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Niña sentada en el banco de un parque | Foto: Shutterstock
Niña sentada en el banco de un parque | Foto: Shutterstock

"Nunca tendrás trabajo, huérfana pobre": Niño rico se burla de compañera de clase, luego llega con su CV a su oficina - Historia del día

Mayra Pérez
03 nov 2022
09:00

Un niño demasiado orgulloso de su riqueza insulta a una pobre niña huérfana, y le dice que nunca conseguirá un buen trabajo. Años más tarde, se invierten las cosas y él llega a su oficina con su currículum.

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“¿Por qué la vida es tan injusta? ¿Por qué le pasan cosas malas a la gente buena?”.

Tina, de 12 años, a menudo se hacía esas preguntas. La niña había perdido a sus padres años atrás en un accidente automovilístico, y su abuela, Edith, la estaba criando sola desde entonces.

Edith solía decirle a Tina que el mal comportamiento siempre es castigado. Pero ella no lo creía. Sus compañeros de clase la insultaban y la hacían llorar, pero nunca recibían un castigo por eso.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Además, esos niños que tan mal se comportaban tenían padres, mientras que Tina había perdido los suyos hacía mucho tiempo. Además, sus familias eran ricas, mientras que ella y su abuela apenas sobrevivían. Solo usaba vestidos hechos por Edith.

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Un día, Tina estaba almorzando cuando unos niños rodearon su mesa.

“¡Quítate los zapatos!”, gritó un chico, acercándose a ella. Era uno de sus compañeros de clase y su nombre era Sergio. Provenía de una familia adinerada, odiaba los estudios y acosaba a niños inocentes. Tina se había convertido en su nuevo objetivo.

“¡Déjame en paz!”, explotó Tina. “¡No voy a quitarme los zapatos!”.

“¿En serio?”. Sergio se rio. Luego sacó la botella de agua de su mochila y la vació sobre la cabeza de Tina.

Los ojos de Tina estaban rojos de rabia y llenos de lágrimas. Todos los niños comenzaron a reírse de ella.

“Vas a hacer todo lo que yo diga”, le advirtió Sergio. “¿Lo entendiste?”.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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“¡TE ODIO!”, exclamó Tina, llena de rabia. “Algún día tendré mucho dinero y…”, comenzó a llorar. “Conseguiré un gran trabajo porque me esfuerzo mucho. Tú…”.

Sergio se echó a reír. “¡Nunca tendrás trabajo, huérfana pobre!”, le respondió. “¡En el mejor de los casos, estarás limpiando baños como el conserje de la escuela!”.

Pasaron varios años. Sergio estaba sentado en la parada con la cabeza entre las manos. Su vida era muy difícil en ese momento y se sentía abrumado. Cuando llegó el autobús, lo abordó y tras sentarse se perdió en sus pensamientos.

Ocho meses atrás, los padres de Sergio, Cindy y Marcos, se vieron involucrados en un accidente automovilístico cuando volvían a casa de la fiesta de un amigo. Su padre murió antes de que pudiera llegar al hospital y su madre ingresó con heridas graves.

El seguro no cubrió todos los gastos hospitalarios, así que el patrimonio de la familia se gastó en el tratamiento y rehabilitación de Cindy. Cuando se acabó el dinero, Sergio no sabía qué hacer para ayudar a su madre.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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Él nunca había querido estudiar, y a estas alturas de su vida no tenía una profesión u oficio que le permitiera optar por un trabajo bien remunerado. Por primera vez en su vida, no sabía si podía pagar la comida del día siguiente.

Miró por la ventana del autobús y se dio cuenta de que había llegado a su parada. Se bajó y se dirigió al edificio de la empresa, donde había solicitado un puesto de limpiador. Alguien en la entrada le indicó que debía ir a una oficina en el segundo piso.

Cuando la puerta del lugar se abrió, se sorprendió al ver a la mujer de pie junto a la ventana. No pasó mucho tiempo antes de que se diera cuenta de que era Tina. Estaba ocupada hablando por teléfono, pero cuando lo vio en la puerta, colgó rápidamente.

“Buenos días”, saludó ella con cortesía.

“¿Tina? ¿También estás aquí por el trabajo?”, preguntó, y una sonrisa apareció lentamente en los labios de Tina.

“¡¿Sergio?! ¡Ha pasado mucho tiempo!”, dijo ella con una voz muy suave

“Sí”, dijo vacilante. “¿Sabes algo sobre este lugar? Para ser honesto, estoy un poco nervioso”.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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Tina sonrió. “Si no te importa, ¿podría echar un vistazo a tu CV?”.

“Oh, sí, por qué no”, dijo, dándole el archivo. Entonces vio la placa con el nombre en la mesa detrás de ella. Decía: “Tina Mijares, CEO”. Sintió que la sangre abandonaba sus extremidades.

“¿Podrías tomar asiento, Sergio?”, dijo Tina, y él se sentó de inmediato.

“Parece que estás en problemas, Sergio... Vi el currículum y no tienes preparación ni trabajos anteriores”, dijo. “Tengo curiosidad por saber qué ocurrió. Esta compañía toma a todos los empleados muy en serio y por eso los entrevisto personalmente”.

“Necesito mucho el trabajo”, le dijo Sergio. “Mi padre murió, mi madre está en el hospital y tenemos muchas deudas que pagar. Vivimos una situación muy difícil”.

“Estuve en tu lugar no hace mucho, Sergio”, continuó Tina. “Tuve que limpiar casas y dormía donde podía... La abuela murió repentinamente. Pero mira cómo resultaron las cosas. No pierdas la esperanza. Te ayudaré”.

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Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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“Parece que hemos cambiado de lugar”, dijo Sergio en voz baja. “¿No es así?”.

“No, no es así”, respondió Tina, y Sergio la miró desconcertado. “Si hubiera cambiado de lugar contigo, te estaría ridiculizando en este momento e intentaría humillarte. No he olvidado esos insultos. Me ayudaron a llegar a donde estoy hoy”.

“Y por eso te ayudaré. Estás contratado y cubriré el tratamiento de tu madre, pero se deducirá de tu cheque de pago mensual en cuotas. Espero que funcione”.

Los ojos de Sergio se llenaron de lágrimas. Se sintió tan avergonzado.

“Lo siento”, finalmente logró decir. “Lamento lo que hice en el pasado. Lo siento”.

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Tina sonrió y dijo: “Te perdoné hace mucho tiempo, Sergio. No te guardo rencor, pero me alegra que seas capaz de reconocer que actuaste muy mal. Debes hacer un esfuerzo y volver a encarrilar tu vida. Tu madre lo apreciará”, agregó con una amable sonrisa.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Hay que perdonar de corazón, porque el rencor solo te daña a ti mismo. A pesar de haber sido el objetivo de los maltratos y burlas de Sergio en la infancia, Tina fue capaz de perdonarlo y eso la ayudó a progresar en la vida.
  • Siempre que puedas, ayuda a tu prójimo. Cuando Tina se vio en una posición de poder frente a quien la había humillado en la escuela, optó por tenderle la mano y ayudarlo a superar su momento difícil. Esa fue quizás la mejor lección que pudo darle.
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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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