que cuidar a un niño significaría sacrificarlo todo y desperdiciar su vida.

Entonces, un día, regresó temprano del trabajo y fue directamente a ver a María para convencerla de que interrumpiera el embarazo.

“No quiero tener este hijo, María”, dijo mientras se acercaba a ella. La mujer quedó atónita. “Cariño, ¿qué pasa? ¿Alguien te dijo algo?”.

“Nada de eso”, contestó él después de hacer una pausa por un momento. “No creo que esté listo para convertirme en padre todavía”.

María se echó a reír. “Por Dios, Brandon. Está bien. Los nuevos padres a menudo están ansiosos por saber si podrán cuidar adecuadamente a sus hijos”.

“Sabes lo que dicen, ¿verdad? Nunca estás listo para ser padre. Cuando finalmente tienes al pequeño es cuando te das cuenta de lo que se siente ser padre”.

“No, María, hablo en serio”, respondió el hombre con firmeza. “No quiero a este niño”.

La mujer tomó la mano de su esposo y dijo con calma: “Cariño, estás estresado en este momento. Hablemos de eso otro día, ¿de acuerdo?”.

Brandon sacudió su mano para soltarla de la de María y gritó: "¿Pero no entiendes lo que te digo? ¡Que no quiero convertirme en padre!". En este punto, incluso María perdió la calma.

“Deja de actuar como un niño. Estabas muy feliz cuando te hablé del embarazo. ¿Qué pasó de repente? ¿Es uno de tus estúpidos amigos quien te aconseja que no deberías tener este hijo?”.

“No importa quién me diga qué. No quiero malgastar mi vida cambiando pañales sucios. Quiero disfrutar mi juventud, así que no vamos a tener un hijo", sentenció.

“Brandon, te repito nuevamente”, dijo la mujer en tono firme. “Por favor, cálmate, por el amor de Dios. No dejaré que tomes una decisión estúpida solo por lo que piensen tus amigos, ¿de acuerdo?”.

“¿Quién diablos te crees que eres para decidir lo que debería estar haciendo?”, Brandon dijo furiosamente. “¡Quédate con el niño si quieres, pero no voy a malgastar mi vida con ese idiota!”.

María dio un paso adelante y le dio una bofetada a su esposo en la cara. “¡No te atrevas a decir una palabra sobre mi hijo!”, dijo enojada.

“Perfecto. Quédate con ese niño. ¡Pero te dejo ahora mismo!”, gritó el hombre. Y en los siguientes diez minutos, empacó todas sus pertenencias y salió de la casa.

La futura madre no podía creer lo que acababa de pasar. Hace unos días, Brandon estaba muy emocionado de convertirse en padre, y de golpe manifestó que no quería tener un hijo. Estaba devastada. Sin embargo, decidió quedarse con el bebé y criarlo ella sola.

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Pasaron los años. María ahora vivía feliz con su hijo de ocho años. La vida de Brandon, por otro lado, se volvió más miserable. Sus compañeros de trabajo solían irse de vacaciones con sus familias y pasaban los fines de semana con sus hijos, pero él estaba solo.

Su novia reciente lo había dejado por otro hombre y, francamente, él no tenía ganas de salir con nadie. Quería volver con María. Quería disfrutar de la vida familiar.

Incluso había intentado ponerse en contacto con ella varias veces, pero su exesposa no le devolvió las llamadas ni los mensajes de texto.

Sin embargo, un día, sus caminos se cruzaron nuevamente... solo para que Brandon se diera cuenta de lo equivocado que estaba al dejar a su esposa embarazada.

Era viernes por la noche. El hombre estaba sentado en el parque mirando a otros niños jugar y pensando en su hijo, que también habría crecido como ellos.

De repente, escuchó una voz desde atrás. Cuando se giró para ver quién era, vio a un niño parado allí sosteniendo un palo corto.

“¿Le importaría traerme mi avión de papel?”, le preguntó el chico al hombre. “Está atascado en el árbol y no puedo alcanzarlo”.

Brandon le dedicó una sonrisa agradable y rápidamente sacó el avión del árbol y se lo dio. “Gracias”, respondió el niño con una sonrisa amistosa.

“No fue nada. Diviértete”, dijo el hombre, moviendo sus manos sobre el cabello de seda del chico. Luego, el niño corrió hacia una dama. “Mamá, mira, recuperé mi avión”, le dijo.

“Eso fue muy valiente de tu parte, Aaron”, respondió la mujer. “Ven, vamos a casa ahora”.

Cuando Brandon la miró de cerca, no podía creer lo que veía. La mujer era María. Se veía tan hermosa como antes, o tal vez más atractiva, pensó Brandon para sí mismo.

Siguió mirándolos. Parecían muy felices juntos. Por un momento, sintió ganas de correr hacia ellos y abrazarlos, pero antes de que pudiera decidir qué hacer, la mujer agarró la mano de Aaron y se alejó.

El chico se giró para mirar a Brandon mientras se iba y se despidió. Pero el hombre se quedó allí parado con lágrimas corriendo por su rostro, pensando en la mala suerte de haber abandonado a una familia tan encantadora.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

Pensar demasiado puede conducir al desastre. Brandon comenzó a pensar demasiado e instó a María a interrumpir el embarazo después de escuchar a sus colegas sobre cómo sus vidas se habían vuelto horribles después de que sus esposas habían quedado embarazadas.

Nadie puede vencer el amor de una madre por su hijo. Cuando Brandon abandonó a María, ella estaba desconsolada. Sin embargo, eligió quedarse con el niño y criarlo por su cuenta.

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Este relato está inspirado en la historia de un lector y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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