Mujer "dio la voz de alarma" tras la muerte de su bebé de 16 semanas. Luego, la policía reveló una horrible verdad
La autopsia reveló que la pobre bebé tuvo que soportar una terrible violencia antes de morir por las heridas infligidas por al menos uno de sus padres.
La mayoría de la gente cree que no se puede justificar ningún daño hecho a alguien inocente, más aún cuando esto termina en la muerte de la persona. Es una norma social comúnmente aceptada, además de ser punible por ley.
Pero hay casos que causan gran indignación y desconcierto particular, como cuando los perpetradores actúan de manera contraria al rol que deben cumplir en la comunidad. Cuando los que supuestamente deben preocuparse por los demás les hacen daño, parece más difícil de tolerar.
Si un médico, enfermera o agente de policía abusa su poder y aprovecha su posición y la confianza que el público le otorga, la sociedad reaccionará con fuerza. Es por eso que una de los hechos más difíciles de entender y aceptar es la de un padre que mata a su propio hijo.
Providr informó sobre el caso de una madre de 25 años llamada Rosalin Baker, que intento que el brutal asesinato de su hija Imani, de apenas 16 semanas de nacida, pasara por una muerte natural y repentina.
La culpabilidad de Baker y su esposo Jeffrey Wiltshire, de 52 años, se determinó después de que se abrió una investigación policial tras el descubrimiento de las imágenes de CCTV que arrojaron algo de luz sobre lo que realmente sucedió dentro de un autobús.
Baker subió a un bus con su niña ya muerta atada a su pecho. Su plan era simular que su bebé moría repentinamente en sus brazos, para contar con el resto de las personas en el autobús como "testigos" que la exoneraran de cualquier culpa por la muerte de la recién nacida.
Wiltshire se puede ver en el video de seguridad dando a Baker el visto bueno mientras sube al autobús. Está claro que los dos habían planeado cuidadosamente engañar a los pasajeros del colectivo para que creyeran que la pequeña acababa de morir en los brazos de su madre.
La verdad era que Imani había estado muerta durante horas antes de que Baker abordara el autobús con el cuerpo. Ella había sufrido una fractura de cráneo y lesiones cerebrales que resultaron en su muerte. Baker fingió estar casualmente enviando mensajes de texto en su teléfono durante 20 minutos antes de "reaccionar".
Eventualmente, la mujer encendió las alarmas cuando aparentemente descubrió que su hija no respiraba. Los testigos sospecharon cuando ella permaneció "fría y calmada" mientras que otros usuarios trataban desesperadamente de revivir a la bebé, sin saber que la nena había fallecido hacía mucho tiempo.
La pareja fue llevada a la corte después de que su plan falló y fueron declarados culpables de causar o permitir el deceso de su hija. Baker afirmó que Wiltshire era el verdadero responsable de la muerte de Imani. También lo acusó de golpearla regularmente a ella.