Mujer de 86 años que sobrevivió al 'atado de pies' muestra cómo luce el doloroso proceso

La fijación de los pies fue finalmente prohibida a principios del siglo XX, pero la práctica continuó durante algún tiempo.

Los estándares de belleza varían en todo el mundo, pero un tipo de belleza culturalmente restringida ha tenido un costo terrible para aquellos que lo practican. Se trata del vedado de pies.

Zhou Guizhen, de 86 años, es una de las últimas mujeres chinas en vendarse los pies. Nació en una familia adinerada y se casó con un marido rico, en parte gracias a sus muy admirados pies pequeños.

El vendado de pies comenzó hace aproximadamente 3.000 años. Los intentos de prohibir la práctica no son tan antiguos, pero tampoco son nuevos. Los manchúes lo intentaron durante el siglo XVII, al igual que los británicos en el siglo XIX.

La fijación de los pies fue finalmente prohibida a principios del siglo XX, pero la práctica continuó durante algún tiempo.

Cuando fue entrevistada por NPR en 2007, la mujer dijo que se arrepentía de haberse vendado los pies. En aquel tiempo, los pies vendados eran vistos como una marca de clase. Ahora, representan la subyugación femenina.

Zhou Guizhen declaró lo siguiente en la entrevista con NPR:

“Me arrepiento de haber vendado mis pies. No puedo bailar. No puedo moverme adecuadamente. Lo lamento mucho. Pero en ese momento, si no te amarraban los pies, nadie se casaría contigo”.

El Global Times declaró que el vendado de pies generalmente comenzaba con remojarlos en sangre animal y hierbas. Entonces la persona (siempre era una niña) recortaba sus uñas y sus pies serían masajeados.

Posteriormente, el sujeto haría que los dedos de sus pies quedaran doblados por debajo de la planta del pie, los que eran torcidos hasta que se rompieran. La tela de seda o de algodón se envolvía alrededor de ellos y se apretaba.

El proceso se repetía varias veces, vendando los pies cada vez más apretados con cada nueva aplicación. Luego se instaba a las mujeres jóvenes a caminar regularmente para que sus pies fueran aplastados de una forma "ideal".

Lamentablemente, el precio de los pies de “loto dorado” fue sorprendentemente alto. Las mujeres luchaban por mantener sus pies limpios, y cualquier corte, que generalmente se originaba en una uña encarnada, podría llevar a infecciones horribles, incluso gangrena debido a la disminución del flujo sanguíneo.

A veces tenían que cortar partes de su carne para permitir que el pus se drenara.

Después de la revolución comunista, las mujeres como Zhou fueron rechazadas debido a sus pies pequeños, ya que no podían hacer trabajo físico.

Como no pudieron contribuir al "sueño comunista", muchas mujeres bien nacidas perdieron toda su riqueza durante la revolución, dejándolas sin un centavo y dolorosamente deformadas.

Actualmente, a los pies se les ve con otros ojos. Desde la forma de los pies y el tamaño de los dedos, se pueden determinar una serie de cosas interesantes sobre una persona y su personalidad.

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