Niño de 10 años fallece misteriosamente tras haberle dicho a su familia que le gustaban los chicos

Unas semanas antes de morir, todo parecía indicar que Anthony Avalos sería homosexual, por lo que las autoridades están investigando sí la muerte del niño Lancaster, de 10 años, está asociada a la homofobia, dijo un funcionario del condado.

Anthony fue encontrado gravemente herido en su casa, tenía lesiones en la cabeza y quemaduras de cigarrillos por todo el cuerpo, informó Los Angeles Times.

Brandon Nichols, subdirector del Departamento de Servicios para Niños y Familias del Condado de Los Ángeles, reveló en una entrevista que Anthony había dicho que le gustaban los niños, pero no hubo más detalles al respecto.

Nichols dijo que la investigación criminal del abuso mortal está en curso. La tía de Anthony, Maria Barron, comentó que habría sido muy valiente el haber anunciado que era homosexual.

La fuente informó que la madre de Anthony, Heather Barron, y su novio, Kareem Leiva, no habían sido acusados ​​de ningún delito relacionado con la muerte de Anthony, pero se determinó que Anthony probablemente murió de abuso infantil. Ni Leiva ni Barron respondieron a las solicitudes de comentarios.

Sin embargo, otra entrevista con el novio de la madre, Kareem Leiva, de 32 años, condujo a su arresto, señaló el departamento del Sheriff del Condado de Los Ángeles.

"Durante el transcurso de su entrevista, el sospechoso Leiva hizo declaraciones que llevaron a los investigadores a arrestarlo por el asesinato de Anthony Avalos", añade un comunicado del departamento.

La tía contó que comenzó a alertar en 2015, cuando notó hematomas y otras lesiones que los niños le dijeron que habían sido causadas por Leiva. Ella dijo que los niños también informaron que los encerraba en espacios pequeños donde tuvieron que orinar y defecar en el piso.

Leiva fue condenada en 2010 por abuso doméstico. Que el chico haya salido en esas circunstancias "solo refuerza lo valiente que era Anthony", dijo María Barron.

Heather Barron y Leiva fueron objeto de al menos 16 llamadas desde 2013 por parte de administradores escolares, un maestro, un consejero, miembros de la familia y otras personas del DCFS y la policía alegando abuso infantil, según dijeron fuentes a The Times.

Al menos 13 de esas llamadas fueron recibidas por DCFS y específicamente mencionaron a Anthony como la presunta víctima, dijo Nichols.

En una entrevista, Bobby Cagle, director de DCFS, confirmó a The Times que quienes llamaban dijeron que Anthony o sus seis hermanos fueron privados de comida y agua, abusados ​​sexualmente, golpeados, colgados boca abajo de una escalera, obligados a agacharse durante horas y forzados a comer de la basura.

Los alguaciles del condado de Los Ángeles respondieron a una llamada al 911 de su madre alrededor de las 12:15 p.m. Encontró al chico dentro del departamento de su familia.

Las autoridades explicaron que les dijeron que el chico había "sufrido heridas por una caída". Murió en un hospital. Los oficiales del condado sacaron a otros siete niños del hogar mientras continuaba la investigación.

Cagle aseguró que a pesar de los años de abuso severo alegado en la casa de Anthony, era "prematuro" decir que el caso de Anthony representaba un fracaso del sistema de bienestar infantil.

"Esa es una pregunta muy compleja. Es mucho más que un problema en blanco y negro. Hay muchos tonos de gris", dijo Cagle.

El director prometió una investigación profunda de cualquier eventualidad y compartir los errores de gestión de casos con el público a medida que se descubren.

Ningún asistente social ha sido asignado a un escritorio o se ha convertido en sujeto de una acción disciplinaria en el caso. Nichols dijo que el departamento divulgará tales movimientos si ocurren a medida que se profundiza la revisión interna.

Asimismo, indicó que los trabajadores sociales de su departamento documentaron hace años que Leiva era supuestamente un miembro de la pandilla criminal MS-13, pero que los trabajadores no clasificaron esa información como una amenaza de seguridad que requería la eliminación de Anthony del hogar.

Los cinco miembros elegidos de la Junta de Supervisores del condado rechazaron las solicitudes de entrevistas relacionadas con el caso.

En un comunicado, la Supervisora ​​Kathryn Barger, quien representa a Lancaster, dijo: "Nuestros socios en protección infantil están colaborando con las autoridades que llevan a cabo una investigación exhaustiva para identificar las circunstancias que rodean este crimen indescriptible".

Por su parte, la supervisora ​​Hilda Solis emitió un comunicado que decía: "analizaremos muy bien cómo sucedió esto, tomaremos todas las medidas correctivas de inmediato y brindaremos una supervisión estricta y diligente para garantizar que las reformas que hemos iniciado se lleven a cabo".

Pero finalmente la justicia llegó y la pareja fue acusada de torturar y asesinar al niño, haciéndolos candidatos para la pena de muerte.

Según informó el Fiscal de Distrito del Condado de Los Ángeles, ambos sujetos se declararon no culpables de los cargos que se les acusaba en la corte.

La demanda contra Barrone y Leiva resaltó que el fallecimiento de Anthony, de 10 años, fue intencional e involucró la tortura.

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