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Tumbas en un cementerio con un ramo de rosas en una de ellas. | Foto: Shutterstock
Tumbas en un cementerio con un ramo de rosas en una de ellas. | Foto: Shutterstock

Tras la muerte de su hijo, mujer ve a un hombre idéntico a él sentado en el cementerio - Historia del día

Una madre afligida visita la tumba de su hijo casi todas las semanas. Se sorprende cuando llega allí un día y se encuentra con un chico que es la viva imagen de su difunto retoño.

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Los ojos de Nina Álvarez se llenaron de lágrimas nuevamente y, antes de darse cuenta, estaba llorando incontrolablemente mientras colocaba un ramo de flores frente a la tumba de su hijo.

Samuel Álvarez tenía solo diez años cuando un tornado azotó su casa y le quitó la vida. Su muerte dejó devastados a Nina y a su esposo, Tomás.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

La pareja se esforzó en tratar de superar la realidad de que su hijo ya no estaba vivo. Pero no importó cuánto lo intentaran, Tomás no logró superar la pérdida y cayó en depresión un año después de perder a su hijo.

Nina estaba sin vida, excepto por el hecho de que todavía respiraba y lloraba desesperadamente cuando veía una fotografía de Samuel.

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Tomás solía ser un hombre brillante y alegre, pero perder a su hijo lo había envejecido en un instante. Rara vez sonreía, y mucho menos le hablaba a su esposa.

Tras la muerte de su niño, Nina intentó volver a la vida normal, aunque no logró su cometido. A lo largo de diez años, la mujer visitaba la tumba de su hijo casi todas las semanas.

Un día durante una de sus visitas, después de dejar las flores cerca de su tumba, Nina se sentó allí un rato y repitió una oración en su cabeza.

Realmente no le quedaba mucho en su vida, considerando cómo habían ido las cosas, pero no quería sufrir más y rogaba a Dios que los mantuviera a ella y a Tomás a salvo.

Terminó la oración y regresó a casa, con los ojos llorosos, pensando que, si Samuel todavía estuviera vivo, sería un joven apuesto y encantador de 20 años.

Cuando volvió una semana después, casi se desmaya al ver a Samuel sentado en el cementerio.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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“¿Cómo... cómo es posible?”. La madre estaba en estado de shock. Entonces estacionó su auto y se acercó a él.

“Hola cariño, soy Nina”, dijo con la voz temblorosa, aún sorprendida por la apariencia del joven.

¡Esto tenía que ser un sueño o una mala pasada de su mente! El joven era idéntico a Samuel, ¡su Samuel!

“Si Samuel viviera hoy, ¡se vería exactamente como él! Espera un momento, ¿acaso él está...?”.

El chico la miró, perplejo. “Lo siento, señora, pero ¿nos hemos visto antes?”.

“Tú, eres mi hijo. ¡Eres mi hijo! Eres el gemelo idéntico de Samuel. ¡Te encontré!”, exclamó, rompiendo en llanto.

“Uf, señora", el chico le lanzó una mirada extraña. “Mire, no estoy seguro de lo que está hablando, pero usted no es mi madre. Mi mamá falleció y he venido a presentar mis respetos. Por favor, discúlpame”.

“¡No! Eso no es cierto, querido. Soy tu madre. ¡Esa mujer te alejó de mí! Tuve gemelos hace 20 años, pero hubo un incidente en el hospital y uno de mis hijos fue secuestrado por una mujer”.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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“Intentamos todo para localizarlo, pero no pudimos encontrarlo. ¡Estoy muy contenta de haberte encontrado finalmente! ¡Vamos, vámonos a casa!”.

“¡Ya basta, señora!”, dijo el chico casi gritando. “¡Deje de faltarle el respeto a la memoria de mi difunta madre!”.

“¡Mi nombre es Roberto Tovar, y el nombre de mi mamá es Celina Tovar! ¡Sé que ella me adoptó y me amaba! ¡No le creo nada de lo que me acaba de decir!”.

“¡Ella no te adoptó! ¡TE SECUESTRÓ!”, dijo Nina casi entrando en pánico. “Está bien, hagamos algo. ¿Qué tal si nos hacemos una prueba de ADN? Confía en mí, no estoy mintiendo”.

“Aquí está mi dirección y número de contacto. Puedes llamarme cuando quieras...”, dijo y le entregó un papel con los detalles.

En este punto, Roberto estaba en un apuro. ¿Era cierto que Celina lo había secuestrado? No tenía idea de qué hacer. Pero no se atrevía a pensar que la mujer que lo había criado con amor había perpetrado un crimen tan atroz como robar el hijo recién nacido de alguien.

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“Sigo sin creerle, señora”, espetó. “¡Y le demostraré que mi VERDADERA madre no hizo lo que usted dice!”, respondió, mirándola a los ojos antes de alejarse.

Nina no podía creer que después de todos estos años, había vuelto a encontrarse con su hijo perdido. ¡Se apresuró a casa para contárselo a Tomás y él sonrió por primera vez en años! “¿Es realmente nuestro hijo, Nina? ¿Nuestro hijo?”.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

“¡Sí, Tomás! ¡Estoy segura! ¡Lo conocí! ¡El hermano gemelo de Samuel!”.

“Entonces, ¿por qué no está en casa contigo? ¿No quiere conocer a su padre?”.

“Lo hará, Tomás. ¡Lo hará!”, le aseguró la mujer. Sin embargo, después de que pasó casi una semana sin noticias de Roberto, Nina comenzó a perder la esperanza.

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Regresó al cementerio, pero nunca lo volvió a ver allí y sintió que él nunca volvería con ella. Pero una tarde sonó el timbre de su puerta: era Roberto.

“¡Roberto! ¡Estoy muy feliz de verte! ¡Entra! ¡Tomás!”, gritó la mujer. “¡Tenemos un invitado especial! ¡Ven aquí ahora mismo!”.

“Necesitaba hablar con usted sobre algo, Sra. Álvarez. Quiero decir, mamá... Mire, yo... me disculpo por mi arrebato ese día”.

“Estaba tratando de verificar si mi madre realmente me había adoptado o no. Y resultó que todos los papeles de adopción y otros artículos que descubrí en su armario eran falsos”.

“Eso significa que usted tenía razón y yo no. Entonces, usted es mi VERDADERA madre, supongo”, dijo el joven y luego la abrazó.

“¡Lo sabía, Roberto! Sabía que vendrías. ¡Dios mío, gracias! Entra. ¡Tu padre te está esperando!”, dijo ella mientras lo conducía adentro de la casa.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Cuando Tomás vio al joven, ¡no pudo controlar las lágrimas! Envolvió sus brazos alrededor de él y sollozó con todo su corazón. Nina todavía no podía creer que se habían reunido con su hijo perdido después de todos estos años.

Ese día cambió muchas cosas en su vida. Por un lado, ella y su esposo encontraron un nuevo entusiasmo por vivir, mientras que Roberto, quien fue criado solo por Celina, recuperó a sus padres.

Desafortunadamente, nadie supo por qué la mujer lo había secuestrado cuando era un recién nacido, pero “bien está lo que bien acaba”, creía Nina, pues estaba encantada de tener a Roberto de vuelta en su vida.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Las mentiras tienen una forma de filtrarse. Celina nunca hubiera imaginado que su verdad secreta sería revelada, pero Roberto y la familia Álvarez la descubrieron.
  • La vida te sorprende cuando menos te lo esperas. Nina y Tomás nunca pensaron que se reunirían con su hijo secuestrado, pero sucedió porque así de impredecible es la vida.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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