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Mujer mexicana que fue violada por dos militares cuando tenía 17 años, finalmente obtiene justicia

Vanessa Guzmán
20 jun 2018
21:44

A sus 17 años, Valentina Rosendo Cantú, una mujer indígena de la etnia me'phaa en el estado mexicano de Guerrero, fue violada y torturada por militares mientras lavaba ropa en un arroyo.

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Tras 16 años de lucha ante instancias internacionales, una jueza mexicana condenó a dos de los militares a 19 años de cárcel. Buscando justicia, Valentina tocó acudió a diversas instancias del gobierno, pero nunca creyeron su versión. Univisión tiene la noticia.

La decisión la tomó el pasado 1 de junio la jueza Iliana Fabricia Contreras Perales, del Juzgado Séptimo de Distrito en el Estado de Guerrero, contra los militares Nemesio Sierra García y Armando Pérez Abarca, quienes además de prisión, fueron condenados a la reparación del daño.

“El gobierno nunca me creyó, ni hizo caso de que fui agredida por los militares. Tuve que salir de mi pueblo y aprender español. Ahora puedo demostrar que dije la verdad”, aseguró Valentina Rosendo en una conferencia en la Ciudad de México para dar a conocer el fallo que la favoreció.

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Según expertos en la materia esta condena, es considerada por defensores de derechos humanos como un hecho histórico en México: es la primera vez que el gobierno emite una sentencia contra personal del ejército, tras una resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

De acuerdo con Vidulfo Rosales, abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, “la sentencia establece la tortura sexual como un acto de discriminación agravada e interseccional”, pues toma en cuenta la desigualdad en la que Valentina se encontraba.

“La sentencia muestra un contexto de presencia militar en Guerrero donde hay vulnerabilidad de las mujeres indígenas. Se evidencia una política del gobierno y el ejército para hacer labores de seguridad pública, pero se están cometiendo violaciones a derechos humanos”, aseguró Rosales.

Mira el video con las declaraciones de la víctima.

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El ataque sucedió en el año 2002. “Ese día, elementos del 41 Batallón de Infantería recorrían las inmediaciones de la comunidad de Acatepec. A su paso encontraron a Valentina. Los soldados la interrogaron y luego la torturaron sexualmente, acotó el abogado Rosales.

“Pese a que Valentina interpuso una denuncia en el fuero civil, el caso fue trasladado al ámbito militar y archivado por el gobierno mexicano. Por esa razón, decidió recurrir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, acotó el especialista en leyes.

“No fue sino hasta 2012 cuando la Procuraduría General de Justicia Militar (PGJM) notificó que la investigación por violación sexual y tortura cometidas en su contra por miembros del Ejército mexicano había sido remitida a la Procuraduría General de la República (PGR)”, destacó.

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Rosales agregó que “un año después, dos personas fueron consignadas ante la justicia federal: un elemento del ejército en activo y otro fuera del servicio, quienes habían sido identificados por Rosendo. Y fue cinco años después, en junio de 2018, cuando se dictó una sentencia para ambos”.

Por su parte, Tania Reneaum, directora ejecutiva de la sección mexicana de Amnistía Internacional, señaló que “esta sentencia condenatoria marca 16 años de injusticia del gobierno mexicano, pero por primera vez da credibilidad al testimonio de una víctima de violencia sexual”.

“Una persona menor de edad, indígena y pobre. Todas las discriminaciones múltiples e interrelacionadas, reconocidas en un acto jurídico. Todos los factores hechos visibles en una sentencia es una señal muy poderosa para evitar la impunidad”, insistió Reneaum.

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Valentina considera que la justicia que se convirtió en realidad para ella, debe aplicarse a casos similares de otras mujeres. “A los militares que agreden a las mujeres nunca se les ha castigado. Tenemos que encontrar una luz en el camino, como yo la encontré”, dijo Rosendo.

Especialistas en leyes coinciden en que “el caso es importante para México, donde más del 90% de los delitos quedan impunes. Los casos de abusos contra civiles por parte de las fuerzas armadas han aumentado con el despliegue del Ejército y la Marina Armada”.

Valentina también aseguró que durante su lucha por alcanzar la justicia, corrió peligro en reiteradas ocasiones, pues “el Gobierno de México quiso desaparecerme junto con mi hija y mis abogados, pero yo nunca dejé de alzar la voz y siempre busqué justicia porque es lo que quería”.

Por su parte la activista Tania Reneaum, hizo énfasis en que “esta sentencia recuerda y afirma que nuestro cuerpo no puede ser usado como instrumento de guerra, humillación y malos tratos. Y en el ámbito del derecho, le da plena credibilidad al testimonio de la víctima”.

Igualmente Jan Jarab, representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, destacó que “este fallo condenatorio reconoce las múltiples dimensiones de discriminación que sufren mujeres en un contexto de desigualdad estructural”.

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El representante de la ONU enfatizó la importancia de la sentencia en razón de la tortura sexual, dijo que este tipo de violaciones es algo que se ha practicado como forma exacerbada de violencia contra las mujeres en este país. “Mi admiración a Valentina por esta lucha de 16 años”, agregó.

Por otra parte, Santiago Aguirre Espinoza, subdirector del Centro Prodh, destacó que en México la impunidad es tan fuerte que ni las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos la debilitan. “Seguro los acusados presentaran algún recurso, pedimos que haya justicia”.

Vidulfo Rosales, abogado del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, confirmó que uno de los militares responsables ya apeló. “Por eso el llamado al Poder Judicial a que se mantenga con la incorporación de los estándares internaciones en estos medios de prueba”.

Rosales también comentó que este fallo judicial tiene implicaciones en la discusión sobre la Ley de Seguridad Interior porque demuestra qué sucede cuando militantes salen a desempeñar labores de seguridad pública. “Ilustra la inviabilidad de una propuesta que saca al Ejército a las calles”.

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