Héroe de guerra desamparado murió olvidado, y funeraria se aseguró de rendirle digno homenaje
El mundo moderno está obsesionado con las apariencias, y reinan los prejuicios superficiales. Pocos intentan descubrir qué se oculta en el interior de las personas.
Según reporta STL Today, si hay un elemento universal a la experiencia de vida urbana moderno, es presenciar el triste espectáculo de la pobreza. Todos hemos visto a desafortunados individuos tratando de ganarse la vida limpiando un parabrisas, ofreciendo algún caramelo por unas monedas y demás.
Frecuentemente, nos preguntamos por qué estas personas no pueden conseguir un trabajo como cualquiera. Ignoramos que muchos de ellos han buscado trabajo por años, sin éxito.
Y algo que nunca, jamás hacemos es deternos a preguntar a estas personas cuál es su historia, qué cosas han vivido y cómo llegaron a donde están. Preferimos juzgar.
Así le pasó a un hombre a mediados de 2017, en St. Louis, EEUU. Su nombre era John Beard, y vivió una vida bastante ruda.
Muchos en la ciudad llegaron a verlo deambular por sus calles, pero una sola persona se molestó en tomarse el tiempo de hurgar bajo la superficie y descubrir quién fue realmente John Beard. Y lo que halló, cambió su vida.
Imagen tomada de: Captura de pantalla YouTube/stltodaymobile
Antes de terminar en St. Louis, John era conocido como el sargento Beard. Estuvo activo en el Ejército de los Estados Unidos entre 1968 y 1971, durante la Guerra de Vietnam.
En este período, su valentía y determinación en el campo de combate le valieron nada menos que cuatro medallas de honor y varias otras distinciones menores.
Pero nada de esto evitó que al volver a casa de su gira por Vietnam, John fuese olvidado por el mundo. Volver a la normalidad fue muy difícil para John, como lo es para muchos veteranos que lidian con secuelas de sus terribles experiencias.
Cuando cayó en cuenta, ya se hallaba desamparado, y por si esto fuera poco, su salud no andaba nada bien y terminó enfermando.
Durante su tiempo en Vietnam, John fue expuesto al "agente naranja", arma química anteriormente desplegada por tropas estadounidenses en varios conflictos del siglo XX, hoy en día vetada internacionalmente.
John desarrolló cáncer de pulmón, una secuela común en veteranos de estos conflictos. Sin apoyo ni recursos, John murió a los 67 años, completamente solo en el mundo.
Imagen tomada de: Captura de pantalla YouTube/stltodaymobile
El dueño de una funeraria de St. Louis, Calvin Whitaker, notó la ausencia de John. Fue quizás el único que lo hizo. Al indagar sobre su paradero, se enteró de su muerte y decidió correr con todos los gastos del funeral.
Calvin investigó el pasado de John, y descubrió su deslumbrante carrera militar y sus múltiples condecoraciones. Calvin supo que un hombre de tal calidad no podía morir de una forma tan miserable, y se dio a la tarea de darle una ceremonia digna de su vida.
Organizó un gran funeral con todos los honores militares de un sargento condecorado que sirvió a su país con honor y devoción. Pronto, la gente se enteró de lo que hacía Calvin, y lo que pasó a continuación fue maravilloso.
El día del funeral, cientos de personas se presentaron al sitio, donde incluso se realizó un regio desfile militar.
También se desplegó una pulcra escolta de honor con miembros de la organización Patriot Guard Riders, dedicada a honrar a policías, bomberos y militares fallecidos en sus funerales, por invitación de los dolientes. El Sgto. Beard habría estado orgulloso.
Mira el video de la conmovedora ceremonia a continuación y honremos la memoria de este valiente soldado olvidado.
Sin duda, esta historia nos enseña el grave error que podemos cometer al juzgar un libro por su portada.
Detrás de cada ser humano existen un sinfín de historias y vivencias imposibles de concebir, y nunca debemos descontar a alguien sólo por su aspecto. Las personas más insospechadas guardan las lecciones más valiosas.
La gente de St. Louis creía que John era simplemente otro vago más, un ebrio, adicto o demente que poco tenía que aportar a la sociedad o siquiera a sus propias vidas, y jamás le dedicaron ni un instante de atención.
Pero John dedicó su vida a preservar la paz y proteger el futuro de su país, y es así como debe ser recordado. Y gracias a Calvin, así será.
Y tú, ¿cómo serás recordada?