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Sunitha Atinu y Jay Prakash | Sunitha Atinus, Jay Prakash y sus hijos | Foto: facebook.com/starjp2007
Sunitha Atinu y Jay Prakash | Sunitha Atinus, Jay Prakash y sus hijos | Foto: facebook.com/starjp2007

Le dicen a una mujer que no tenga hijos por su cara - Hombre ignora a todos y le pide que sea su esposa

Susana Nunez
18 abr 2023
02:00

Un hombre recibió una llamada de un amigo y se enteró de algo desgarrador: la chica de la que había estado enamorado en el instituto acababa de tener un accidente. Cuando la visitó en el hospital, no pudo reconocerla. Pero en ese momento, sintió que se reencontraba con su gran amor.

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Sunitha Atinus, de Coimbatore, India, se describía a sí misma como alguien a quien la gente envidiaba. Debido a su belleza y a su encantador comportamiento, nunca le resultó difícil mantener una relación y estaba acostumbrada a que los chicos ansiaran su atención y su tiempo.

Aun así, la vida no era fácil para Sunitha. Vivía con su familia en una casa pequeña y veía cómo sus padres luchaban por llevar comida a la mesa. Con un padre borracho y una infancia difícil, Sunitha anhelaba una vida mejor y estaba decidida a cambiar las cosas.

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Un suceso inimaginable

Tras terminar el duodécimo curso, Sunitha se trasladó a Bangalore, donde empezó a estudiar fisioterapia y encontró trabajo. En agosto de 2011, iba de regreso a su casa con unos amigos cuando ocurrió algo inimaginable.

Durante ese periodo, Sunitha dijo que aprendió lecciones reveladoras sobre las relaciones.

Un terrible accidente

Sunitha sintió las lágrimas de su amigo caer sobre sus brazos algún tiempo después, mientras le suplicaba que no le dejara. Resultó que, mientras dormía en la parte trasera del coche, este volcó tres veces, estrellándose directamente contra la mampara.

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Como la joven estaba junto a la ventanilla cuando el coche volcó, se le enredó el cabello y su rostro se estrelló contra la ventanilla; resultó terriblemente herida. Poco después la llevaron al hospital; por desgracia, los rasgos de su cara habían desaparecido.

Sufrir lesiones graves

Sunitha sufrió graves lesiones faciales y necesitó múltiples operaciones para arreglarle los ojos, la nariz y la mandíbula. Durante mucho tiempo le aconsejaron que evitara los espejos para que no viera su cara desfigurada.

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Pero un día, accidentalmente vio su reflejo en la puerta de cristal del ascensor. Se sintió descorazonada y asustada porque no pudo reconocer a la persona que le devolvía la mirada. Desde 2011 hasta 2014, se sometió a 27 intervenciones quirúrgicas.

Recuperarse de la prueba y aprender nuevas lecciones

Sunitha también perdió el sentido del gusto y del olfato, y le dijeron que sus glándulas lagrimales no funcionaban correctamente. Tenía dificultades para cerrar la boca e ingerir alimentos.

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Durante ese periodo, Sunitha dijo que aprendió lecciones reveladoras sobre las relaciones. Mientras algunas personas correspondían a su dolor, otras se alejaban, y no tenían el valor suficiente para verla.

Tras salir del hospital, pasó un tiempo en Tamil Nadu antes de volver a Bangalore. Allí volvió a conectar con un hombre, Jay Prakash, al que le gustaba desde que era adolescente.

Encontrar el amor y la fuerza

Una cosa llevó a la otra, y la pareja decidió permanecer unida el resto de sus vidas. A partir de enero de 2012, Jay acompañó a Sunitha a todas sus visitas al médico. Respecto a su hermosa relación, Sunitha expresó:

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"Para él, mi accidente, mis operaciones, mi dura infancia, nada importaba. Nos casamos en 2014. La gente incluso me dijo que no tuviera bebés porque tendrían mi cara, pero nos reímos de estas cosas".

Furiosa, frustrada y destrozada por todo lo que había vivido, Sunitha aprendió poco a poco a cambiar de perspectiva. En lugar de odiarse a sí misma y evitar su reflejo, encontró fuerza en su supervivencia.

"Me dicen que estoy bendecida y que soy un milagro", añadió Sunitha.

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El dolor de un amor unilateral

Jay narró su versión de la historia a "BeingYou" en septiembre de 2017. En 2004, tenía 17 años cuando vio a una chica que pasaba por delante de su clase y se enamoró a primera vista. Nunca había visto a nadie como ella y quedó prendado al instante.

Con el tiempo, Jay se hizo amigo de la chica, pero cada vez que la veía con otra persona, su corazón no podía soportar el dolor. No tenía muchas esperanzas en su amor no correspondido. Decidió que lo mejor era mantener la distancia. La chica se mudó a Bangalore, y desde entonces no volvió a conocer a nadie como ella.

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La visita desgarradora

Jay y la chica conectaron brevemente en el cumpleaños de él en 2007, pero pronto se ocuparon de sus vidas. Cuatro años después, en noviembre de 2011, un amigo común le llamó y le dijo que Sunitha había tenido un accidente.

Antes de visitarla en el hospital, Jay habló con ella por teléfono y no reconoció su voz. Pero cuando la vio en persona, se quedó estupefacto. Ante él había "una persona sin pelo, con la cara desfigurada, sin nariz, sin boca y sin dientes, que caminaba como una persona de 90 años".

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El mensaje que lo cambió todo

Jay estaba desconcertado y sin palabras. Mientras lidiaba con sus emociones, se dio cuenta de que amaba a esa chica con todo el corazón. Cogió el teléfono al volver a casa y le envió un mensaje que decía:

"Soy la única persona que puede cuidar de ti. Te quiero. Casémonos".

Indiferente a las críticas

Las cosas funcionaron entre ellos, y en enero de 2014, Jay y Sunitha se comprometieron. Poco después, empezaron los preparativos de su boda. Aunque se enfrentaron a muchos problemas debido a su situación económica, no desesperaron.

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Jay dijo que se había quedado en pantalón corto limpiando el local la mañana del banquete de boda. Al parecer, la gente cuestionaba su urgencia por casarse; algunos le dijeron que no tuviera hijos con su prometida por como lucía su rostro.

Incluso después de casarse, Jay dijo que la gente miraba a Sunitha y se compadecía de ella, pensando que le había hecho un gran favor. Pero él no podría ser más feliz porque se casó con ella por amor, y ella cambió su vida para mejor.

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Verdadera definición del amor

En 2023, Jay y Sunitha siguen felizmente casados y son los orgullosos padres de dos niños, Atmia y Amik. Se levantan cada mañana con gratitud y amor en el corazón. A través de su unión, Jay aprendió que el amor no tiene que ver con el materialismo o la belleza física, sino con una hermosa conexión entre almas.

Independientemente de las opiniones de la gente, Jay sabe lo que es importante para él: ¡estar con Sunitha le hace sentir bien, y la ama más allá del infinito!

Comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.

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