Mujer pasó 16 años en el corredor de la muerte. Luego se liberó a sí misma y a cientos de mujeres
Era inocente y nadie le creyó, sus hijos vieron cómo la condenaban, mientras ella pedía perdón por un crimen que no cometió.
Una mujer que fue condenada a muerte luego de supuestamente haber asesinado a su marido, estudió las leyes dentro de la cárcel y logró usar sus conocimientos para salvarse a sí misma y a muchos condenados más.
Susan Kigula, de Uganda, vivió una infancia normal como cualquier otra persona junto con sus padres y hermanos, tal como aseguró BBC Mundo.
"Mi infancia feliz no me preparó para lo que vendría en la edad adulta", dice.
Ella trabajaba en una tienda cuando conoció a Constantine Sseremba, 10 años mayor que ella. Al poco tiempo se fueron a vivir juntos, junto con un hijo de él, producto de una relación anterior.
Juntos parecían una pareja normal y feliz, pero el 9 de julio de 2000 cambió todo. Cenaron juntos esa noche y todos se fueron a la cama como de costumbre, pero sus hijos aseguraron haber escuchado un golpe.
"Había sangre caliente saliendo de una herida. Las sábanas estaban empapadas de sangre. No era solo mía. Debido a que las luces principales estaban apagadas, no pude ver la escena de inmediato ni ver lo que nos estaba sucediendo.
Me senté mareada sobre la cama, confundida. Luego se encendió un pequeño panel de luz de las linternas de seguridad del exterior y parte de la habitación se iluminó. Los niños quedaron ilesos. Estaban despiertos y angustiados".
"Constantine estaba en el suelo, gimiendo. Tenía el cuello cortado. Todo estaba sucediendo tan rápido. Nuestra empleada, Patience, entró corriendo a la habitación diciendo que había visto a dos personas salir corriendo del apartamento momentos antes.
Mi visión se estaba desdibujando y me tambaleaba mientras salía para alertar a los vecinos que vinieran a ayudarnos. Vi un par de figuras huyendo, pero podrían haber sido cualquiera en este momento, no puedo asegurarte que fueron mis atacantes.
Llegué a un restaurante en el exterior donde me dieron una frazada, no me había dado cuenta de que había salido corriendo de la casa desnuda. Todavía estaba sangrando y luego mi visión comenzó a borrarse. Me desmayé".
Ella fue trasladada al hospital y su pareja perdió la vida. Para su sorpresa, después del funeral de Constantine, escuchó en la emisora que alguien los había asesinado a los dos en un supuesto intento de robo. Ella quedó congelada, entendió que la persona que los atacó ya había pagado a la emisora para que dijera que ambos habían muerto. Querian asesinarlos a los dos.
Días después, la policía llegó acusándola del asesinato y la llevaron a prisión. El hijo de su pareja había asegurado verla junto con la empleada de la casa asesinando a su padre.
Ella pensó ingenuamente que el niño, de 3 años de edad, estaba confundido.
"Fui ingenua en ese momento. Pensé: 'Obviamente, todo esto es un error. El pobre muchacho está traumatizado y confundido. Soy inocente y, por supuesto, la gente lo verá'. No tenía idea de cómo funcionaba el sistema legal".
Pero el sistema falló, más tarde ella fue condenada a muerte. Luego conoció a un extranjero que estaba desarrollando un proyecto para mejorar las condiciones de las cárceles en África. Ella fue su traductora.
Ella llevaba 5 años presa y todos los días pensaba en la hora de su muerte. En ese proceso de mejora, ella logró conocer a muchas compañeras de cárcel y se enteró que también fueron juzgadas de forma injusta. Entonces tomó la determinación de ayudarlas y hacer justicia.
Ella se convirtió en una lider y comenzó a luchar, no solo por mejorar las condiciones de vida de las presidiarias, sino también por darles educación. Fue así como logró hacer un convenio con la Universidad de Londres para que ellas pudieran estudiar derecho a distancia. Esa se convirtió en la primera cárcel en contar con educación de esta calidad.
Ella aprendió mucho y ayudó a muchos presos a salir de la cárcel. Intentó abolir la pena de muerte, pero no lo logró. Sin embargo, logró modificaciones significativas en esa ley.
Sus grandiosos actos la llevaron a una reducción de pena, hasta el punto en que regresó a la libertad. Ahora su hija la ve como una heroina y ella deea seguir luchando para ajustar las leyes de su país, de forma que los inocentes no tengan que pagar por culpas que no les pertenecen.