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Cachorro callejero | Foto: Getty Images
Cachorro callejero | Foto: Getty Images

Cachorro abandonado guía a niño al contenedor de basura, él ve un par de patitas moviéndose allí - Historia del día

Susana Nunez
04 ago 2023
23:00

Un niño se hace amigo de un cachorro callejero y se confunde cuando lo lleva a un contenedor de basura. Pero cuando llegan allí, el pequeño nota movimiento detrás de los botes de basura y encuentra a un bebé.

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"Odio estar siempre solo", refunfuña Nathan, de 8 años, mientras camina por las calles de su nuevo barrio hacia el parque cercano.

Un mes atrás, Nathan había perdido a su padre, Alberto, en un terrible accidente de coche. Después de eso, él y su madre, Julia, se mudaron a una casa más pequeña en un nuevo barrio, ya que ella no podía seguir pagando el alquiler de su antigua casa.

Julia trabajaba como instructora de yoga por Internet, así que siempre estaba cerca para cuidar de Nathan, lo que les ahorraba dinero en una niñera. El único problema fue que tuvo que cambiar de colegio, así que aún no tenía amigos. También deseaba desesperadamente un hermanito, pero dado todo lo que había ocurrido recientemente, su deseo parecía imposible.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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Así que todas las tardes, el pequeño iba solo al parque cercano. Y como Julia estaba ocupada dando clases, no podía acompañarle. Pero le dio un teléfono y le dijo que lo llevara siempre consigo.

Ese día, mientras caminaba por la calle, Nathan pensaba en los chicos del colegio. "Creo que todos son malos. Quizá por eso no quieren ser mis amigos", pensó mientras daba una vuelta. En ese momento, un cachorro se le acercó corriendo y empezó a ladrar.

"¡Hola! ¿Tienes hambre? Puedo conseguirte algo de comida...".

Nathan se arrodilló y acarició la cabeza del cachorro. Notó que el animalito estaba agitado y pronto, le empezó a tirar de la manga de su camisa. "¿Quieres ir a algún sitio? Vale, te acompaño", le dijo, y el perrito salió corriendo.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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"¡Espérame!", gritó Nathan y echó a correr tras el cachorro. Cuando los dos se detuvieron, el olor era insoportable. "¿Por qué estamos aquí? Este sitio huele muy mal!", se quejó, arrepintiéndose de su decisión de seguir al perro que les había conducido hasta los contenedores de basura.

El perro se fue detrás de uno de los contenedores en particular y desapareció. "¿Qué hace ahí?", se preguntó Nathan, y corrió hacia él, solo para descubrir dos pequeñas piernas que se movían dentro.

Los encuentros fortuitos pueden dar lugar a hermosos comienzos.

Nathan se sorprendió al ver a un bebé acostado en una cuna. "Es un bebé", gritó. "Tengo que enseñárselo a mamá. Tenemos que encontrar a sus padres".

Después lo pensó mejor y llamó al 911. En el colegio le habían enseñado que debía hacerlo en caso de emergencia y estaba seguro de que allí lo ayudarían. Recordaba que su profesor les había contado cómo la policía había ayudado a una familia a encontrar a su hijo desaparecido.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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Unos minutos más tarde, el agente Johnson y su equipo llegaron al lugar. "¡Buen trabajo, chico!". Palmeó el hombro de Nathan mientras llevaban al bebé sano y salvo al coche de policía. "Has sido muy inteligente al ponerte en contacto con nosotros y avisarnos de la situación".

Nathan sonrió. "Gracias, agente, pero no fui yo quien lo encontró. Fue el cachorro. ¿Puedo quedarme con él y con el cachorro? Por favor, quiero quedarme con ellos. Soy Nathan", dijo.

"¿Así que el perro te ayudó? Entonces también se merece que le des las gracias. Pero Nathan, no podemos llevarte a comisaría si no informamos a tus padres. Debes volver a casa".

"¡Pero quiero quedarme con el bebé! ¡Por favor, oficial! Tengo mi teléfono. Puede llamar a mi madre y pedirle permiso. Por favor!".

Como Nathan seguía insistiendo, el agente Johnson decidió llamar a Julia. Le contó todo y ella le pidió que vigilara al niño hasta que ella llegara a comisaría.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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Horas después, Julia y Nathan estaban en comisaría hablando del caso del bebé con el agente Johnson. "Hemos avisado a las otras comisarías y le haremos saber si hay algún progreso. De momento, ustedes pueden irse a casa. Les agradezco su ayuda", dijo.

"No ha sido ningún problema, oficial", dijo Julia, sonriendo. "Muchas gracias...".

Madre e hijo volvieron a casa, pero no solos. Julia permitió que Nathan llevara el cachorro y se quedara con él, ya que sabía lo solo que se sentía desde que se habían mudado al nuevo barrio.

Esa noche, mientras cenaban, Nathan le preguntó a Julia si podían quedarse con el bebé. "¿Y si los agentes no encuentran a sus padres, mamá? ¿Podemos traernos al bebé a casa?".

Julia negó con la cabeza. "La verdad es que no creo, Nathan. No es tan sencillo. Hay que pasar por un proceso muy largo. Además, espero de verdad que el bebé se reúna con su familia. Es horrible que lo dejaran solo en un contenedor...".

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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Julia sospechaba que habían dejado al bebé en el contenedor a propósito. Y cuando el agente Johnson la llamó un mes después para ponerla al corriente del caso, se lo confirmó. La madre era una mujer sin hogar que había abandonado a su hijo porque no podía cuidarlo. Así que los Servicios Infantiles lo había dejado con una familia de acogida.

Con el tiempo, algo en el corazón de Julia le dijo que debía adoptar al bebé. Se puso en contacto con Samuel, el asistente social a cargo, pero las leyes estatales eran complicadas para que un soltero adoptara, y comprendió que llevaría mucho tiempo y dinero.

Aun así, Julia no se rindió. Se mantuvo en contacto con la familia de acogida y con Samuel, y antes de darse cuenta, ellos se enamoraron. Se habían reunido regularmente para hablar del niño y algo había surgido entre ellos durante esas reuniones.

Imagen con fines ilustrativos | Foto: Pexels

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Samuel y Julia decidieron casarse pronto para poder adoptar oficialmente al bebé, y al final todo salió bien.

Nathan se convirtió en hermano mayor del pequeño, al que Julia y Samuel llamaron Aiden. Por fin no estaba solo. Tenía una familia feliz y un adorable perro como mascota.

¿Qué podemos aprender de esta historia?

  • Los encuentros fortuitos pueden dar lugar a hermosos comienzos. Nathan conoció al cachorro por casualidad, y eso le llevó a tener una familia encantadora y un adorable perro como mascota.
  • Cuando Dios cierra una puerta, a menudo abre otra. Julia y Nathan se quedaron solos tras la muerte de Alberto. Pero tras conocer al bebé, fueron bendecidos con una hermosa familia.

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Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.

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