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Una niña frente a una tumba | Foto: Getty Images
Una niña frente a una tumba | Foto: Getty Images

Cada día, niña huye de su madrastra y corre a la tumba de su padre militar: halla una nota de él allí - Historia del día

Georgimar Coronil
17 ago 2022
18:40

Tras la muerte de su padre en una batalla, una niña quedó al cuidado de su cruel madrastra. Todos los días se escapaba de casa para visitar la tumba de su papá y un día encontró una nota de él.

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Mary era una pequeña de 8 años criada por su padre soltero, David. Su madre murió durante el parto.

Como David ya estaba en el ejército cuando enviudó, se le concedieron beneficios de cuidado familiar que permitieron a Mary vivir con él en el campamento militar.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

No fue fácil para David compaginar ser padre y soldado. La mayoría de los días no estaba, y Mary se quedaba con otros niños en la guardería del campamento, proporcionada por el gobierno.

Cuando la pequeña tenía cuatro años, David conoció a una encantadora mujer llamada Emily. Era enfermera y se llevaban bien.

David se dio cuenta de que Emily se comportaba de forma cálida y maternal con Mary. Pensó que había tomado la decisión correcta al salir con Emily y pronto pidió su mano en matrimonio.

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"Puedo ver en ti todas las buenas cualidades de una esposa y madre, Emily", le dijo David. "Si nos aceptas, me encantaría ser tu marido...", empezó a decir.

Al oír esto, a Emily se le aguaron los ojos, y extendió emocionada la mano para que David le colocara un anillo. "Y a Mary le encantaría ser tu hija", añadió David.

La sonrisa de su cara se desvaneció rápidamente, pero cuando se dio cuenta de ello, fingió estar emocionada.

"Me encantaría ser tu esposa", dijo, abrazando a David. "Por supuesto, también me encantaría ser la madre de Mary. Mostró una sonrisa falsa en su rostro.

David no sabía que Emily solo era maternal con Mary cuando él estaba presente. Cuando él se marchaba, la mujer ignoraba a la niña.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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"Mamá, ¿podemos jugar un juego de mesa juntas?", le preguntó una vez Mary a Emily cuando David no estaba. Emily simplemente se burló de ella y negó con la cabeza.

"No tienes que llamarme mamá cuando David no está cerca. Las dos sabemos que no soy tu madre", respondió fríamente, lo que hirió los sentimientos de Mary. Ella quería tener una buena relación con la mujer, pero parecía imposible.

Pasaron otros cuatro años y Emily, David y Mary siguieron viviendo en el campamento. Durante ese tiempo, Mary era una niña de ocho años que iba a la escuela primaria con el resto de los niños militares, y Emily trabajaba como enfermera.

A lo largo de los años, la niña intentó hablar con David sobre la hostilidad de Emily hacia ella. David siempre le aseguraba que Emily la quería. "Debe estar cansada del trabajo, cariño. No te preocupes, tu madre te quiere", le respondía.

La peor pesadilla de Mary llegó cuando David fue enviado a una zona de guerra para restablecer la paz y el orden con sus compañeros. David le pidió a Emily que cuidara de Mary, pero a ella no le hizo ninguna gracia. Cuando David se marchó, arremetió contra la niña, lo que provocó que Mary huyera.

Un día, la niña y Emily fueron llamadas a la oficina del general, donde recibieron una terrible noticia. "Siento darles esta noticia, pero mientras intentaba mantener el orden, David y un par de sus compañeros han muerto en la batalla", reveló.

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Mary sintió que el mundo se detenía al escuchar esto, entonces rompió a llorar. Su única familia, su héroe, había desaparecido. "¡No!", gritó Mary, cayendo al suelo. "¡No puede ser!”.

Mientras tanto, Emily lloraba, pero por una razón totalmente diferente. Aunque echaría de menos a su marido, temía pasar el resto de su vida criando a una hija que no era suya.

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

"Mamá", dijo tratando de abrazarla. "¿Qué hacemos ahora?", preguntó.

Emily mantuvo las manos a un lado mientras Mary la abrazaba. "Yo tampoco sé qué hacer contigo. Déjame en paz. Necesito tiempo a solas", dijo, alejándose y cerrando la puerta de su habitación.

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Desde ese día, la niña intentó quedarse fuera más tiempo para no tener que oír a su madrastra gritarle. Como tenía que coger el autobús escolar de vuelta al campamento con el resto de los niños, el único lugar donde podía ir a pasar el tiempo tranquilamente era en la tumba de su padre.

Mary visitaba a su papá diariamente, y aunque había días en los que le contaba historias, también había otros en los que lloraba y le pedía a su padre que se la llevara. "¿Qué he hecho para merecer esto, papá? Te echo de menos. Por favor, vuelve", sollozaba.

Un día, la pequeña echó más de menos a su padre tras pasar un mal día en el colegio. Mientras estaba sentada en silencio frente a su tumba, vio una carta en el suelo. Mary tuvo que mirar dos veces al darse cuenta de que era de su padre. La abrió rápidamente y empezó a leer:

"Querida Mary,

¿Cómo estás en casa, cariño? Espero volver pronto contigo y con tu madre porque las echo mucho de menos a los dos. Sé lo mucho que odias no tener a papá cerca, así que cuando vuelva a casa, voy a preguntarle a mi comandante si puedo aceptar un puesto en el campamento militar en su lugar. ¿Qué te parece, cariño?

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Sé lo complicada que es tu relación con tu madre Emily. Puede que no hable de ello, pero lo veo. Me gustaría que mi presencia pudiera remediar la situación porque quiero que seamos una familia real y feliz. Sé que a ti también te gustaría eso, ¿verdad, hija?

Sé que anhelas tener una mamá, y aunque no lo parezca, sé que Emily sería una gran madre. Solo dale algo de tiempo, cariño. Cuando llegue a casa, prometo arreglar las cosas en nuestra familia. Por ahora, abraza a tu mamá y finge que estoy ahí con los dos. Te quiero más que a la vida, papá".

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

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La niña lloró. "Si lo supieras, papá", dijo entre llanto. Recogió la carta y corrió hacia su casa, atravesando la puerta.

"¡MARY! ¿Por qué haces tanto ruido?", gritó Emily desde el salón. La pequeña vio a su madrastra caminando enfadada hacia ella. Le entregó la carta a Emily antes de correr a su habitación.

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Emily leyó la carta de David y comenzó a llorar. Se dio cuenta de lo terrible que había sido con Mary. "Oh, David", suspiró. "Lo siento mucho".

Emily entró en la habitación de Mary y la abrazó con fuerza. "Lo siento mucho. No entendí lo importante que era para David que fuéramos una familia feliz. Todo el tiempo, sentí que solo me quería cerca porque quería que alguien cuidara de ti, pero la verdad era que realmente quería que formara parte de tu familia".

"Te prometo que lo haré mejor, cariño. Espero que puedas perdonarme", expresó Emily.

Desde ese día, la relación de Mary y Emily mejoró. Visitaron la tumba de David y pasaron tiempo juntas todos los días después del trabajo y la escuela.

Durante el aniversario de la muerte de David, se enteraron de que la carta fue escrita por David un par de días antes de morir en la batalla. Su camarada la encontró y, al visitar la tumba de David, decidió dejarla allí con la esperanza de que Mary la encontrara.

Emily y Mary le agradecieron al hombre el gesto. Gracias a él se convirtieron en una verdadera familia. Continuaron honrando a David mientras trabajaban felizmente en su relación como madre e hija cada día.

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Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Pexels

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • No descargues tus frustraciones en un niño: Emily tardó años en darse cuenta de que no había que culpar a Mary por existir. Pensaba que la niña era un recuerdo constante de la relación anterior de su marido, sin darse cuenta de que Mary no tenía la culpa y que simplemente quería una figura materna en su vida.
  • La familia no siempre tiene que ser consanguínea: Emily solía pensar que Mary no era su hija porque no la había dado a luz. Solo cuando murió David se dio cuenta poco a poco de que la niña la veía como madre no porque necesitara a alguien que la cuidara sino porque realmente quería una familia feliz.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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