Mujer embarazada está a punto de dar a luz. El bebé se asoma y hace extraña pregunta al doctor

Nada es mejor remedio que la risa, y unas cuantas carcajadas cuida tu salud física y mental. Hoy te traemos un poco de humor para alegrarte el día.

En un gran hospital de ciudad, una mujer fue ingresada a la sala de partos. Tras una larga espera, finalmente había llegado el gran día. Estaba a punto de dar a luz a su primer hijo.

El doctor y la enfermera la ayudan a posicionarse en la mesa de parto, subiendo las piernas en los estribos médicos, preparada para la labor de parto.

De repente, el doctor quedó boquiabierto al notar la parte superior de una cabecita asomarse. El bebé sacó su cabeza y le dijo al doctor, "¿Es usted mi papá?"

El doctor, perplejo, le respondió "¡No, yo soy tu doctor!". Acto seguido, el bebé volvió a meterse. "¡Demonios!", dijo el doctor.

Pasaron algunos minutos, y de pronto, el bebé volvió a asomar su cabeza. Una vez más, repitió su interrogante al galeno.

"¿Es usted mi papá?", dijo el crío.

"¡No, yo soy tu doctor!", reiteró el médico, comenzando ya a exasperarse.

El bebé, dicho y hecho, volvió a desaparecer en el vientre de su madre.

El doctor se quedó mudo, visiblemente molesto y sin saber qué hacer. Luego de unos minutos, súbitamente se volteó para mirar de frente a la enfermera, y dijo con gravedad, "¡Enfermera, traiga al padre de ese bebé aquí ahora mismo! Puede que tengamos una situación entre manos".

La enfermera, confundida y atemorizada, salió corriendo a cumplir las instrucciones del doctor. Por un par de minutos, sólo se oía el sonido de sus zapatillas corriendo por los pasillos aledaños. Finalmente, volvió a la sala de partos, acompañada por el padre del bebé, que lucía también confundido.

En ese momento, el bebé volvió a asomar su cabeza.

"¿Es usted mi papá?", preguntó el bebé a su padre.

El padre le respondió: "¡Sï, pequeñín! ¡Yo soy tu papá!"

El bebé entonces se estira y comienza a clavarle el dedo índice en la frente a su padre, "¿Y entonces, te gusta?"