Abuelos piden a niño de 11 años limpiar su alcoba, así que él le disparó a su abuela y se suicidó
La oficina del alguacil del condado de Maricopa dice que el estudiante de escuela media de 11 años no mostró señales de ser violento o agresivo antes de cometer el atroz acto.
El pasado sábado 3 de noviembre, en Litchfield Park, Arizona, un chico de 11 años disparó fatalmente a su abuela antes de usar el arma contra sí mismo, luego de que le pidieran que limpiara su espacio. La información fue provista por la oficina del alguacil del condado Maricopa, según reporta Fox News.
Doyle Hebert y su esposa, Yvonne Woodard, le pidieron al chico varias veces ese día que limpiara su habitación en la residencia familiar, en el área de las vías Litchfield e Indian School, según explicó el sargento Joaquín Enríquez.
Mientras la pareja estaba viendo televisión, el chico se les acercó por detrás y le disparó a Woodard en la nuca, a eso de las 5 de la tarde, según Enríquez.
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Hebert dijo que corrió tras su nieto, pero regresó a su esposa de 65 años de edad, para intentar ayudarla. En ese momento, oyó otro disparo, y vio a su nieto dar unos pasos y luego caer al piso, según el sargento.
"Nos quedamos parados afuera rezando", dijo un vecino, Danny Dillon. "Es muy duro. No puedes entenderlo, simplemente no se puede".
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El arma era propiedad de Hebert, y la pareja tenía plena custodia del chico.
La oficina del alguacil dijo que no había señales previas de que el chico fuese a hacerse daño a sí mismo o a terceros.
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"Linda familia. Conocía al niño. Es decir, él andaba en su bici por aquí, jugaba por el vecindario", comentó otro vecino, Walter Venerable.
Los vecnos dijeron que la familia era muy amistosa, y siempre saludaba al ir y venir. "Tienes esa conexión vecinal, pero tu corazón queda deseando haber tenido más, haber podido hacer más, haber visto algo o dicho algo", dijo Dillon.
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Y estos casos tienen una preocupante frecuencia. Es difícil determinar cuál es el factor más grave - la alienación de los jóvenes que cometen estos actos, o la facilidad con la cual consiguen armas de fuego en sus hogares.
Recientemente, en Pennsylvania, un chico de 14 años disparó fatalmente a su madre porque no quería ir a la escuela, lo cual provocó una pelea que rápidamente escaló hasta tener consecuencias mortales. Ahora, Hunter Riley Reese enfrenta cargos de homicidio y asesinato en primer grado.
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Pero no son sólo los adolescentes quienes toman las armas por razones triviales, mostrando que existe un problema más profundo que la simple agresión inmadura y juvenil.
Hace poco, una abuela le disparó a su nieto en la pierna tras él apoyar su taza de té una y otra vez en los muebles. La mujer de 75 años se enojó con su nieto por ignorar su solicitud.
Las abuelas suelen dejar recuerdos y enseñanzas imborrables a sus nietos, pero a esta abuela se le pasó la mano. Helen Washington le dijo a su nieto una y otra vez que dejara de poner su taza de té en los muebles.
A pesar de la solicitud de la abuela, el joven siguió haciéndolo de todos modos. La abuela se molestó enormemente y le disparo en una pierna, alegan los fiscales del condado de Hennepin.
La Línea Nacional de Prevención del Suicidio para España es 900-525-100. Otras líneas internacionales de ayuda al suicida pueden encontrarse en befrienders.org.
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