Fraternidad rechaza a chica con síndrome de Down, le ruega que sea su líder un mes después - Historia del día
Jenna era una chica de escuela ilusionada y con talento que no dejaba que su síndrome de Down le quitara la confianza en sí misma. Pero, ¿iba a cambiarla el brutal rechazo de su fraternidad favorita de la escuela?
Jenna estaba tan entusiasmada con la escuela que quería romper a cantar en pleno campus.
Había pasado una semana, pero la novedad se negaba a desaparecer. Jenna ya era mayor y estudiaba en una secundaria muy famosa. Y aunque la habían llamado "niña especial" por tener síndrome de Down, ella sabía que sería especial por mucho más que una condición de salud con la que había nacido.
"¡Hola! Soy Jenna, y me encantaría unirme a su fraternidad". Jenna ensayaba su presentación en su cabeza mientras caminaba hacia las chicas que encabezaban el grupo.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Getty Images
Jenna pensó que pertenecer a una buena fraternidad sería la forma perfecta de hacer amigas afines. Ya se lo podía imaginar: las largas comidas de charla, la planificación de eventos, la creatividad a raudales, las pancartas, la música, el baile y el teatro... ¡todo ello!
Y así, mientras Jenna sonreía a todas las caras que le devolvían la sonrisa en el pasillo, sonreía con la confianza y el orgullo que sus increíbles padres habían cultivado en ella. ¡Estaba impaciente por formar parte del equipo soñado!
Pero el entusiasmo de Jenna pronto se vio aplastado por los groseros comentarios de una de las líderes de la fraternidad...
"Perdona, ¿qué? ¿Quieres formar parte de esta fraternidad?", preguntó una chica, alzando las cejas y mirando fijamente los rasgos faciales de Jenna.
Le indicó a Jenna que esperara mientras susurraba algo a las otras dos chicas del grupo. Las adolescentes respondieron susurrando, moviendo la cabeza, poniendo los ojos en blanco e intentando contener la risa.
Jenna sabía lo que se avecinaba, pero no esperaba que el rechazo fuera tan desgarrador.
"¡Jenna! Mis amigas están de acuerdo: no puedes formar parte de nuestra fraternidad. Hay un montón de eventos por venir, ¿sabes? Y no podemos tener a alguien que se parece a ti entre nosotras. No eres el tipo de "diferente" que nos ayudará a ganar, sino el tipo de "diferente" que nos retrasará y arruinará nuestras posibilidades. Es un no rotundo".
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Getty Images
Jenna sintió una gran vergüenza al oír esas palabras. Ya la habían llamado "diferente" antes; ya había tenido intimidadores antes. "Pero pensaba que la secundaria sería diferente. Pensaba que la gente me vería por todo lo que soy...", pensó Jenna mientras desaparecía en el baño. Quería esconderse allí el resto del día, irse a casa y no volver jamás. No es como si alguien fuera a preocuparse por ella de todos modos...
"Puede que algún día te perdone, pero nunca olvidaré lo que dijiste".
Resulta que estaba equivocada. Porque apenas 5 minutos después de encerrarse a llorar en uno de los baños, escuchó que llamaban a la puerta.
"Vimos lo que pasó. No te lo tomes como algo personal. Emma y sus amigas son lo peor".
"¡Totalmente! Se creen que porque sus padres son ricos, son especiales y pueden tratar a los demás como basura".
Había dos o tres voces amables intentando calmarla, y eso fue suficiente para que Jenna se secara las lágrimas y volviera a sentirse bien en la secundaria.
"¡Gracias, chicas!", Jenna salió por fin de la caseta con la nariz roja y una cálida sonrisa. "¡Soy Jenna!".
"Yo soy Lori, ella es Heather y ella es Rachel".
Ese fue el comienzo de la amistad entre cuatro chicas que no "encajaban". Con sus nuevas amigas, Jenna por fin podía tener esos largos almuerzos de charla, compartir sus esperanzas y sueños y hablar de los chicos que le gustaban.
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Getty Images
Pero cuando Jenna aún se sentía incompleta, se acercó a sus amigas y les dijo: "Ya sé. Vamos a formar nuestra propia fraternidad".
Bajo el liderazgo de Jenna, la nueva fraternidad empezó a hacerse notar rápidamente. Eran el grupo más creativo, ganaban concurso tras concurso y organizaban las fiestas más emocionantes e inclusivas del campus.
En menos de un mes, el grupo de Jenna pasó de ser rechazadas socialmente torpes a ser la fraternidad a la que todas las chicas querían unirse.
Mientras tanto, Emma y sus amigas empezaban a sentirse olvidadas y derrotadas...
Sólo veían una forma de recuperar su popularidad en la escuela. Tenían que tragarse su orgullo y acercarse a la chica a la que habían rechazado hacía unas semanas.
"¡Jenna, Dios mío! No teníamos idea de que tenías TANTO talento!".
"¡Sí, tienes una voz preciosa! Así que nos gustaría hacer realidad tu sueño... ¡tu sueño de unirte a nuestra fraternidad! Imagina lo que podríamos crear juntas, ¡seríamos las mejores!".
"¡Serás la líder del grupo, por supuesto! ¡Ahora puedes dejar de salir con ese triste grupo de nadies y venir a pasar el rato con nosotras!".
Imagen con fines ilustrativos. | Foto: Getty Images
Jenna se giró para mirar a sus amigas y luego se volvió hacia Emma. El rostro de Jenna estaba inexpresivo cuando dijo: "Lo siento, de ninguna manera voy a liderar tu presumida hermandad. Puede que algún día te perdone, pero nunca olvidaré lo que dijiste. Mis verdaderas amigas y yo hemos construido algo de lo que estamos orgullosas. Y nos gustaría seguir trabajando en ello".
Jenna tomó de la mano a sus amigas y dijo: "En nuestra fraternidad, nos encanta lo 'diferente'. De todo tipo", dijo, dándoles a las chicas malas un poco de su propia medicina.
Jenna, Lori, Heather y Rachel crearon una de las fraternidades más exitosas y conocidas de la década, y el nombre de Jenna quedó grabado en la historia de la escuela.
¿Qué podemos aprender de esta historia?
- A no juzgar a la gente. Emma y las demás líderes de la popular fraternidad rechazaron a Jenna sólo por una condición con la que había nacido. Cuando descubrieron lo talentosa que era, Emma tuvo que tragarse sus palabras.
- Cuando pierdas una oportunidad, crea una mejor para ti. Jenna se enfrentó a un vergonzoso rechazo por parte de las chicas populares, pero eso no le impidió construirse una ella misma con chicas que la apoyaban de verdad.
Cuéntanos qué piensas y comparte esta historia con tus amigos. Podría alegrarles el día e inspirarlos.
Te puede interesar: Padres abandonan a hijo con síndrome de Down: descubren que a los 17 años dirige su propio negocio - Historia del día
Este relato está inspirado en la vida cotidiana de nuestros lectores y ha sido escrito por un redactor profesional. Cualquier parecido con nombres o ubicaciones reales es pura coincidencia. Todas las imágenes mostradas son exclusivamente de carácter ilustrativo. Comparte tu historia con nosotros, podría cambiar la vida de alguien. Si deseas compartir tu historia, envíala a info@amomama.com.