Madre de luto escribe trágico obituario que hace llorar a muchas personas
Cada persona con la que nos cruzamos libra su propia batalla personal. Pero ¿y qué si ese demonio viene a reclamar tu vida? ¿y si todos ven algo que tú en el fondo no eres?
Los vicios son uno de los cientos de pecados que atormentan la vida de jóvenes y adultos en esta tierra. La adicción a conductas, objetos, alimentos y medicinas… todos son especies de drogas que pagan la luz de ese individuo y lo convierten en esclavo de satisfacer un deseo.
Una joven y bella mujer murió tras una sobredosis de opioides que consumió luego de un largo batallar contra su dependencia a este medicamento altamente adictivo. Su sonrisa y buena actitud nunca demostró a su familia el gran problema que enfrentaba.
La también madre conoció esta sustancia cuando cursaba la escuela secundaria. Su familia devastada por la pérdida escribió un conmovedor obituario que le está dando una nueva visión a las personas de lo que es ser adicto.
“Es imposible capturar a una persona en un obituario, y especialmente a alguien cuya vida adulta fue definida en gran medida por la adicción a las drogas”, se apreciaba en el inicio del texto.
Durante toda la lectura, los familiares de Madelyn Ellen Linsenmeir de 30 años de edad, invitaron a la colectividad a practicar la compasión, solidaridad y apoyo con el prójimo y a rechazar conductas que sólo busquen juzgar a la persona.
Destacan en el homenaje que su voz era melodiosa y que era capaz de “pararte en la calle”, pero que esta sombra que la persiguió era tan fuerte que incluso la acosó hasta después del nacimiento de su hijo, un bello bebé de tez clara y ojos grandes y brillantes.
Madelyn no era una chica desganada, todo lo contrario, buscó ayuda, pidió auxilio cuando sentía que no podía más y los que estuvieron con ella en tratamientos o como equipo médico dicen quedar encantados por su personalidad y buena actitud. Su familia subrayó esta forma de ser en la carta de sincero dolor.
La familia Linsenmeir pidió compañía para un culto que realizarán por su alma y aunado a esto solicitaron que en lugar de flores hicieran donaciones a organizaciones que apoyan a las personas que quieren superar la adición a los estupefacientes.
PALABRAS AL ALMA
Garrett Michael Boofias fue otro guerrero que luchó contra un demonio muy diferente a los vicios. El cáncer no dejó que este pequeño niño soñador cumpliera todas sus metas. Lo increíble de su temple es que con apenas cinco años redactó su propio obituario.
“Cosas que odio: ¡Pantalones!, el estúpido cáncer, inyectadoras y la nariz de mono que huele a pedos de cereza”, rezaba un pequeño fragmento del divertido y sentimental escrito.
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