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Esposa de pedófilo: "Nunca dejaré de amar a mi esposo a pesar del tormento de su enfermo crimen"

Diego Rivera Diaz
05 sept 2018
06:28

A pesar de saber la naturaleza de los abominales crímenes de su marido Robert, Helen es incapaz de dejar de amarlo, y lucha por reconciliar sus emociones.

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En el hogar de Helen, tocaron la puerta justo antes del alba. Roberto bajó a abrir la puerta medio dormido. y cuando no volvió, Helen lo siguió, para hallarlo colapsado en las escaleras. Un oficial de policía vestido de civil le mostró una orden judicial.

"Robert sólo decía, lo siento, lo siento", recuerda Helen. "No me quedó ninguna duda de que por lo fuera que habían venido a buscarlo, él era culpable". La pareja de abuelos octogenarios llevan casados desde que Helen tenía 18 años.

No se sabe cómo Robert terminó en el radar de la policía, pero tras una exhaustiva y humillante búsqueda del hogar, "él les dijo dónde encontrar lo que estaban buscando, pero ellos vieron todo, incluso mi ropa interior", contó la mujer al diario británico Telegraph.

Fue eventualmente acusado y sentenciado a dos años de cárcel por posesión de imágenes de abuso sexual infantil - de las cuales tenía "millares". Este tipo de crímenes son difíciles de rastrear, pero se sospecha que crecen a tasas alarmantes gracias al internet. Desde 2013, en el Reino Unido, ha habido un incremento de casos de 700%.

Imagen tomada de: YouTube/News, Science, Tech and Health

Imagen tomada de: YouTube/News, Science, Tech and Health

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HORRORÍFICO AUMENTO

Casi todos los arrestados en relación a estos crímenes son hombres, pero la mayoría de ellos desafían las típicas categorizaciones.

"Vemos hombres de todas las edades y estilos de vida, hombres de familia y profesionales respetables", dijo el asistente del jefe de policía de West Yorkshire, Catherine Hankinson. Los 148 adultos que arrestó su precinto el año pasado incluyen a 4 directores de empresas, dos abogados y cuatro profesionales del sector tecnológico.

Algunos incluso consideran perpetrar un crimen "sin víctima", pero si bien compartir una foto de alguien menor de edad tiene una sentencia máxima de 10 años, la escala del problema implica que menos de 1 de cada 4 de los 2.526 culpables por estos delitos el año pasado en el Reino Unido recibieron menos de un año de cárcel.

Los jefes de policía recientemente sugirieron que el "horrorífico" aumento en el número de crímenes de esta índole debería promover un debate sobre si los hombres que ven este tipo de imágenes deben ser apresados o si más bien necesitan terapia. Pero personas como Robert Buckland, fiscal general del Reino Unido, rechazan esta actitud.

Imagen tomada de: YouTube/News, Science, Tech and Health

Imagen tomada de: YouTube/News, Science, Tech and Health

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SENSACIÓN DE LUTO

"Es un primer paso", dijo al Telegraph recientemente. "Puede llevar a crímenes más horrendos. La gente gana dinero de esto, los niños son abusados para crear estas imágenes".

Además, están las víctimas invisibles de estos crímenes: las propias familias de los agresores, quienes son afectados por un creciente número de "cazadores de pedófilos", y viven con constante miedo de ser objeto de venganzas.

"El foco suele caer sobre las esposas y parejas, ¿habrán estado al tanto? Yo habría sabido si mi esposo estuviese haciendo esto", suele decir la gente, según Deborah Denis, de la Fundación Lucy Faithfull, caridad dedicada a prevenir el abuso sexual infantil.

"Las deja increíblemente aisladas por que sienten que no pueden hablar ni con sus más cercanos amigos o parientes", agregó Deborah.

Para Helen, el descubrimiento fue algo así como sentir luto. "Me sentí como una viuda", explicó. "Pasé por un gran luto, casi sientes que él se murió".

Imagen tomada de: Pixabay

Imagen tomada de: Pixabay

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NO ES UN BOTÓN QUE PUEDAS APAGAR

La sentencia de Robert reflejó el volumen y la naturaleza de las imágenes en su posesión. Helen quedó devastada al descubrir que algunas incluían a niños más pequeños que los nietos de la pareja, para ese entonces en prescolar.

Inspirada por la necesidad de hablar sobre el impacto de lo que su marido ha hecho, pero ocultando su identidad, accedió a ser una de dos esposas seguidas por 12 meses por cámaras del Canal 4 del Reino Unido para crear un fuerte documental, "Married to a Paedophile" (Casada con un Pedófilo), ,pero aclara que no le gustó el título.

Usando una impresionante técnica novedosa, los actores sincronizaron sus labios con el audio grabado por las verdaderas esposas, permitiendo que sus inusuales y poco conocidas perspectivas sean presentadas de una manera familiar y accesible.

La historia de Helen es a veces difícil de entender, a medida que vemos sus esfuerzos por perdonar a un hombre que sigue amando, por crímenes que no puede tolerar.

"Lo he amado por 44 años, y simplemente no es un botón que puedas apagar".
Imagen tomada de: Pixabay

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UN HOMBRE MUY ENOJADO

No está del todo segura de que el documental haya captado bien la plenitud de su ira. "Yo estaba temblando, ¿cómo pudo haberlo hecho?". Pero iba y venía de a ratos, en oleadas.

"Soy muy clara en que odio lo que él hizo, pero no odio a la persona. Temía todo el tiempo que fuera a suicidarse. Ese era mi mayor miedo el día que la policía se lo llevó"

Tuvo que llamar a sus dos hijos y darles la noticia. "No sabía si volvería a verlo", agregó. Si bien le cuesta aceptar la magnitud de la traición de Robert, cree que su conducta es un síntoma de su depresión.

"Perdimos a muchos parientes cercanos, de repente, nosotros perdimos hijos, y eso fue muy difícil, él se sintió redundante. Sentía mucha amargura al respecto. Terminó siendo un hombre muy enojado".

Lo visitó en prisión cada tres semanas, pensando en esas ocasiones como "citas", y le enviaba regularmente correos electrónicos y fotos de sus pollos. No se le permitía recibir fotos de sus nietos.

Imagen tomada de: Pixabay

Imagen tomada de: Pixabay

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DETALLES PERTURBADORES

Robert fue liberado el año pasado, tras ocho meses de prisión, y fue ingresado en el registro de agresores sexuales por 10 años, recibiendo una orden de prevención de agresión sexual, lo cual implica que todos sus dispositivos con internet deben ser monitoreados con aplicaciones especiales de rastreo, incluyendo su celular.

Bajo los términos de su libertad, no puede quedarse a dormir en un hogar donde estén durmiendo también sus nietos. Helen frecuentemente cuida de los niños, así que le alquiló un departamento a pocos minutos de distancia, "lo suficientemente lejos como para que con suerte, nadie lo conozca".

Si bien no tiene otras restricciones legales en cuanto a ver a sus nietos se trata, su nuera hasta ahora lo ha prohibido por completo. "Hay algunos detalles que surgieron en el juicio que a ella la perturban aún", dice Helen. "Uno de los videos que él veía era de un bebé lactante que fue tomado de los brazos de su madre [y abusado]".

Desde que las cámaras dejaron de grabar, ella y el hijo de Helen se divorciaron por sus diferentes reacciones ante los crímenes de Robert, dividiendo a la familia aún más.

Imagen tomada de: Pixabay

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¿LE DI EL PERMISO?

Helen también siente los fantasmas de las pistas que pudo haber detectado a través de los años. Sabía que Robert vio pornografía durante la mayor parte de su matrimonio, y siempre fue muy coleccionista y acumulador, pero jamás pensó que estas cosas se cruzarían en tan terrible obsesión.

"Le dije, sé que vas a ver porno, pero no quiero saberlo, no me la muestres. Después, pensaba con agonía, ¿yo le di el permiso? Si hubiera sido mejor esposa...", dice, quedándose sin palabras por un momento. "He aprendido que es una sensación común", continúa.

La pareja oficialmente está separada, pero siguen viéndose a diario, y no tienen planes de divorciarse. "Sigo sintiéndome casada", dice Helen.

"No pienso que podría volver a confiar en nadie plenamente. Si él pudo hacerlo, no puedo confiar en ningún hombre. Pasé una dolorosa etapa en la que veía a cada hombre y me preguntaba, ¿tú lo haces? ¿Lo haces?"

Imagen tomada de: Pixabay

Imagen tomada de: Pixabay

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REACCIÓN VIOLENTA

No todas las mujeres reaccionan así ante una revelación como esta. Cuando Barbara Coombes descubrió que su padre almacenaba pornografía infantil, incluyendo fotos de ella misma, su reacción fue mucho más violenta: terminó con su vida inmediatamente.

Coombes luego se presentó en una estación de policía en Stockport, Inglaterra, en enero de este año y anunció que había matado a su padre, Kenneth Coombes, 12 años antes, enterrando su cuerpo en su jardín.

La mujer contó a la policía que su padre, quien tenía 87 años cuando murió, había abusado de ella física y sexualmente durante décadas, desde que tenía 5 años..

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