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Madre con dos hijos | Foto: Getty Images
Madre con dos hijos | Foto: Getty Images

Hombre encuentra una nota en un libro usado: se da cuenta de que es el grito de auxilio de una madre de dos - Historia del día

Mayra Pérez
14 feb 2023
20:30

Un hombre que acababa de ser traicionado por su prometida encuentra una nota en un libro de un mercado de pulgas. Se da cuenta de que una madre soltera con dos hijos necesita desesperadamente su ayuda.

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Los dulces besos y las maravillosas noches juntos habían sido una mentira. Los abrazos y las promesas eran falsas.

"¡Me alegro de que hayamos terminado!", se dijo Carlos, mientras empacaba las cosas de su exprometida. Una ola de alivio se apoderó de él.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Lara era hermosa, joven y la mujer más linda que Carlos había visto en toda su vida. Cuando le propuso matrimonio y ella dijo que sí, fue el hombre más feliz del mundo. Pero unos meses antes de la boda, sintió muchas dudas.

En Nochebuena, cuando descubrió que ella lo engañaba con su mejor amigo, entendió por qué se sentía así. Entonces, después de recoger sus cosas, se sintió aliviado de haberse salvado del peor error de su vida.

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Carlos había empacado casi todas sus cosas en una fea caja marrón cuando se topó con un libro viejo que Lara le había regalado. Ella lo compró en un mercado de pulgas y se lo regaló porque era una edición única de su libro favorito.

Aunque en ese momento despreciaba a Lara, no podía sentir lo mismo por el libro. Lo abrió y comenzó a leer, sin darse cuenta del paso del tiempo. Al pasar a una página nueva, se encontró con una nota extraña.

"Una madre cansada de dos escribe sobre sus preocupaciones. ¿Alguien vendrá a ayudarme? No lo sé", decía la nota. "¿Qué significa esto?", se preguntó Carlos y continuó leyendo. Se detuvo cuando vio un número de teléfono.

"Este es mi número de contacto… Llámame si sientes que puedes salvar mi vida de esta soledad", culminaba el escrito.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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Carlos dejó la nota en su mesita de noche, sin saber qué hacer. Debía haber sido escrita mucho tiempo atrás y quizás ya era demasiado tarde. Sin embargo, tras unas copas de vino, se llenó de valor y marcó el número.

Después de unos cuantos timbres, respondió una voz profunda y soñolienta. "¿Quién es?", preguntó la mujer.

"Buenas noches", dijo Carlos. "Tengo este libro que mi ex me regaló, y encontré tu número telefónico allí. Quería saber si… ¿Aún puedo ayudarte con algo?".

Escuchó un suspiro del otro lado de la línea. "¿Sabes qué hora es? ¡Estás llamando a una extraña en plena madrugada!".

"Es cierto, discúlpame. No lo pensé bien. Es solo que leí tu nota y sentí la urgencia de llamarte".

"Bueno, no puedo atenderte en este momento. Estaba profundamente dormida y ni siquiera entiendo lo que dices. ¡Así que adiós!".

Antes de que Carlos pudiera despedirse, escuchó un pitido al otro lado de la línea. La mujer había colgado.

Carlos volvió a mirar la nota y suspiró. "Supongo que no debería haberla llamado tan tarde", reflexionó. "¿Por qué dejar ese mensaje si no estás dispuesta a aceptar ayuda? Es una mujer rara".

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Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Guardó la nota, y se fue a la cama. Pero a la mañana siguiente, cuando estaba de nuevo pensando en cómo Lara lo había engañado, sintió que necesitaba hablar con alguien y volvió a llamarla. No sabía bien cómo resultaría todo.

"¡Hola! Soy Carlos. Te llamé anoche, ¿recuerdas?", dijo.

"Un segundo", hizo una pausa. "Lo siento. Claro, lo recuerdo ¿Estás bien?".

"No en realidad. Sé que estabas bastante molesta cuando te llamé anoche, y solo quería disculparme y quizás compensarte, ¿qué tal un café? Lo siento mucho. No debí haberte despertado a mitad de la noche".

Carlos la escuchó reír. "Lamento haber sido grosera contigo anoche. Estaba agotada. ¿Conoces la cafetería que está al lado del puente? Yo invito. Así podemos hablar con tranquilidad"

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"Sí, estoy cerca de ese puente. ¿El viejo café?", preguntó.

"Sí, ese. Nos vemos a las 3, si te parece bien", propuso ella.

"¡Perfecto, sí! ¡Nos vemos! Escucha, también quería decirte que puedo ayudarte con lo que necesitabas cuando escribiste la nota".

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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"Te veré pronto, Carlos. Hablemos entonces. ¡Gracias!".

Más tarde ese día, Carlos finalmente pudo conocer a la autora de la nota. Su nombre era Helena, era madre soltera con dos hijos y él estaba asombrado por su belleza.

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"Así que todo lo que sé de ti es que eres madre soltera. Esto es lo que encontré…" dijo, sacando la nota del libro.

"¡Conozco ese libro!", exclamó. "Es uno de mis favoritos… ¿Dónde lo conseguiste?".

"Oh, bueno, en realidad fue mi ex. Me dijo que lo compró en un mercado de pulgas".

"¡Era mío!", dijo. "¡Le dejé ese libro al vendedor! Oh, Dios mío, ¡ya recuerdo! Dejé una nota adentro".

"Así es", dijo Carlos.

"La escribí hace mucho tiempo…" comenzó Helena. "Estaba realmente devastada, ¿sabes? El padre de mis hijos me acababa de abandonar. Encontró a otra persona y me quitó todo lo que tenía: mis hijos y mi paz mental. Pude conseguir un trabajo y así logré recuperarlos".

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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"Era un hombre horrible. Todo lo que quería era darles a mis dos hijos la mejor vida, pero me sentía perdida. Necesitaba esa ayuda porque estaba desconsolada y sola, así que dejé la nota con la esperanza de que llegara a alguien que me ayudara".

"Y ahora pareces estar muy bien…", dijo Carlos suavemente. "Nos acabamos de conocer, pero pareces estar tranquila".

"Gracias", respondió ella. "Pero no es tan simple como parece. Tuve que aceptar dos trabajos por mis hijos y fue mucho para mí. Me enfermé, estuve en el hospital durante unos días y tuve que cambiar algunas cosas".

"Ahora tengo un solo trabajo y no gano mucho, pero es lo mejor, supongo… Y en este momento, me has hecho sentir que el amor y la bondad existen. Gracias por contactarme, Carlos…".

Unos años más tarde, Carlos y Helena recordarían esa conversación y sonreirían. Algo chisporroteó entre ellos desde el primer encuentro: ¿fue el corazón roto de Carlos? ¿Su generosa alma? ¿Fue solo el destino de dos almas gemelas?

Nadie sabe la respuesta, pero Carlos y Helena son hoy en día un matrimonio muy feliz, y viven la vida de sus sueños. El amor y la bondad existen, después de todo.

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Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Lo que sucede es lo que conviene: Carlos estaba destrozado por la traición de su novia y Helena había sido abandonada por su esposo. El dolor los unió, y descubrieron que eran verdaderas almas gemelas.
  • El amor y la bondad todavía existen en este mundo: El corazón de Carlos se sintió conmovido por la nota del libro y quería ayudar a Helena. Y aunque ella reaccionó mal al principio, luego apreció el generoso gesto de él.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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