Un lugar del que nadie puede escapar: "Black Dolphin" es la prisión más terrible del mundo para criminales

Sus inquilinos son terroristas, caníbales, pedófilos, maniacos y asesinos que estarán ahí por el resto de sus vidas. Hasta ahora nadie ha logrado fugarse de esta cárcel inexpugnable.

Esta prisión rusa es considerada de máxima seguridad. Su nombre es Colonia Penitenciaria IK-6 y es el terror de los más despiadados delincuentes.

Popularmente se le conoce como ‘Black Dolphin’ (Delfín Negro) y está ubicada en Oremburgo, Rusia, justo en la helada frontera siberiana con Kazakhstá.

El símbolo de su nombre es una estatua construida por los reclusos que se encuentra en la entrada, precisó el site Cerebroteca.

El sitio web agregó que esta prisión es de las más antiguas de la región, a la que ahora ingresan exclusivamente los condenados a cadena perpetua.

“La figura del delfín negro fue realizada por un grupo de presos hace muchos años, y es el símbolo del terror que causa esta cárcel a sus huéspedes: el color negro significa sin vida, y es un delfin saltando, pero incapaz de escapar”, reseñó la página de internet.

Describió que la vida en este lugar es una total pesadilla: “Cuando los presos van a ingresar ahí, para trasladarlos primero les vendan los ojos, así no pueden ubicar el lugar ni tampoco escapar”.

“Cuando estos son trasladados de una celda a otra se les pide una postura fetal, son vendados y deben inclinar el cuerpo para abajo para luego esposar sus manos a la espalda. De esta forma los guardias se aseguran de demostrar que son ellos los que tienen el control”.

Actualmente esta cárcel tiene 700 presos aunque su capacidad es de 1,600 internos. Se estima que esos 700 que han cometido alrededor de 4 mil asesinatos.

Mire cómo viven en el video a continuación:

Durante las 24 horas se encuentran bajo vigilancia y aislados, no suelen compartir celda y en caso de ser necesario, la comparten sólo con una persona más.

Cada celda tiene un espacio bastante reducido. Además tienen doble barrote y así les es imposible ahorcarse. También son reforzadas con tres puertas de acero, de manera que escapar parece una misión imposible.

Cada 15 minutos se hacen rondas para verificar que los presos no estén sentados ni acostados, pues no deben hacerlo hasta que se les otorgue el permiso.

En todo el día tienen sólo una hora y media de sol, que aprovechan para hacer ejercicio o caminar de un lado a otro en una celda más grande y de techo semiabierto, pues en el lugar no hay un patio para distraerse como en otras cárceles.

Además, la vigilancia se concentra ahí para evitar el contrabando y que los presos cumplan con las normas.

En el día son alimentados cuatro veces pero siempre con lo mismo: sopa y pan, que consumen en la soledad de su celda.

Regularmente los guardias están revisando los calabozos para evitar alguna anomalía.

Esta cárcel se convirtió en una penitenciaría de máxima seguridad el 1 de noviembre de 2000, bajo el gobierno de Vladimir Putin.