Pasajeros cuentan cómo sobrevivieron al accidente de Aeroméxico en Durango
Según informó el gobernador de Durango, José Rosas, el avión fue afectado por una repentina ráfaga de viento que lo hizo caer durante su despegue.
Al tocar tierra con el ala izquierda se le desprendieron los dos motores. El Embraer E190 de la empresa Aeromexico cayó fuera de la pista del aeropuerto y se arrastró unos 300 metros en un terreno inestable y lleno de maleza.
La aeronave sufrió grandes daños y a los pocos minutos del accidente se cubrió de llamas. Sin embargo, los pasajeros lograron salir caminando antes de que llegaran los efectivos de emergencia, reseñó la BBC.
En el avión viajaban 88 adultos, nueve menores de edad, dos infantes, más los dos pilotos y los dos sobrecargos, informó el director general de la aerolínea.
Muchos sufrieron lesiones, pero afortunadamente todos sobrevivieron. Es por ello que tanto en los medios de comunicación como en las redes sociales lo denominaron “el milagro de Durango”.
El gobernador de Durango dijo que la nave quedó en posición horizontal, lo que facilitó la activación de toboganes y una evacuación oportuna de pasajeros, antes del incendio.
Por su parte, Pero Guillermo Galván, director editorial de Transponder 1200, un medio especializado en aviación, estableció tres factores importantes que evitaron víctimas fatales en el accidente.
El fuselaje de la aeronave se mantuvo en condiciones suficientemente buenas para que se pudiera evacuar. Según la aerolínea, el avión había recibido mantenimiento en febrero de este año.
El segundo factor destacado por Galván fue que la tripulación y los sobrecargos siguieron correctamente los procedimientos de emergencia. Y el tercero es que los pasajeros actuaron de manera adecuada y evacuaron rápidamente, a pesar del caos y pánico.
Heridos
Según algunos reportes hablan más de 80 personas fueron atendidas en distintos hospitales, la gran mayoría por lesiones leves.
Sin embargo, hay dos heridos de mayor gravedad: el piloto, Carlos Galván, que tuvo que ser sometido a una cirugía de columna y una niña que presentó quemaduras en el 25% del cuerpo.
Las causas del accidente serán sometidas a investigación, pese a que todo apunta que fue el mal clima.
El director general de Aeronáutica Civil, Luis Gerardo Fonseca, advirtió que la labor de peritaje de las cajas negras y grabadoras de la nave puede tardar meses.
De momento, se sabe que los pasajeros abordaron el avión cuando todavía no llovía, pero al poco tiempo se desató una tormenta de granizo acompañada de fuertes vientos.
El director editorial de Transponder 1200, quien también es piloto comentó que el accidente de Durango es el mayor en la aviación comercial en México desde 2008, cuando murieron 16 personas en un accidente de un avión Learjet 45 en la Ciudad de México y entre las víctimas estaba el secretario de Gobernación de ese momento, Juan Camilo Mouriño.
A través de un comunicado, Aeroméxico lamentó el accidente registrado este martes. "Estamos enfocándonos en atender esta situación y haremos lo que sea necesario para auxiliar a las familias de nuestros clientes", dijo la aerolínea mexicana.
"Yo sabía que, a pesar de las llamas, tenía que saltar", declaró Jacqueline Flores a BBC. "La aeronave quedó partida y el fuego avanzaba rápidamente. La gente había entrado en pánico", dijo.
Esta originaria de Durango, pero con residencia en Colombia relató que vio como el avión se partió cerca de su asiento, por lo que supo de inmediato que debía saltar por allí junto a su hija de 16 años.
Su reacción le lesionó el tobillo, pero ella igual lo considera un milagro. Somos muy afortunados", expresó.
Por su parte, María Guadalupe Herrera le contó a CNN que sintió cuando el avión despegó de la pista, pero enseguida cayó y golpeaba contra el suelo.
“Estábamos asustados y gritando y de repente se paró el avión y vi como todos empezaron a salirse por la parte de atrás y yo seguí, pero como traía mi bebé en brazos, le di mi bebé a mi otra niña y les dije salgan y yo me regresé a buscar a mi mamá y la traje conmigo y salimos todos juntos”.
“Al segundo impacto fue muy fuerte, fue cuando brinqué. Se detuvo el avión, la aeromoza estaba atrás para cuando yo volteé tenía una puerta abierta atrás. Nosotros veníamos en la fila 24. La gente que estaba más en medio como que estaba estancada allí”, detalló Anabel Estrada, otra de las sobrevivientes.
Asimismo, José Luis Corral contó a CNN como actuó para no entrar en pánico. “Traté de no asustarme y ayude a calmar a la gente que estaba alrededor diciéndoles que no iba a pasar nada. Recuerdo que despegó el avión y cayó, volvió a subir y se deslizó por la pista. Escuchaba la gente gritando que salieran porque se estaba incendiando el avión”.