Mamá en shock escondía a su hijo del mundo bajo una manta. Ahora lo inscribió para modelar
Por temor a miradas inquietas y extrañas, la madre decidió mantener a su hijo escondido bajo las cobijas debido a su deformidad en la cabeza y los dedos.
Hannah Pitt rompió en llanto la primera vez que vio a su hijo, cuenta Metro. Antes del nacimiento, ella y su pareja fueron notificados de que Teddy padecía una rara condición llamada Síndrome de Apert.
Esto hizo que la madre, de 36 años de edad, sintiera mucho temor sobre lo que las demás personas podrían pensar sobre el cuando lo vieran. Sin embargo, todo ha cambiado, y ahora ella no podría estar más orgullosa de su pequeño.
Gracias al trabajo de algunos cirujanos, permitieron que el pequeño tenga nuevos dedos y además se le realizó una operación en el cráneo que evita la acumulación de presión.
"Me angustié la primera vez que vi a Teddy y sus manos. Él se veía tan diferente. Lloré y lloré. Él no miraba como debería hacerlo un bebé. No habíamos oído hablar de la condición, así que nos conectamos y vimos fotos aterradoras de otros bebés con ella. Leemos que puede que no sobreviva, pero afortunadamente los médicos nos tranquilizaron", aseguró la madre, según Metro.
El primer embarazo de Hannah terminó con el bebé muerto, a causa del síndrome de Turner. Motivo por el que este segundo intento, fue monitoreado de cerca y de forma constante. Ella y su esposo, de 34 años de edad, oraron mucho porque este bebé llegara sano. En el momento no se vio ningún tipo de anomalía, pero cuando Teddy llegó, las cosas cambiaron.
Luego de que el pequeño naciera y fuera puesto en incubadora, los padres fueron informados de que podría tener el Síndrome de Apert. Condición que incluye tener una forma anormal del cráneo, cara hundida, dedos fusionados y dedos de los pies, y un esófago y tráquea más pequeños, lo que dificulta la respiración.
Al comienzo, Hannah tenía mucho miedo de que otras personas fueran crueles con su hijo por su apariencia. Por lo que prefería esconderlo tras algunas cobijas. Pero luego se encontró con otros padres que tenían la misma situación y esto la motivo para abrirse un poco más.
Comenzó a mostrar a su hijo y notó que las personas no eran crueles, sencillamente tenían curiosidad. Fue entonces cuando perdió el miedo y dejó de ocultar al pequeño Teddy.
Además, el menor ya ha recibido varios tratamientos estéticos y médicos que le han permitido ir mejorando no solo su apariencia, sino también sus expectativas de vida.
En marzo, Hannah se acercó a Zebedee Management, una agencia de talentos para personas con discapacidades, y Teddy pasó a hacer una sesión de fotos con ellos.