Una madre está amamantando en un restaurante. De repente, su marido recibe una nota inesperada
La maternidad no es fácil y tampoco lo es amamantar, en especial con todos los prejuicios sobre esta práctica tan natural.
A muchas personas les molesta que una madre le dé pecho a su bebé delante de los demás, incluso algunas personas pueden enojarse cuando ven a una madre amamantando en público.
Pero no todas las mujeres están dispuestas a permanecer calladas ante esto. Tal es el caso citado por el portal Newsner.
Jackie Johnson-Smith tiene tres pequeños y conoce bastante sobre su rol como madre. Ella le dio pecho a sus bebés y durante ese período pudo oír y ver todo tipo de reacción de parte de los extraños.
Ella asegura que en ocasiones tuvo que enfrentar a las personas que le decían cosas negativas sobre amamantar. Un día fue a comer con su familia a un restaurante y cuando volvió jamás se imaginó lo que ocurriría.
“He dado en pecho en innumerables lugares, agradables y desagradables, discretos y abiertos. He tenido muchos ojos y personas que se han quedado mirando", escribió Jackie en su Facebook.
Sin embargo, ese día se dio cuenta de que el bebé empezaba a estar inquieto y tenía hambre. Como cualquier otra madre hubiera hecho, ella decidió darle pecho en el restaurante.
Aunque no sabía cómo reaccionaría el personal del restaurante y los clientes, temía lo peor. Nunca olvidará la visita a ese restaurante.
Luego de amamantar a su bebé, ella pidió disculpas y se marchó. No quería molestar en el restaurante, ¡pero fue su propia decisión, nadie la forzó a hacerlo!
La madre notó que la camarera no paraba de mirarla, pero no dijo nada a la pareja. Cuando la madre volvió a la mesa, supo lo que la camarera estaba pensando.
Mientras Jackie se ausentó, el padre de su hijo pagaba la cuenta. Cuando vio el recibo, leyó el mensaje de la mesonera. “La camarera le había entregado la cuenta a mi marido. Me quedé sin palabras, muy emocionada”, escribe Jackie en su Facebook.
Les escribió: “Les he pagado una de las pizzas. Dale las gracias a tu mujer por darle amamantar a tu bebé”. Este pequeño gesto conmovió a la pareja, para Jackie esto significaba muchísimo.
Y no era necesariamente porque le importara lo que la gente pensara de ella, sino por la situación en sí misma, en la cual las mujeres se apoyan las unas a las otras.
“Esa noche se esfumó toda la negatividad que había recibido alguna vez. Yo no necesito que la gente me dé una palmada en la espalda por el hecho de dar de comer a mi hijo, pero aun así ese gesto es maravilloso”.
“Es sorprendente cómo las mujeres podemos hacernos sentir las unas a las otras cuando nos apoyamos mutuamente”, dijo Jackie.