Humano desprevenido no pudo resistir la hilarante insistencia de este gatito callejero para hallar hogar
El minino vio, olió o sintió algo especial por ese hombre que caminaba por el parque. Y se le pegó como una garrapata, hasta que no tuvo más remedio que cargar con él.
“¡Miauuuuu, qué buena onda! Zapatos con un cordel verde y otro rojo. ¡Genial! Este tipo tiene que ser mi humano… ¡Y no lo dejaré ir!”, parece haber ‘pensado’ el gatito que corrió hacia Kawasaki Hina apenas lo vio y comenzó a perseguirlo muy de cerca mientras el joven músico paseaba por el parque.
El pequeño felino, que resultó ser hembra, no le dio oportunidad a Hina de escabullírsele.
Es más, casi no le dejaba caminar, pues iba junto a él en cada paso que daba, cruzando a la izquierda o derecha según el caso, y frotando su cuerpo cada vez que podía contra sus piernas y esos lindos zapatos.
Kawasaki le siguió la corriente por un rato e incluso jugó con él, pero cuando quiso regresar a casa, la gatita se lo impidió.
Entonces Hina no pudo resistirse a tanto encanto, buscó una caja y en minutos se vio caminando con la peluda mascota a su hogar.
Kawasaki tomó un video de la gatita y lo compartió en Twitter, donde rápidamente se volvió viral.
"Se quedó dormida inmediatamente en mi casa", dijo Hina a Bored Panda.
Ahora la gata a la que Hina le puso como nombre Vell, tiene 2,5 años de edad y el músico japonés no puede imaginar la vida sin ella.
"Ella es como una familia para mí", agregó. "Creo que ella también me ama. Estaremos juntos para siempre".
LA HISTORIA DE YING
Algo parecido le ocurrió a Elysia Caris cuando caminaba a casa desde el trabajo en Nueva York y escuchó unos débiles maullidos.
Caris miró a su alrededor y descubrió una pequeña pata que sobresalía por debajo de un portón.
La mujer se agachó para mirar un pequeño gatito, frío, sucio y atemorizado. Trató de sacarlo pero el espacio era demasiado pequeño y apretado para que Caris lo alcanzara. Entonces fue a una tienda y compró una lata de comida para gatos para atraerlo.
Pero el animalito todavía estaba demasiado asustado para aventurarse fuera de su improvisado refugio, así fuera por comida.
Fuente: Twitter/ Elysia Caris
"Él asomó la cabeza y salió solo un poquito, pero volvería rápidamente si pasaba un auto o si me acercaba demasiado", dijo Caris a The Dodo. "Me quedé aproximadamente una hora tratando de sacarlo de allí antes de que tuviera demasiado frío y tuviera que entrar. Sin embargo, no quería dejarlo"
Al final como no pudo sacarlo le dejó la lata de comida y se fue a su casa, pero no pudo dejar de pensar en él toda la noche.
"Sentí que ya era mi gato", dijo Caris. "Simplemente no podía dejarlo allí. Me entristecía verlo en ese espacio frío tanto tiempo como había estado".
Fuente: Twitter/ Elysia Caris
A la mañana siguiente, Caris regresó al lugar donde se escondía el gatito y se alegró al verlo todavía allí. Pero esta vez estaba decidida a rescatarlo y le dio comida de la mano. Más confiado, quizás por el regalo del día anterior, el minino se aventuró a salir y ella pudo agarrarlo.
Lo llevó a casa y le puso Ying, quien ahora es su fiel compañero y tiene un hogar seguro y feliz.
Pero no solo los gatos utilizan la táctica de Vell de seguir a las personas para conseguir hogar.
Fuente: YouTube /Sidewalk Specials
En Sudáfrica, un cachorro muy amistoso se dedicó, al contrario de lo que hace la mayoría de los perros callejeros, a seguir a la gente que le gustaba, con la esperanza de que alguien lo adoptara. Y lo logró, a pesar de que estaba lesionado y cojeaba de una pata.
Y lo bautizaron Scribble. Conoce aquí su historia.