12 síntomas sutiles de artritis reumatoide que la gente no debe ignorar
Los síntomas de la artritis reumatoide no siempre son obvios, pero si los detectas a tiempo, puedes hacer algo al respecto.
Según reporta Prevention, la artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune, causada por una combinación de factores genéticos, ambiantes y hasta hormonales, que llevan al sistema inmune a atacar al cuerpo en vez de a gérmenes. El proceso causa inflamación, dolor y otros síntomas.
Los síntomas van y vienen, lo cual puede dificultar interpretar las señales de tu cuerpo. Puede tomar semanas notar la recurrencia de los síntomas como un dolor de muñeca o de hombro que desaparece. Y justo cuando crees haberte recuperado, otra oleada de dolor y cansancio aparece.
Pero también hay casos en que todos los síntomas aparecen juntos. Lee los síntomas de esta enfermedad a continuación.
Dolor de articulaciones
El dolor es un síntoma temprano y definitivo de la artritis reumatoide. Afecta articulaciones en ambos lados del cuerpo, empezando por dedos, muñecas y tobillos, y luego hombros, caderas y rodillas. El dolor es agudo y punzante, y puede arder. El de muñeca es particularmente preocupante.
Rigidez
La ridigez por media hora o más es un síntoma clásico de artritis reumatoide. Algunos están tiesos al despertar, y otros durante todo el día. La ridigez matutina se reduce durante el día y empeora de nuevo en la noche. Incluso estar sentado poco tiempo puede rigidizar las articulaciones.
Inflamación
Los pacientes de AR sufren de inflamación en las muñecas y dedos, a veces antes de que los doctores puedan detectarlo. También suelen reportar problemas para calzarse los zapatos por la mañana, por inflamación en las articulaciones del pie.
Calor radiante
Puede ser muy sutil, pero las articulaciones inflamadas pueden ponerse más calientes. Si sientes una calidez, se recomienda comparar la temperatura de la articulación con la de cualquier hueso cercano. Si está más caliente, no es buena señal.
Disfunción de articulaciones
La AR interfiere en tareas cotidianas, especialmente durante un episodio. Puede costarte mucho el cortar carne, abrir un cartón de leche o escribir con un teclado. Si tus rodillas son el problema, puedes tener problemas para subir escaleras.
Fatiga
Casi todos los que sufren de AR sienten una terrible fatiga. Es un síntoma común de enfermedades autoinmunes. Lo bueno es que cuando la enfermedad está bajo control, la fatiga desaparece. Retrasar el inicio del tratamiento es buscarse problemas, porque la fatiga puede hacerse crónica.
Sentir que estás enfermo
La AR es más que dolor de articulaciones. Puedes sentir que te estás enfermando, porque estás cansado y adolorido. Las personas describen sentir que algo no marcha bien. Si esa sensación dura más de ses semanas, consulta a tu doctor.
Pérdida de tono muscular
La pérdida de músculo es una seria complicación de la AR. Investigadores han hallado "significativas pérdidas de masa y densidad muscular" en pacientes de AR, según la misma fuente. Si notas pérdidas de fuerza notorias, es importante que se lo menciones a tu doctor.
Imagen tomada de: Wikimedia Commons
Depresión
La depresión suele manifestarse en condiciones crónicas como la AR. Estudios sugieren que es de 2 a 4 veces más probable en pacientes de AR. Suele ser un síntoma temprano, una "manifestación sistémica de inflamación", debido al efecto de la inflamación sobre la neuroquímica de cada persona.
Nódulos en la piel
1 de cada 4 personas con AR desarrolla firmes nódulos bajo la piel, en lugares donde los huesos presionan el cuerpo, como los nudillos, codos y talones. Son inofensivos, pero causan dolor, reducen funcionalidad y se pueden infectar.
Irritación de ojos y boca
A veces la gente con artritis reumatoide desarrolla síntomas de otra condición autoinmune, síndrome de Sjogren, que ataca las glándulas del cuerpo que producen humedad. Produce resequedad en ojos y boca. Se denomina Sjogren secundaria, en pacientes de AR.
Daño de nervios, piel u órganos
La gente asocia la AR con complicaciones en articulaciones, pero la condición afecta otras áreas del cuerpo. La inflamación ataca los vasos sanguíneos, provocando úlceras. Cuando afecta los nervios, puedes sentir debilidad en tus extremidades.