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Adorable ardillita desesperadamente intenta esconder una nuez en pelaje de amigo perrito

Las ardillas suelen pasar todo el otoño recolectando sus nueces para el invierno, pero tienen un pequeño problema: deben esconderlas o alguien más podría robarlas.

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Para la ardilla Wally que fue adoptada por Shannon Apple y su familia esa tarea ya no es necesaria, pues en casa tiene todo lo que necesita.

Sin embargo, ella no olvida su instinto animal y de vez en cuando tiene la imperante necesidad de esconder algunas cosas para su beneficio.

Jax es otro miembro de la familia y su gran cuerpo le despertó una brillante idea a la ardilla Wally. El gigante Bernese Mountain Dog es tranquilo, gentil y noble.

Los demás miembros de la familia pueden usarlo como almohada para descansar o ensillarlo para galopar y él lo permite sin problema.

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Entonces Wally aprovechó esta oportunidad para guardar entre su montaña de pelo una tuerca. Por desgracia, estaba muy concentrada escarbando para esconder el objeto y no prestó atención al entorno para asegurarse de que estuvieran a solas.

Ahí fue cuando su dueña la sorprendió e inmortalizó el adorable momento en video. Hasta ahora la grabación acumula más de 12 mil visitas en YouTube. ¡No es para menos!

Y las amistades entre especies distintas no dejan de sorprendernos. Basta con mirar a Apple Moonbeam, una ardilla de 5 semanas de nacida que fue encontrada en congelada y sola en el bosque.

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Por fortuna, un hombre de buen corazón la rescató y la llevó a su hogar. Allí se reunió con Maverick y Scout. Dos perros que la adoptaron, cuidaron y la han protegido en todo su proceso.

La han cuidado al empezar a caminar y además le han enseñado a relajarse en el sofá. ¡Son sencillamente protectores y encantadores con ella!

Los animales no olvidan a aquellos que les han dado cariño y muchas veces después de marcharse regresan con grandes sorpresas para sus cuidadores.

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En 2016, una pequeña ardilla cayó de su nido en un árbol. Era un día de mucho viento y frío, pero una mujer la rescató y la cuidó hasta que el animalito se marchó de la casa.

Según contó La Voz de la Madre Tierra, Simone Serfontein estaba en casa de una amiga cuando la ardilla, ahora conocida como Dingetjie, cayó al patio. Dingetjie lloró y lloró por su madre, pero esta nunca regresó por ella.

Simone la llevaba a su trabajo y la cuidó lo mejor que pudo. Entonces cierto día la puso en el patio y rápidamente la pequeña Dingetjie fue a los árboles. Aunque pensaron que era la última vez que la verían se llevaron otra sorpresa.

La ardilla siguió viniendo a casa a saludarlos, incluso cuando se embarazo. Ella hizo su nido con papel higiénico para tener a su bebé. De pronto, un día Simone y su novio llegaron de cenar y encontraron una triste noticia, que le dio un giro a toda la historia.

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