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Una mujer con dos niños en un bote | Foto: Shutterstock
Una mujer con dos niños en un bote | Foto: Shutterstock

Tras la muerte de mamá, hijo encuentra foto suya de la infancia con ella y un niño que se parece a él - Historia del día

Un hombre visita la casa de su madre tras su muerte y descubre una vieja fotografía de él junto a ella y un niño que se parece a él. Decide buscar al chico y hace un impactante descubrimiento.

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La mayoría de las personas tienen vínculos emocionales con su hogar de la infancia y por lo general no están dispuestas a venderlo. Pero Bernardo Daza estaba decidido a deshacerse de su antigua casa tras la muerte de su madre.

Una semana después de su funeral, él se puso en contacto con una agencia para encontrar compradores. Pronto encontró una pareja que estaba interesada en comprar la casa.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Bernardo y su esposa Carolina viajaron esa semana desde la ciudad donde vivían para reunirse con los posibles compradores. Estaban inspeccionando la casa con el agente, el Sr. Fernández, cuando la mujer se topó con uno de los álbumes de la infancia de su esposo.

“Bernardo”, gritó. “Mira esto. ¡Eras muy adorable cuando eras niño! Tengo curiosidad por saber si hay más álbumes aquí. Aun así, te aconsejo que reconsideres vender la casa, cariño. Tiene tus recuerdos de la niñez”.

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El hombre se encogió de hombros. “No es como si tuviera muchos recuerdos felices aquí. Mamá y yo nunca hablamos después de que me mudé. Sabes, nunca pude entenderla. Nunca me habló de mi padre, por mucho que le rogué”.

“Solía ​​ver a otros niños jugando béisbol con sus papás, pero yo siempre estaba sentado solo en una esquina, pensando en mi padre”.

“Ay, mi amor. Estoy segura de que ella tenía sus razones. Sabes que te amaba. Te brindó una buena educación, te ayudó a convertirte en abogado y te crio sola. Estoy segura de que no fue fácil ser una madre soltera. No habría hecho todo eso si no te amara”.

"Sí, como sea…”.

“Disculpen, Sr. y Sra. Daza”, los interrumpió el Sr. Fernández. “Llegaron los posibles compradores”.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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“Ah, claro, vamos”, dijo la mujer sonriendo. Luego se giró hacia su esposo. “No hay necesidad de apresurarse, Bernardo, recuérdalo. Todavía puedes negarte a vender la casa. Al final, es tu decisión”.

“Voy a vender la casa, Carolina. No quiero quedarme aquí ni un minuto más, créeme. Y en cuanto a este álbum, bueno... desearía que ella hubiera priorizado a su hijo por encima de estas actividades frívolas. Ponlo donde estaba. No necesitamos eso”.

“No quiero. ¡Me lo quedaré! Nuestros hijos deberían conocer lo guapo que era su padre cuando era niño”.

“¡Bien, haz lo que quieras!”, dijo el hombre encogiéndose de hombros mientras se alejaba.

Carolina guardó el álbum en su bolso e hizo un retoque final al ambiente antes de conocer a los posibles compradores. Su reunión duró alrededor de una hora.

En el transcurso de ese tiempo hicieron un recorrido completo por la casa y discutieron el precio final. Cuando terminó la reunión, Bernardo y Carolina decidieron comer en un restaurante.

Cuando llegaron, el hombre le dijo que siguiera adelante y que él estacionaría el auto y se reuniría con ella. Carolina salió del auto y se alejó, sin darse cuenta de que había dejado su bolso en el auto.

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Bernardo, afortunadamente, lo notó y lo agarró de su asiento después de haber estacionado el vehículo. De repente, el álbum se cayó de su bolso y captó su atención.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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“¿De verdad tomaste el álbum, Carolina?”, dijo mientras suspiraba. Él tomó el álbum y la curiosidad se apoderó de él. Empezó a ver fotos de él y su madre. Sin darse cuenta, las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos

Se limpió la cara con la mano y notó que algo se había caído del álbum. Era una de las fotos, así que la recogió para volver a guardarla.

Pero al ver la foto de cerca, Bernardo notó que era una foto de él con su madre y un niño desconocido que se parecía mucho a él.

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“¿Quién es él?”, se preguntó. Volteó la foto y vio un escrito: “Bernardo y Ronaldo, 1986”.

“¿Quién es Ronaldo? ¿Y cómo lo conoció mamá? Será mi... ¡De ninguna manera! ¡No puede ser mi hermano!”. Ben estaba perplejo. Se apresuró al restaurante y le mostró la foto a Carolina. Ella también estaba sorprendida.

“¡Dios mío, Bernardo! ¡Te juro que pareciera ser tu hermano! ¡Nadie diría que no lo es!”.

“Lo sé. Pero si realmente lo es, ¿por qué mamá no me dijo nada sobre él?”.

“Vamos a tratar de localizarlo. Eso puede ser difícil, pero no creo que sea imposible”.

“Bueno, no tengo elección, cariño. Quiero saber quién es él. Tengo que encontrarlo”.

Ese día, después de regresar del restaurante, Bernardo intentó buscar a Ronaldo a través de Facebook, pero no tuvo éxito. Ninguno de los hombres que había encontrado con ese nombre se parecían en nada a él.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Así que volvió a la casa de su madre y buscó en su guardarropa los registros del hospital donde ella había dado a luz. Le tomó algún tiempo, pero finalmente los encontró.

Lamentablemente, los papeles se habían vuelto amarillos y ni siquiera podía distinguir claramente el nombre del hospital. Sin embargo, hizo algunas conjeturas sobre las letras descoloridas y, por fortuna, encontró el hospital en línea.

Llamó a las autoridades del centro médico, pero debido a que había pasado mucho tiempo desde el parto de la Sra. Daza, la mayoría de los empleados del hospital habían cambiado.

Debido a esto le dijeron que necesitarían algo de tiempo para comunicarse con él. Bernardo no tenía paciencia para eso, así que decidió ir personalmente al lugar.

Le rogó a una enfermera de allí que le permitiera buscar en los registros en su almacén, pues era urgente. Cuando empezó a suplicar así, la enfermera no pudo decir que no. Ella le dio una hora para que investigara.

Bernardo buscó detenidamente en los registros hasta que encontró el archivo de su madre. Pero una vez que empezó a leerlo, no podía dejar de llorar.

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Los informes decían que su madre había dado a luz a dos niños, pero había dejado a uno de ellos en el hospital. El bebé luego había sido enviado a un centro neurológico operado por el centro médico.

¡Ben no podía creer lo que veía! ¡Ronaldo era su hermano! Copió la dirección de la instalación del archivo y decidió ir al lugar. Cuando llegó, quedó impactado al ver a Ronaldo. No podía dejar de llorar.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Era idéntico a él y yacía en una cama rodeada de jeringas y medicamentos de hospital. Una enfermera allí reveló que el cerebro de su hermano tenía algunas anomalías desde su nacimiento. Debido a esto tenía problemas de memoria y patrones de comportamiento inmaduros.

“¿Sabes algo sobre la mujer que lo dejó aquí? Quiero decir, lo trajeron aquí desde un hospital, ¿verdad?”, preguntó Bernardo.

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“Bueno”, dijo la enfermera. “Nuestra enfermera más antigua podrá responder a eso”.

Llamó a la enfermera Julia, quien le reveló al hombre que su madre había abandonado a Ronaldo. “Yo ya trabajaba aquí cuando lo trajeron. Su madre vino a buscarlo una noche”.

“De alguna manera descubrió la dirección del hospital, y estaba escondida mirándolo, pero yo me di cuenta de su presencia. Creo que tú también estabas allí”.

“Luego los llevó a los dos a un lago cercano y tomé una fotografía para ella. Ustedes dos eran muy pequeños. Primero me dijo que era pariente y luego me contó su verdadera historia: que ella era su madre”.

La Sra. Daza, que había sido abandonada por su novio y padre de los pequeños, había dejado a Ronaldo en el hospital porque no podía mantener sola a los dos niños, especialmente después de saber que uno de ellos tenía una capacidad especial y necesitaría cuidados adicionales.

Después de enterarse de esto, Bernardo decidió que no abandonaría a su hermano. Lo llevó a casa, le contó toda la historia a Carolina, y ella inmediatamente aceptó el pedido de su esposo de prestarle cuidados a Ronald de por vida.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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Bernardo definitivamente estaba molesto porque su madre había abandonado a uno de sus hijos, pero las palabras de la enfermera resonaban en sus oídos. Ella se había visto obligada a hacerlo porque su novio la había dejado.

“Tal vez por eso mamá no me hablaba de nuestro padre, Ronaldo. Pero no te preocupes, no estarás solo por más tiempo”, le aseguró a su hermano, quien aplaudía como un niño pequeño. “Ahora estoy aquí y te cuidaré hasta que la muerte nos separe”.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • No le guardes secretos a tus hijos. Si la Sra. Daza le hubiera informado a Bernardo sobre Ronaldo, él lo habría acogido antes.
  • A veces nos vemos obligados a hacer cosas que no queremos por nuestras circunstancias. La Sra. Daza no quería abandonar a Ronaldo, pero no tenía otra opción porque solo podía mantener a uno de sus hijos.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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