Mamá no puede contener su llanto al notar dulce unión entre su hijo autista y su perro guía
Cuando Shanna Niehaus vio a su hijo de 5 años, quien tiene autismo, abrazando a su nuevo perro de servicio, ella no pudo aguantarse las lágrimas. Durante años, Niehaus había visto a su hijo Kai intentar hacer amigos, pero todo en vano.
Una foto que muestra a Niehaus sollozando silenciosamente detrás de su hijo y su perro llamado Tornado, se publicó en la página de Facebook, 4 Paws for Ability, donde se ha compartida miles de veces, y ha recibido cientos de comentarios de apoyo, alegría y personas contando experiencias similares con sus hijos discapacitados.
Esta importante imagen captura el rostro de una madre que vio a su hijo, a quien no puede abrazar, bañar, vestir, acurrucar y tocar libremente, acurrucándose junto a su nuevo perro de Servicio porque él mismo quiso, con un apego intencional y tácito.
Esta es la cara de una madre que ha visto a su hijo experimentar innumerables interacciones sociales fallidas en el patio de recreo en un intento por hacer un amigo, por establecer cualquier tipo de conexión.
Fue un largo viaje hacia ese momento, tanto emocional como de forma literal. Aunque son estadounidenses, la familia Niehaus vive y trabaja en Tokio, Japón. Viajaron a Xenia, Ohio, hace dos años para conocer a Tornado después de que Kai expresó su interés en tener un perro de servicio.
En una entrevista con Inside Edition, en octubre de 2016, la dedicada madre dijo que aunque se cree que los niños autistas no son capaces de hacer amigos, pero que no es cierto.
“Kai ha estado buscando por un tiempo realmente largo obtener conexión, pero le cuesta mantenerla con la gente... Siempre ha mostrado una mejor comunicación con los perros y cualquier padre recurre a las fortalezas de un niño ".
Antes de viajar a EE.UU. para conocer al animalito, los padres de Kai hablaron con él sobre lo que podía esperar del perrito
“Había habido mucha anticipación. Entonces cuando conoció a Tornado, se vio consumido por la emoción y simplemente explotó”, dijo la madre.
El momento, por supuesto, quedó grabado en video y simplemente te saca una sonrisa cuando lo ves.
Según cuenta Shanna, el encuentro fue tan abrumador para el joven que él debió alejarse del sitio por unas cuantas horas. Luego, cuando regresó, tomó su tableta de juguete y se acurrucó junto a la panza peluda de Tornado.
“Fue ahí que me sentí conmovida”, relató Shanna sobre el momento que cambiaría sus vidas. Entonces su marido, el papá de Kai, no tardó en sacar la icónica y representativa imagen.
Karen Shirk, quién fundó 4 Paws en 1998, dijo que estaba feliz de compartir la toma también con todos los seguidores de la página de Facebook.
“Cuando ves una foto así, ves la emoción cruda de lo que una familia está sintiendo”, relató a Inside Edition.
Aparentemente, Tornado seguiría recibiendo entrenamiento hasta que finalmente pudiese volar a Japón junto a su familia.
Si quieres leer el texto completo que Shanna compartió en 4 Paws for Ability, no dudes en hacer clic aquí.
Pese a que los niños con autismo la mayoría del tiempo son almas incomprendidas, algunos sí logran abrir su caparazón para demostrarles al mundo que sí pueden hacer lo que se propongan. Este es un ejemplo de ello:
Para Logan Blade, expresarse es todo un desafío, y hasta comunicar sus necesidades fundamentales le cuesta muchísimo trabajo.
A pesar de que hablar era casi imposible para Logan, cantar era algo que lo ayudaba demasiado. En días difíciles, el chico entonaba melodías country de Turner y lograba escapar de su dura realidad, al igual que alegraba a sus padres, quienes luchaban por verlo mejorar y lograr lo que todo chico merece.
Josh Turner, cantante de country, sabía que este chico era un gran fanático de su música, así que no dudó en invitarlo a que compartiera una de sus piezas favoritas con él sobre la tarima, en su concierto en el Grand Ole Opry de Nashville, hace unos cuantos años.
El público quedó atónito con la reacción del chico autista, quien subió lentamente al escenario y al sentirse al lado de su ídolo enseguida se paró lo más erguido posible, le colocaron un micrófono y con total calma y seguridad comenzó a entonar su canción, una de las favoritas del aforo y del chico.
La gente adoró este momento, y estamos seguros que este chico tuvo gran aprendizaje esa noche y que jamás olvidará haber cantado junto a su ídolo.