Conserje escolar le pide a chico huérfano que lo sustituya por 1 día: regresa en un auto de lujo y lo adopta - Historia del día

El único amigo verdadero de Samuel, de quince años, era el conserje de la escuela, Henry. Cuando Henry se fue sin avisar, Samuel no esperaba que regresara meses después como un hombre rico con una pregunta que cambiaría su vida.

La fiesta en casa de los Suárez estaba en pleno apogeo, al igual que las mentiras.

"¡Nuestro pequeño Samuel es un encanto!".

"¡Samuel, saca tu montón de basura de la casa!".

"Samuel es un hermano increíble para nuestro Tomás".

"No me importa si Tomás lo empezó. Es más pequeño que tú. ¡Deberías haberlo detenido!".

Por cada frase de elogio falso que salía de la boca de sus padres adoptivos, Samuel recordaba todo lo malo que le habían dicho esa noche.

"Samuel es brillante en el arte. No puedo creer que estemos criando a un artista en nuestra casa".

"¡Deja de lloriquear, Samuel! Era solo un proyecto de arte. Estabas haciendo un desastre en la casa, ¡y no era tan bueno de todos modos!".

La fiesta se estaba volviendo más ruidosa y los anfitriones, el Sr. y la Sra. Suárez, hablaban sobre 'la experiencia espiritual' de acoger a Samuel.

Los Suárez estaban demasiado ciegos para verlo, pero los invitados se miraron con complicidad y pusieron los ojos en blanco ante las anécdotas inventadas por la pareja.

En los últimos años, Samuel se había convencido de que sus cuidadores lo habían acogido solo para crear una imagen de gran corazón. Querían parecer amables, de élite y ricos.

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Tomás era su hijo biológico, pero optaron por traer a un adoptivo. No por amor o humanidad, sino por una intención manipuladora y egoísta.

El Sr. Suárez se estaba postulando en las elecciones locales en ese entonces. Como un plus a su campaña, él y su esposa trajeron a Samuel a su familia, pero se trataba de un truco para ganar puntos con el público.

Sin embargo, el Sr. Swenson perdió de todos modos, y se quedaron con un niño rebelde propio y un preadolescente que no sabían cómo manejar.

Su falta de paciencia con Samuel rápidamente se convirtió en frustración y resentimiento. El niño sabía que la pareja había intentado varias veces devolverlo al sistema de acogida. Pero cada vez, hubo una amenaza de que los medios locales los expusieran y arruinaran la imagen de la familia.

Samuel miró alrededor de la sala de estar y el mar de ruido, luces y falsedad se sintió sofocante. Los aperitivos estaban dando vueltas por decimoquinta vez esa noche, y aún faltaba la cena y el postre.

El chico se dio cuenta de que iba a ser una noche larga. Se coló en silencio en su escondite habitual, el estudio. Fue donde pintó y experimentó con diferentes formas de crear arte a partir de desechos.

Había creado hermosos objetos con cosas simples: atrapasueños con pajitas y plumas, canastas coloridas con tapas de botellas y papel usado, campanas de viento con botellas de vidrio desechadas, guirnaldas de luces hechas con vasos de papel usados ​​y mucho más.

Mientras Samuel miraba alrededor de la habitación, no pudo evitar recordar a la única persona que lo apoyaba: Henry.

Él era el único amigo verdadero de Samuel. Se reunían en la escuela, compartían sus almuerzos en el hueco de la escalera y se contaban cosas sobre sus vidas que a los demás no les importaba escuchar.

La amistad de Samuel y Henry fue extraña e impactante para muchos. Eso fue porque solo vieron a Henry como el conserje de la escuela secundaria de 34 años y no como alguien que sabía seis idiomas. Había sido baterista en una banda de rock local en su juventud y tenía un corazón de oro.

Ellos se hicieron amigos gracias a la misión secreta de Samuel de encontrar desechos interesantes para sus proyectos de arte. Henry notó que el niño era especial y que tal vez lo descuidaban en casa.

Por otro lado, Samuel había observado cómo se daba por sentado a Henry en la escuela. Los niños mayores a menudo le hacían bromas hirientes, pero Henry se alejaba en silencio sin reaccionar.

Samuel y Henry se convirtieron en mejores amigos. El chico tenía miedo de admitirlo, pero Henry se había convertido en una figura paterna para él.

Pero entonces, un día, todo cambió. Samuel aún recordaba la última vez que vio a Henry. Había una tristeza en su voz como nunca antes lo había escuchado.

"Tengo que visitar mi casa con urgencia. Mi madre se ha vuelto a enfermar. Esta vez sonaba extremadamente frágil. Me dijo que su condición se estaba deteriorando y que quería verme por última vez".

Samuel sabía cuánto amaba Henry a su mamá. Había escuchado historias de cómo ella lo había criado a él y a sus cuatro hermanos sin ayuda después de que su rico padre los abandonara.

Samuel entendió la urgencia de que Henry se fuera. "Sé que no debería preguntarte esto, pero nadie conoce mi trabajo tan a fondo como tú. Entonces, ¿podrías cubrirme hoy? ¿Solo para evitar que se den cuenta de que me fui?".

El chico casi se rio de lo formal que Henry estaba tratando de ser. "Por supuesto que lo haré, Henry. Sé exactamente qué hacer. No te preocupes por eso. Vete".

Los ojos de Henry se iluminaron al escuchar esas palabras. 'Este es un gran chico', pensó para sí mismo.

Habían pasado dos meses desde ese día. No había noticias de Henry. Lo único que averiguó Samuel fue que Henry había renunciado dos días después de su partida.

Samuel nunca se había sentido tan solo o traicionado. Pero había una parte más grande de él que estaba preocupada por el bienestar de su amigo.

Miró alrededor de la habitación lúgubre y se dio cuenta de lo solo que estaba, sin nadie que lo entendiera o se preocupara por él.

De repente, la señora Suárez llamó a la puerta. "Samuel, hay una llamada para ti". Él no podía creerlo. En todos estos años, solo había una persona que lo había llamado al teléfono de su casa. ¿Podría ser él?

"Oye, chico. Llega temprano a la escuela mañana y espera junto a la puerta principal. Hay una sorpresa para ti".

"¡¿Henry?! Espera, ¿dónde estás? ¿Dónde has estado?".

Justo cuando Henry comenzaba a hablar, el Sr. Suárez le arrebató el auricular y cortó la llamada.

"¿No te lo aclaramos antes? ¡Nunca volverás a hablar con ese conserje inútil! ¡Es una mala influencia!".

Todos los ojos en el grupo se habían vuelto hacia Samuel, y el chico no pudo aguantar más su silencio.

"¡No! ¡Usted es la mala influencia, Sr. Suárez! Usted y la Sra. Suárez me han torturado mental y emocionalmente, y no piense ni por un segundo que estos invitados no lo saben. He estado escuchando en silencio sus mentiras e insultos todo este tiempo, pero no te escucharé hablar mal de mi único amigo.

"Él es más como un padre para mí de lo que tú jamás serás".

Diciendo esto, salió corriendo a la calle. Pasaron las horas y le dio hambre. Pero nadie vino a llamarlo ni a ver cómo estaba.

De ninguna manera voy a volver allí, decidió Samuel. Caminó hacia el recinto de la escuela y descansó en el banco frente a la puerta.

A la mañana siguiente, Samuel fue despertado por el estruendo de una bocina. Había un hombre en un Range Rover negro justo en frente del banco.

Samuel se acercó para ver quién le tocaba la bocina. Y se sorprendió al ver una cara familiar.

"Oye, chico. ¿Qué te parece mi nuevo auto?".

Samuel estaba emocionado y sorprendido de ver a Henry luciendo tan sofisticado y cómodo en el lujoso auto. ¿Era Henry? Samuel estaba desconcertado.

"Súbete, Samuel. ¡Tengo mucho que contarte!".

En ese inesperado viaje en automóvil, Henry pasó a revelar su increíble viaje después de irse a casa hace dos meses.

“Mi madre quería verme por última vez antes de morir. Cuando llegué, me abrazó y lloró. Me dijo la verdad sobre mi padre. Sabía que nos había abandonado y nos había dejado muy poco de su riqueza antes de morir. Pero mi mamá reveló que él había sido mucho más generoso en realidad".

La madre de Henry le mostró la última carta que había recibido de su padre. El millonario había dejado una pequeña cantidad para cada uno de sus hijos. Y le dio el resto de su enorme riqueza y bienes a la madre de Henry.

Henry se sorprendió al enterarse de la herencia de su madre y estaba confundido por qué ella todavía eligió vivir una vida humilde.

"No necesitaba dinero. Lo que necesitaba era ser amada".

La madre de Harry compartió que, entre todos sus hijos, Henry había sido el único que la llamaba todos los días y la visitaba cada vez que era posible. Aunque los hermanos de Henry tenían más educación y estaban mejor económicamente, no se molestaron en mantenerse en contacto con su madre.

La madre e Henry hizo lo más inesperado que cambió la vida de su fiel hijo para siempre. Ella transfirió toda la riqueza, incluida la herencia de su difunto marido, a nombre de Henry.

"Quiero que vivas una vida plena con este dinero, hijo. No lo guardes en el banco. No tengas miedo de usarlo. Esta riqueza es legítimamente tuya. Y con ella, quiero que tengas la vida con la que has soñado. Prométeme que lo harás".

“Ese es el día que elegí darle un giro a mi vida. Pero nunca te olvidé. Me dolió no poder llamarte ni visitarte en las siguientes semanas. La verdad es que no quería separarme del lado de mi madre. Fue un momento emocionalmente desafiante, pero no me lo hubiera perdido por nada del mundo”.

"Además, si no me hubiera quedado con mamá, tampoco habría conocido al amor de mi vida".

Harry señaló a una hermosa mujer sentada en la ventana dentro de una tienda de delicatesen frente a la que se estacionó.

"Es ella. Sabe todo sobre ti y está muy emocionada de conocerte".

Samuel también estaba muy emocionado de conocer a la dama.

"Pero este es el trato…"

Samuel miró la emoción de Henry mientras sacaba una cajita de terciopelo de su bolsillo.

"Estoy a punto de pedirle que se case conmigo. Pero antes de eso, tengo una pregunta para ti, Samuel".

"¡Pregúntame lo que sea!", respondió el chico, con entusiasmo en su voz.

"Verás, cuando le conté a mi novia sobre ti, me hizo darme cuenta de que me admirabas como una figura paterna. Se dio cuenta de que te merecías algo más que un buen amigo: te mereces una familia amorosa y feliz".

"Entonces, incluso antes de pedirle que se case conmigo, te voy a preguntar: ¿Nos dejarías adoptarte como nuestro hijo?".

Samuel se quedó sin palabras. No podía creer que la novia de Henry pudiera leer su corazón tan claramente.

"Sí. ¡Sí! ¡Significaría mucho para mí! ¡Me encantaría ser tu hijo!".

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Samuel abrazó a Henry tan fuerte como pudo, dándose cuenta de que el universo acababa de bendecirlo con una nueva vida.

¿Qué podemos aprender de la historia de hoy?

• La amabilidad que das surge de maneras inesperadas: Henry cuidó de su madre por amor y bondad. Samuel cubrió a Henry por amor y bondad. Como resultado, la vida de ambos cambió para siempre.
• Nunca juzgues a una persona por su apariencia: Nadie entendía cómo Samuel podía ser amigo de un conserje. Asumieron que era una mala persona, pero en realidad tenía una herencia secreta que luego le permitió vivir una vida de lujo.

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Esta pieza está inspirada en historias de la vida cotidiana de nuestros lectores y escrita por un escritor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes son solo para fines ilustrativos. Comparte tu historia con nosotros; tal vez cambie la vida de alguien. Si desea compartir su historia, envíela a info@amomama.com.