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Abuelo teme que su esposa sea sorda. Él va al médico y recibe un consejo ingenioso

Nada es mejor remedio que la risa, y unas cuantas carcajadas cuida tu salud física y mental. Hoy te traemos un poco de humor para alegrarte el día.

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Un hombre temía que su esposa no escuchara tan bien como solía hacerlo y pensó que podría necesitar un audífono. No muy seguro de cómo hablarlo a ella, llamó al médico de la familia para discutir el problema.

El doctor le dijo que hay una prueba informal simple que el esposo podría realizar para darle al médico una mejor idea sobre su pérdida auditiva.

"Esto es lo que debes hacer", dijo el Doctor, "ubícate a unos 40 pies de distancia de ella, y en un tono de conversación normal, mira si te oye. Si no, ve a 30 pies, luego a 20 pies, y así sucesivamente hasta que obtenga una respuesta".

Esa noche, la esposa estaba en la cocina preparando la cena, y él estaba en la guarida. Se dijo a sí mismo: "Estoy a unos 40 pies de distancia, veamos qué pasa".

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Luego, en un tono normal, pregunta: "Cariño, ¿qué hay para la cena?" Ninguna respuesta. Entonces, el esposo se acerca a la cocina, a unos 30 pies de su esposa y repite: "Cariño, ¿qué hay para la cena?" Todavía no hay respuesta.

Luego se muda al comedor donde está a unos 20 pies de su esposa y le pregunta: "Cariño, ¿qué hay para la cena?" De nuevo, no obtiene respuesta. Entonces, camina hacia la puerta de la cocina, a unos 10 pies de distancia. "Cariño, ¿qué hay para la cena?" Nuevamente, no hay respuesta.

Entonces, él camina detrás de ella. "Cariño, ¿qué hay para la cena?"

"Clyde, por quinta vez... ¡POLLO!", respondió su esposa.

Dicen que la risa es la mejor medicina, pero para nosotros, es el azúcar que endulza nuestros días. Una buena carcajada aleja la tristeza y la depresión. ¡Todos necesitamos una sonrisa de vez en cuando!

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