Esto es lo que siente el bebé cuando lloras de tristeza estando embarazada

Por increíble que parezca, las emociones de la madre tienen un verdadero impacto sobre la salud de un feto en crecimiento, y la ciencia ahora lo ha demostrado.

En el vientre el feto recibe constantes mensajes de su madre. No sólo al escuchar su voz, la música que ella le reproduzca o el latido de su corazón: las señales químicas también penetran la placenta.

Un nuevo estudio, publicado en Psychological Science, una revista de la APA (Asociación de Psicológicos Americanos), determinó que la comunicación madre-feto incluye señales sobre el estado mental de ella. Si la mamá está deprimida, esto afecta el desarrollo del bebé después de nacer.

En años recientes, investigadores han determinado que el ambiente en el que crece el feto (el vientre materno) es crucial. Algunos efectos son más obvios, como fumar o beber alcohol, que son devastadores. Otros son más sutiles.

ESTADO PSICOLÓGICO DE LA MADRE AFECTA AL FETO

Según la misma fuente, estudios han detemrinado que quienes nacieron durante la hambruna holandesa de 1944, la mayoría de madres que pasaron hambre, desarrollaron problemas de salud como obesidad y diabetes más adelante.

Curt A. Sandman, Elysia P. Davis y Laura M. Glynn, de la Universidad de California-Irvine estudiaron cómo el estado psicológico de la madre afecta el desarrollo del feto.

Para la investigación reclutaron a mujeres embarazadas para hacerles chequeos en cuanto a la depresión antes y después de dar a luz. También les realizaron pruebas a los bebés luego del parto, para constatar cómo se iban desarrollando.

CONDICIONES CAMBIANTES

Descubrieron algo fascinante. Aparentemente, lo importante para los bebés es la consistencia del entorno antes y después del parto.

Es decir, a los bebés que les fue mejor fueron aquellos que tenían madres sanas antes y después del embarazo, y las que estaban deprimidas antes y después del embarazo.

Lo que enlenteció el desarrollo de los bebés fueron las condiciones cambiantes - madres que pasaron de deprimidas antes del parto a sanas después, o de sanas antes del parto a deprimidas después.

"Debemos admitir que la fuerza estadística de este hallazgo nos asombró", dijo Sandman.

Ahora, una interpretación cínica de los resultados podría ser que si una madre está deprimida antes del parto, debería seguir deprimida, por el bien del pequeño.

"Un enfoque más razonable sería tratar a las mujeres que presentan depresión prenatal", dice Sandman. "Sabemos cómo lidiar con la depresión".

El problema es que las mujeres rara vez son examinadas por depresión antes del parto. En el largo plazo, tener una madre deprimida podría provocar problemas neurológicos y desórdenes psiquiátricos, según Sandman.

En otro estudio, el mismo equipo determinó que los niños mayores cuyas madres sufrían de ansiedad durante el embarazo, síntoma que suele presentarse junto a la depresión, tienen diferencias en ciertas estructuras de sus cerebros.

Hacen falta estudios longitudinales de décadas para determinar exactamente cuál es el impacto a largo plazo de tener una madre deprimida en la salud de un niño.

"Creemos que el feto humano es un participante activo de su propio desarrollo y que recolecta información para la vida después del parto", dijo Sandman. "Se prepara para la vida basado en lo que la madre provee".

Sin embargo, hay muchas otras preocupaciones que afectan a mujeres embarazadas que no tienen ningún fundamenta científico. Estos mitos suelen ser más difundidos incluso que los estudios bien documentados, como el del Dr. Sandman.

Por ejemplo, hay muchas embarazadas que temen por la salud de su bebé durante los eclipses. Si ese es tu caso, ¡relájate! La ciencia esta aquí para decirte que no tienes nada qué temer.